He dormido sentada con la mano sujetada a la de Jake. Y digo dormir a cabezadas de minutos. Estoy cansadísima pero no pienso moverme de aquí. Se despertó hace un rato y me echaron de la habitación para hacerle no sé cuántos exámenes. Lo de la memoria no se sabe. Puede que recuerde algunas cosas, puede que no recuerde nada o puede que lo recuerde todo. Sé que si es solo la memoria y todo lo demás está bien, dentro de lo que cabe no sería lo peor del mundo. Pero me aterra que no se acuerde de los mellizos.
Me paso la mano por la cara. Tengo que tener una pinta horrible pero no puedo hacer nada. Jacob vino de madrugada y después se marchó con Callie. Y todo el mundo me ha llamado. Kevin se está encargando de pedir privacidad, de hablar con el equipo... Vino al rato de que llegáramos al hospital.
Siendo sincera, no sé el rato que llevo esperando en la sala de espera. Todo parece que está en pausa, que no hay movimiento alguno. Escucho el sonido de las máquinas, los murmuros de los médicos y los lamentos de los pacientes.
Puedo escuchar los pasos de alguien, levanto la vista y es Callie.
—Hola.
—Hola.
— ¿Alguna novedad?
Niego con la cabeza.
—Se despertó y está con los médicos que le están haciendo pruebas.
— ¿Se quedarán un buen rato no?
—Sí...
—De acuerdo. Entonces yo me quedo y tú te vas.
—Pero...
—Amber, nada de peros. Vas a casa, te duchas, ve a los mellizos que echan de menos a su madre y duermes un poco.
—He dormido...
Arquea la ceja.
—Un poco...
—Amber, no has dormido.
Me levanta.
—Los de seguridad están abajo esperándote, así que venga. Yo me quedo aquí y tú estás en casa un par de horas.
Al final asiento porque Callie termina arrastrándome hasta el coche donde están los guardaespaldas.
Veo a la prensa que no deja de hacer fotos esperando un comunicado, cualquier cosa. Pero no hay nada. No tenemos nada, porque no sabemos nada.
Me paso la mano por la cara. Estoy hecha un desastre y no hablo únicamente de mi físico.
Cuando llego a casa Jacob me saluda, que ha estado leyéndoles uno de mis cuentos a los mellizos y a Finn. Los saludo, dándoles un beso y ellos me sonríen. Automáticamente me dan ganas de llorar porque no quiero pensar en la posibilidad de que Jake no recuerde sus sonrisas. Es una probabilidad que está ahí. Sí, es muy poco probable pero...
Debbie me ha preparado algo para comer, pero apenas pruebo bocado. Me ducho y me pongo algo más cómoda. Me pongo a imprimir aquella historia que pensaba tener solo para mí. No es que piense en usarla, pero si llegara el caso en el que no..., entonces sí.
Me tumbo en la cama intentando dormir mientras estoy con el saca leches, porque tengo los pechos que parece que me van a explotar en cualquier momento. Pero apenas doy alguna que otra cabeza.
Así que al final termino levantándome, guardo la leche que me he sacado y llevándome el cacharro, una vez limpio, conmigo al hospital. También llevo un cambio de ropa tanto para mí como para Jake y las hojas que imprimí.
Los mellizos duermen la siesta y Jacob me mira preocupado.
—Me vuelvo.
—Amber, deberías descansar.
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Entre nosotros
RomanceAmber siempre ha tenido muy claro lo que quiere hacer: escribir. Pero cómo es tan dificil cuando acabe la carrera será profesora. Jake es un futbolista profesional que acaba de empezar. Una noche ambos se encuentran y comienzan una relación, pero la...