Capítulo 73

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Hoy Jake juega y hemos decidido que iríamos a verlo. Iremos los mellizos y Callie que ha venido a pasar unos días ya que Matt juega en la ciudad también. Les ha traído muchísimas cosas a sus sobrinos y ellos con tal de ser el centro de atención están encantados. Seguramente Jacob venga en unos días, aunque no es seguro puesto que tiene algunas reuniones.

— ¿Es el primer partido al que van? —Me pregunta mientras los vestimos con las camisetas del equipo.

—Técnicamente el primero que vieron fue el benéfico... pero es el segundo. Hace unas semanas los llevamos también.

— ¿Cómo se portaron?

—No se portaron mal, pero a ratos ya que se cansaban.

— ¿Por eso llevas los juguetes?

Asiento.

—Hay que entretenerlos e intentar no molestar a los demás.

Los terminamos de vestir y los sentamos sobre la cama para hacerles unas fotos. ¿Qué puedo decir? Están para comérselos.

—Sabrina y Roderick nos esperan allí, así que ya podemos irnos.

Cogemos el carro, el bolso y todo lo necesario. Quién diría que solo vamos a pasar un par de horas... pero es lo que tiene llevarte a tus hijos contigo.

Charles nos lleva en coche mientras que los de seguridad van detrás nuestra.

Cuando llegamos al estadio subimos y allí está Roderick con Sabrina. Mi ahijado me sonríe y me acerco a él a darle un beso mientras Callie saca a los mellizos.

Nos colocamos en uno de los sofás frente a la televisión por donde se verá el partido y automáticamente los tres comienzan a jugar.

—Se llevan bien.

—Sí.

—Tampoco es que tuvieran otra opción. —Añade Sabrina.

Comenzamos a ver el partido, lo que podemos ya que los peques no es que nos dejen concentrarnos demasiado. El equipo contrario está atacando mucho y están siendo bastante agresivos.

— ¡Eso es falta! —Exclama Sab cuando le dan en el pie a Derek y el árbitro no hace nada.

Hay empujones por parte del equipo contrario y no me hace ninguna gracia que estén jugando sucio. Lo peor es que de todo lo que han hecho solo han pitado en la mitad de las veces y estoy siendo bastante generosa.

—No me está gustando esto. —Digo con Max encima de mí que se ha quedado dormido.

—A mí tampoco. —Secunda Sabrina mientras juega con los dos bebés que siguen despiertos.

—Es que se ve tan claro lo que están haciendo...

El descanso aparece y le dejo a mi hijo que sigue dormido a Callie mientras me levanto a coger cosas para comer. Preparo los platos y los llevo donde estábamos y las tres comenzamos a hablar mientras comemos.

Entonces la segunda parte comienza y parece que los del equipo contrario han decidido que la forma en la que estaban jugando era demasiado suave y ahora están mucho peor.

Derek marca un gol y gritamos de la emoción.

— ¡Qué se jodan por tramposos! —Exclama Sab.

Me río pero le doy toda la razón.

Mi mirada busca el número de Jake que es el 10, ya que aunque el equipo contrario no le ha hecho nada, me da pavor que algo pueda pasarle. Porque no sería la primera vez que algo sucede.

Por ahora todo va bien y no hay accidentes aunque sí alguna que otra falta.

Y entonces sucede.

Jake iba a marcar y uno de los jugadores se abalanza sobre él literalmente, dándole en la cabeza. Me levanto corriendo hacia la pantalla esperando a que se levante del suelo, pero no lo hace.

No se mueve.

Creo que le han dado en la cabeza.

Mi corazón empieza a ir rápido, y me sudan las manos.

Callie y Sabrina no despegan la vista de la pantalla pero están blancas. Si ellas lo están, yo debo parecer un zombie.

Veo cómo los médicos rápidamente se lo llevan y decido que debo ir con ellos.

—Callie, llévate a los mellizos a casa. Voy con la ambulancia.

Mi cuñada asiente y comienza a recoger.

El partido se ha parado y no sé si lo reanudarán, pero no me importa.

Ni siquiera me despido salgo pitando detrás de los médicos a los que indico que soy su mujer y me dejan subir a la ambulancia.

Mientras vamos al hospital oigo palabras que no entiendo, el sonido de su pulso pero no puedo evitar mirar la frente que tiene un color rojo a causa del golpe. Está lleno de tubos y tengo miedo.

Tengo miedo de que no despierte.

Tengo miedo de que todo lo que hemos construido desaparezca.

Tengo miedo.

Solo he tenido miedo tres veces en mi vida: cuando se llevaron a Max y yo no sabía nada, cuando me raptaron y pensaba que no lograría sacar a Elle y ahora. Y no podría decir cuál es el peor, porque en los tres casos pensé en la posibilidad de que alguno de ellos no sobreviviera, y no me quiero imaginar si aquello sucediera.

He pasado tantas horas aquí que ni siquiera sé si se ha hecho de noche. Solo sé que Jacob viene de camino, que Callie está con los mellizos y que yo no me he despegado de mi Jake.

Me han dicho que hay que esperar a que se despierte, que todo parece estar bien pero claro, como el golpe fue en la cabeza hasta que no abra los ojos no sabremos las secuelas. Y una de ellas puede ser amnesia.

Cuando me lo dijeron solo pude llorar porque puedo sobrellevar que me olvide, que olvide nuestra historia, pero no que no se acuerde de sus hijos. Eso sería lo peor que podría pasarle.

Y ha sido en ese momento, cuando me he dado cuenta de lo mucho que lo amo. Cuando preferiría mil veces que se acordara de sus garrapatas antes de que se acordara de mí. Él me pidió no tener que elegir más, y no puedo hacerlo, pero si pudiera sé lo que haría.

Sé que pueden pasar muchas cosas, que puede haber secuelas de todo tipo pero... intento no ponerme en lo peor.

He respondido algunos mensajes pero apenas he estado pendiente del móvil.

Necesito que se despierte.

Necesito que abra los ojos y nos recuerde.

Necesito que todo esté bien.

Dicen que todas las desgracias vienen juntas yespero que esta sea la última.



Mañana subiré el último capítulo, el epílogo y los agradecimientos.
Gracias por continuar hasta aquí.
Besos,
Lucía

Besos,Lucía

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