No tengo miedo de un ejército de leones dirigido por una oveja. Tengo miedo de un ejército de ovejas dirigido por un león. - Alejandro Magno.
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Keylani Kim, la perfecta combinación entre tenacidad y sacrificio, la coronel más respetada de toda l...
*Advertencia: Este capítulo contiene temas delicados y actitudes toxicas, se aconseja leer con discreción. La autora no quiere romantizar o promover estos comportamientos, recuerden que todo es ficción y lo que ocurre es parte de la construcción a la historia.
Maratón navideño 2/4.
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"Salvo raras excepciones, el hombre criminal fue un niño desdichado, a quien faltaron buenos ejemplos y caricias."~ CONCEPCIÓN ARENAL
Infraganti.
La vida nos pone retos que sabe que son difíciles y casi imposibles de superar, retos que nos hacen poner a prueba todas nuestras habilidades para lograr el objetivo, ser tenaces es lo que nos queda para lograr continuar, persistentes para no caer ante la primera roca y fuertes para soportar la contracorriente.
La vida no siempre es color de rosas, a veces se torna de un rojo intenso parecido a la sangre y eso sólo es una señal más del desafío que se avecina ante el ardiente desasosiego del humano. La vida nos pone ante situaciones que nos desestabilizan pero que a su vez, nos hacen más fuertes.
No sabíamos que era lo que ocurría, era como si mis padres hubiesen planeado una estrategia perfecta para la captura del mayor de los Schiavone y nosotros no hubiésemos sido informados. El general, Archie, Jerry, Arniel y yo nos reunimos en la oficina principal junto con mis padres quien parecían extrañamente alegres.
—Disculpen que dañé su burbuja—murmuré sacando todas las agallas que me quedaban —, pero nosotros no capturamos a Schiavone.
—Eso ya lo sabemos, Coronel—aseguró mi madre con firmeza —. Ustedes no lo hicieron pero su estrategia fue la que dio lugar a la captura.
—¿Mi estrategia? — interrogué sabiendo que esa estrategia no había funcionado—. Hace un par de horas estaba analizando los reportes del capitán Lee, no estaba siendo útil—aseguré.
—Eso fue hace un par de horas, Coronel—aseguró mi padre con una ceja levantada.
—Señores ministros, con todo respeto... eso es imposible, la misión no pudo cambiar de rumbo en menos de dos horas... —aseguró el general tratando de razonar las palabras de mis padres.
—Deberían estar alegres, por la noche Dereck será trasladado a la base para ser interrogado, después de reunir las pruebas suficientes será juzgado en la gran unión para pagar por los crímenes internacionales...
—Entiendo el punto, ministros, pero como ya lo dijo el general... es imposible que una misión cambié de rumbo tan repentinamente, más aún con las bajas probabilidades que tenía de éxito—Refuté tratando de entender lo que ocurría.
—Felicidades por su hazaña victoriosa— murmuró mi padre ignorando mi explicación.
Tomó la mano de mi madre y sin decir una sola palabra más, ambos se deslizaron fuera de la oficina. Debía sentirme feliz al dar un paso más a la misión de la caída del clan, sin embargo, la incertidumbre de no saber lo que ocurría me dominaba al punto de no creer que era cierto.
