Capítulo 50

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Jacob había salido a recoger a Caroline al aeropuerto y los estábamos esperando. En un principio él dormiría en el sofá y ella en su dormitorio. Pero algo dentro de mí tenía la sospecha de que no terminaría en el sofá. Estaba claro que al menos él seguía teniendo sentimientos hacia ella, así que si estaba receptiva era bastante posible que algo entre ellos sucediera de nuevo. No tenía que significar específicamente que fueran a volver pero por lo general "donde hubo fuego, quedaron cenizas".

Hoy me había puesto un vestido de manga larga, aunque muy calentito, con unas medias gordas. Ya estaba cansada de estar con tantos jerséis.

Estaba en el salón leyendo un libro mientras comía fresas. Mi hermana estaba en el suelo jugando con Eric y los demás habían salido a andar, se habían llevado a Finn y él se había ido muy feliz abandonándome.

— ¿Cómo te sientes sabiendo que Caroline vendrá?

—Pues... tengo un poco de respeto ante la situación pero tengo la esperanza de que todo vaya bien.

—No sé cómo le ha dado una oportunidad.

—Supongo que yo le influí un poco... —mi hermana me miró con la ceja arqueada—, llevan no sé cuántos años, ¿siete? ¿ocho? Algo así. Lo que quiero decir es que son muchos y que bueno, las personas pueden cambiar.

—Hizo que Jake y tú rompierais.

Niego con la cabeza y dejo el libro en la mesa.

—Influyó en nuestra decisión, quizás más en mi parte, pero al final nosotros fuimos los que tomamos la decisión.

—Pero si ella no hubiera hablado...

—Probablemente lo hubiéramos intentado y no hubiera funcionado... o tal vez sí. No lo sé y la verdad es que poco mi importa. Ahora estamos juntos y eso es lo único importante.

Noto que se mueven en mi lado izquierdo y automáticamente pongo la mano ahí y cierro los ojos.

— ¿Se están moviendo? —Pregunta Lara sonriente.

—Sí, empezaron ayer.

— ¿Por qué no has dicho nada?

Se levantó y colocó la mano, pero a diferencia de lo que pasó con su padre, siguen moviéndose.

—Porque Jake colocó la mano y dejaron de moverse. Después cuando la quitó volvieron a moverse, puso de nuevo la mano y otra vez pararon. Así que no le digas nada.

— ¿Y eso?

—Ni idea. Quizás es porque les relaja... no lo sé la verdad.

En el momento en el que paran, mi hermana aparta la mano.

—Es como si se hubieran metido en un lío y Jake los hubiera pillado.

—Exacto pero aunque finge que no tiene importancia, pude ver la decepción en sus ojos. Y tiene la esperanza de que la próxima vez que los toque, les dejarán sentirlos.

— ¿Y?

—Ayer por la noche volvió a pasar y pasó exactamente lo mismo.

Mi hermana se ríe pero intenta contenerse. La miro mal.

—Lara... —La regaño.

—Lo sé, lo sé, perdón. Pero es graciosa la personalidad que tienen ya. No os lo van a poner nada fácil.

—Oh, eso es algo que tengo bastante claro.

— ¿Pensáis tener más?

—Sé que Jake quiere, pero yo ya le he dicho que no lo sé. Quiero decir, somos muy jóvenes y son dos. Lara, son dos. Dos. A la vez.

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