Ya estamos en el séptimo mes de embarazo y estoy preparando el cumpleaños de Jake. No quiere nada estrafalario ni nada de eso, simplemente nosotros dos. Así que he decidido recrear, de cierta forma, la cita que tuvimos en el cine hace tantísimo tiempo.
Había escogido una película que me había dicho que tenía ganas de ver, y había preparado palomitas, patatas, pizza, chocolates, y refrescos de todo tipo. Lo había colocado todo en un mueble como si fuera realmente el puesto de un cine.
Aunque estábamos en marzo, aún hacía un poco de fresco así que había traído dos mantas.
Miré todo y asentí contenta. En la cocina estaba la tarta que había preparado con Debbie. No solía cocinar mucho, ya que ella solía hacerlo, pero no se me daba mal.
Fui al dormitorio y me coloqué un vestido rojo de manga larga con unos ligueros negros. Me debatí entre ponerme los botines o las zapatillas y al final me decidí por lo primero. Por mucho que estuviéramos en casa, quería intentar hacerlo especial.
Esperé a que llegara a casa después del entrenamiento. Por lo que había visto en las redes sociales de sus compañeros, le habían aplaudido, golpeado y gritado. Así que había tenido un día intenso.
Lo esperé en la entrada con Finn que llevaba el collar con un lazo que se intentaba quitar. Me miraba con cara de pena pero me mantenía firme. Al menos Jake tendría que verlo. La caja con el regalo estaba en el mueble de la entrada. Se trataba de una chaqueta estilo de cuero sin ser cuero, ya que el otro día dijo que le apetecía comprarse una ya que cuando iba al instituto solía llevarla. Y no podía esperar a que se la pusiera y pareciera un chico malo que obviamente no era. Mi marido era un peluche por muy protector que pudiera llegar a ser. También había metido algunas pinturas por le apetecía pintarme la tripa. Había visto bastantes videos en los que se pintaban las tripas y me parecía una bonita experiencia. Aunque sé que voy a acabar echa un desastre.
Viendo que tardaba lo suyo, me fui a la cocina a por un vaso de agua. Cuando quería podía hacerme sufrir con su tardanza. Pero era su cumpleaños así que tenía que perdonarlo.
Lo escuché entrar por la puerta justo cuando guardaba el vaso en el lavavajillas. Fui a recibirlo.
—Llevo esperándote en la entrada un buen rato y justo cuando voy a la cocina, va y llegas.
— ¿Lo siento?
—Felicidades. —Lo abracé y nos dimos un beso—. No me ha gustado que te fueras sin decirme nada.
—No quería despertarte.
—Me da igual, no quiero que lo hagas.
Pone los ojos en blanco, asiente y yo sonrío.
— ¿Has visto a Finn?
Entonces vimos el perro que había aprovechado el momento en el que me fui a la cocina para mordisquear el lazo.
— ¡Finn! ¡Muy mal!
Jake se reía mientras que yo le quitaba el lazo del cuello.
—No sabes lo que me costó que no lo mordiera.
—Pues no sirvió de mucho...
Lo miro mal.
— ¡Oye! Tardaste más de la cuenta.
Se ríe y al final me termino riendo también. Me abraza y me dejo.
—Bueno, ¿qué vamos hacer hoy?
—Vamos a repetir la cita que tuvimos en el cine.
— ¿Habrá sexo también?
Le di en el brazo.
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Entre nosotros
RomanceAmber siempre ha tenido muy claro lo que quiere hacer: escribir. Pero cómo es tan dificil cuando acabe la carrera será profesora. Jake es un futbolista profesional que acaba de empezar. Una noche ambos se encuentran y comienzan una relación, pero la...