Capítulo 12

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Al día siguiente nos despertamos y nos fuimos para recorrer Berlín. Hacía buen tiempo y era de agradecer. El sol los calentaba y había un poco de brisca cerca. Nos reuniríamos con Sabrina para comer. Por lo que parecía tenía una cita médica.

—Chicas, podríamos hacernos algunas fotos por allá. —Señaló Cara.

—Sí, es muy buena idea. —La secundé.

Nos colocamos las cuatro e hicimos una foto selfie. Hacía tiempo que no pasaba tiempo así con las chicas. Cuando cada una se fue a la universidad, a pesar de seguir manteniendo el contacto, apenas nos habíamos visto un par de veces en todo el año. Y en ningún momento nos habíamos ido de viaje o a pasar unos días fuera. Las chicas porque tenían que pasar tiempo con sus familias y yo no podía permitirme irme de un sitio a otro así porque sí.

—Sí, hay una tienda de disfraces. —Dije en cuanto me percaté del establecimiento.

—No. —Respondió Alexia cuando se dio cuenta de lo que estaba pensando.

— ¿Por qué íbamos a entrar en una tienda de disfraces? —Quiso saber Claire.

—Ayer nuestra querida Alexia me dijo que esta sería como su despedida de soltera.

— ¡Pero si no nos ha dado tiempo a contratar a un stripper!

— ¡No quiero un stripper! —Alexia suspiró—. Solo pensé que como tenemos la vida tan ajetreada y con lo que nos ha costado ponernos de acuerdo para venir de viaje, que podíamos aprovechar. Nada más.

—Cara, entretenla, vamos a mirar que hay por aquí.

Cogí del brazo a Claire y entramos en la tienda. Seguro que me tenían alguna que otra cosa con motivo a una despedida de soltera. Vamos, era lo normal. Si no, siempre podríamos improvisar vistiendo a Alexia de cualquier cosa.

—Vale, a ver que encontramos.

Nos separamos cada una por un lado para ser más rápidas. Encontré una banda que ponía en inglés "la futura novia" y otra que ponía "las amigas de la novia", de esta última cogí cuatro. Ya que aunque Sabrina no tenía mucha relación con las chicas, iba a venir hoy con nosotras de fiesta, y no era plan que no la llevara puesta. Además aunque no eran amigas, se llevaban bastante bien. Y siempre se preguntaban las unas por las otras.

—Claire, ¿qué has encontrado? —Le pregunté a mi amiga cuando la vi por el pasillo.

Me enseñó una diadema.

—Muy Alexia.

— ¿A qué sí? Estaba buscando algo con penes, pero no he visto nada.

—Quizás podríamos pintarlos en su banda... —Se me ocurrió.

—Podríamos pero no sé si le haría mucha gracia. Conociéndola capaz y todo de no colocársela.

Y tenía razón. Ya sería difícil hacer que se pusiera la banda y la corona... si le añadíamos un detalle más vulgar, seguro que se negaba en rotundo.

—Pues ya está. No hemos encontrado nada más. —Dije algo desilusionada.

Pagamos y salimos. Cuando nos encontramos con las otras dos, me di cuenta de que estaban acompañadas, Sabrina estaba con ellas. Eché a correr y la abracé con fuerza, hacía demasiado tiempo que no la veía.

— ¡Qué de tiempo! —Exclamé mientras la abrazaba.

Entonces me percaté de que algo presionaba mi estómago y provenía de su barriga.

— ¡No puede ser! —Abrí mucho los ojos— ¡Estás embarazada!

—Sí. —Se tocó el vientre—. Es poco, solo de tres meses y algo pero no parece dejar de crecer.

Entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora