Capítulo 48

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Es ya por la tarde y estamos todas en la cocina preparando el postre para la noche, y lo que vamos a cenar. En verdad, siendo realista son mi hermana y la de Jake las que están preparando las cosas, yo estoy mirando mientras rebaño el cacharro con los restos del chocolate del bizcocho que acaban de meter en el horno.

—Te estás escaqueando mucho. —Me dice mi hermana mientras empieza a preparar unas empanadas—. Que encima eres la única vegetariana y ni te estás molestando en preparar la cena.

— ¡Estoy limpiando! —Me defiendo una vez termino de lamer la cuchara.

—Con la lengua. —Me reprocha.

—No cuestiones mis métodos.

Ambas se ríen y me dejan seguir comiendo tranquila. Cuando acabo me pongo a limpiar todo lo que han estado usando.

— ¿Veis? Estoy limpiando.

—Sí, después de media hora sentada. —Comenta Callie.

—Lo estoy haciendo. Además, vuestros sobrinos querían chocolate, no puedo decirles que no.

Las tres nos reímos y una vez termino de limpiar, me pongo a ayudarlas con los preparativos. Los hombres han salido a coger leña, y a comprar algunas cosas. Aunque algo me dice que probablemente se les haya olvidado algún regalo.

—Por cierto, ¿cómo ves a tu padre después de...?

No acabo cuando ya me responde.

—Pues, sé que tuvieron una conversación y le pidió tiempo. Caroline se ha equivocado demasiado durante mucho tiempo... Él está dolido con ella y decepcionado consigo mismo por dejar pasar tanto las cosas.

—Enamorados a veces no vemos las alarmas. —Dice Lara.

—Pues sí. Con él no se portaba mal, y siendo sincera conmigo era agradable. Pero la forma en la que te trataba, cómo se comportó con la noticia del embarazo, y tanto tiempo detrás para que mi hermano tuviera una relación con su hija a pesar de que ella ya había iniciado una relación con otra persona... Quiero decir, son cosas que tienen peso.

—Esa señora está loca.

—Quizás —me acaricio el vientre—, no la estoy excusando, y todavía no soy madre, pero los padres queremos lo mejor para nuestros hijos —mi hermana asiente—, quizás ella pensaba que Jake era la mejor opción para su hija o que yo no era lo suficientemente buena para él.

—Y el resultado es que eres demasiado para ese cabeza hueca. —Responde mi cuñada.

—No seas mala.

Nos reímos.

Preparamos todo, la decoración, incluso le puse un lazo a Finn que no duró nada puesto porque comenzó a morderlo.

Nos pusimos unos jerséis navideños que Callie había traído para todos. Cuando estuvimos vestidas nos sentamos en el sofá.

—He traído esto. —Me enseña mi cuñada una pegatina enorme con el dibujo de un regalo—. He pensado en que te la podrías poner como si la barriga fuera un regalo.

La miro divertida pero me levanto el jersey.

—Me tenía que haber traído una camiseta de estas cortas, porque no paro de tener el vientre destapado.

—Hubiese sido una buena idea.

Callie me pega la pegatina.

—Sé que soy muy pesada, pero es que me hace tanta ilusión...

—No tienes que excusarte, yo estuve casi igual con el embarazo de Lara.

—Doy fe.

—Por cierto, ¿no te da miedo que Andy se haya llevado a Eric con ellos?

Entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora