Capítulo 13

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Me miré en el espejo. El vestido blanco entubado se me ajustaba al cuerpo como una segunda piel. Y el pelo lo llevaba suelto y por el pecho. Me había planteado cortármelo alguna que otra vez, pero al final siempre había desistido. Me coloqué unos tacones plateados que sabía que después lamentaría pero que aún así llevaría puestos porque me hacían las piernas infinitas. Me sentía bien, poderosa. Quizás fuera que veía con el guapo subido... pero se sentía bien.

Me coloqué la banda que había comprado con Claire y cuando Alexia salió del baño con su vestido rojo le tendí la suya.

— ¿En serio?

—Alégrate de que no le hemos pintado ninguna polla. —Me acordé de la corona— ¡Ah! Y esto también te la tienes que poner.

Mi amiga miró las cosas como si realmente se estuviera planteando el decirnos que no.

—Bueno, podría ser peor.

—Sí, tengo la esperanza de que Sabrina nos lleve a un sitio de estos de bailes sexuales.

— ¡Amber!

— ¡Alexia! ¡Deja de tener un palo en el culo y disfruta!

Mi amiga se me quedó mirando y finalmente comenzó a reírse.

—Perdón, he estado algo estresada.

—Pues relájate y vamos a disfrutar. Algo me dice que esta noche la vamos a recordar y sabes que no suelo equivocarme.

Sabrina nos llevó a una especie de discoteca que estaba llenísima de gente. Nosotras parecíamos que teníamos entradas vip o algo así, porque no tuvimos que esperar. Supongo que reconocieron a mi amiga por ser pareja de Derek. Las cinco íbamos monísimas y no lo digo porque fuesen mis amigas, que también, sino que por favor, íbamos divinas. Los colores elegidos, el estilo de los vestidos... además de la cara iluminada de Sabrina a causa del embarazo... Había echado tanto de menos salir...

—Derek nos consiguió barra libre también.

—Sab, a ver si me juntas con alguno de los compañeros de tu novio. —Dijo Claire.

—No le veo fallas en tu lógica. —Añadió Cara.

Yo no opiné al respecto porque ya sabía lo había sido salir con un compañero de Derek y bueno... no era el momento de decir nada al respecto. Nos trajeron una botella de ginebra y otra de limón para mezclar, una botella pequeña de agua para Sabrina.

Me llené un vaso y comencé a beber. Hoy me apetecía dejarme llevar, y pasarla bien y por extraño que me pareciera las chicas solo sabían animarme para hacerlo. Incluso Sabrina me llenaba los vasos. Era un no parar.

Comenzamos a bailar como locas, los cuerpos sudando, gente que se nos ponía a hablar por la cara. Un chico comenzó a bailar conmigo y aunque no me apetecía tener nada con él, dejé que se acercara. Total no tenía que darle explicaciones a nadie. Las demás bailaban entre ellas y de vez en cuando Sabrina hablaba con el móvil. Supuse que sería con Derek que estaría en casa queriendo saber cómo se lo estaba pasando.

El chico colocó su mano es mi estómago apretándome a su pecho. Había vivido aquello demasiadas veces. No era un baile que me incomodara, lo prefería a tenerlo de cara. Porque en el caso de que estuviera así, era más probable de que quisiera tocarme de alguna forma, o besarme y borracha no pensaba con claridad. Mi cuerpo solo pedía un nombre. Pero era imposible. Había pasado demasiado tiempo. Era demasiado tarde. Después de todo, ¿cómo era posible no ser capaz siquiera de olvidarlo?

De repente Claire se me acercó provocando que me separara del bailarín.

—Amber, no mires a la derecha.

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