Capítulo 72

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Han pasado varios días desde el secuestro y Jake solo se ha separado de nosotros para entrenar con el equipo por las mañanas. Por las tardes, ha venido uno de sus entrenadores personales para prepararlo por el partido. Habló con el presidente, y le permitieron que hiciera esto debido a la gravedad del asunto. Porque por mucho que cueste, me raptaron. A mí y a mi hija. Y del asunto lo que peor llevo es que estuviera conmigo. No es culpa mía, ni nada de eso, pero es inevitable no pensar en que quizás debía haber esperado a que los de seguridad volvieran... pero después de hablarlo con el psicólogo aunque hubiera tenido a los de seguridad conmigo, la amenaza hubiera seguido y cualquier cosa podía haber pasado.

Ahora mismo me encuentro en el cine que tenemos en casa esperando a que Jake termine de ducharse para ver una película con los bebés. Los peques se encuentran sentados en el sofá jugando entre ellos, para ser más concreta, Elle se está subiendo encima de Max y le está babeando la cara. Pero a mi grandullón no parece importarle demasiado ya que sonríe y deja que su hermana haga con él lo que quiera.

Cojo el móvil y decido grabar el momento para el recuerdo, así cuando se peleen puedo enseñarles el video y recordarles lo mucho que se quieren.

Cuando termino de grabarlo lo guardo en la carpeta que su padre y yo compartimos en una de las subcarpetas donde se encuentran las fotos y vídeos. Es cierto que imprimimos muchas fotos, que tenemos varios discos duros con copias y copias de las copias pero así lo tenemos los dos a mano.

Ahora los mellizos cambian y es Max el que babea a su hermana. Elle suele ser más pejiguera con esas muestras de afecto pero aún así no parece importarle. Vuelvo a grabar la escena y Jake entra.

— ¿Está dejando que le babee encima?

—Sí, parece que hoy está receptiva. —Nos reímos—. Se han turnado, primero ella se lo hizo a Max.

—Claro, y ahora era el turno de su venganza.

Termino el video y hago lo mismo que con el anterior.

Mi marido se coloca a mi lado y me pasa el brazo por los hombros apretándome contra él.

Elegimos una película infantil. Será la primera de los mellizos y no sabemos cómo reaccionarán.

—Sinceramente no creo que presten mucha atención y menos ahora que vuelven a estar uno encima del otro.

Se ríe.

—Quizás se fijen en los colores.

Lo miro y apoyo mi cabeza sobre su pecho.

Comenzamos a ver la película y los bebés no le prestan demasiada atención cuando cantan o hay alguna música interesante sí que miran la pantalla pero no durante demasiado tiempo.

—A partir de mañana tengo que volver a los entrenamientos habituales.

—Lo entiendo.

— ¿Estarás bien?

—Sí, no podemos estar siempre pendientes de ti. —Arquea la ceja—. Sé que te gusta la atención —se ríe—, pero la vida sigue y no puedo tener miedo. Los de seguridad están así que no debo preocuparme.

Me besa la frente.

— ¿Hiciste el comunicado?

Suspiro.

—Sí, lo escribí y se lo di a Kevin. Explicaba de forma breve lo que pasó porque claro eso ha estado en todos lados.

—Te volviste noticia mundial. La que no quería fama.

Me río porque sé que intenta quitarle hierro al asunto. Ahora mismo todavía me cuesta bromear con eso pero espero en un futuro poder hacerlo.

—Y ni siquiera fue por ti.

Los mellizos comienzan a hacer ruidos para llamar nuestra atención.

—Ya se han cansado del otro.

Me acerco a ellos, ya que yo soy la que está a su lado y cojo a uno para dárselo a su padre y yo me quedo con la otra. Los ponemos encima nuestra para que vean la pantalla pero no parece que vayamos a tener éxito porque se miran cómplices y se dan la vuelta e intentan escalarnos.

—Creo que lo han planeado. —Dice Jake.

— ¿Crees? Esto es un complot.

Se suben lo suficiente como para babearnos las caras, aunque nosotros les ayudamos un poco a que subieran.

Le empiezo a dar besos en la cara y creo que Jake termina por hacer lo mismo con Max.

—Sí ya están haciendo trastadas con cuatro meses y poco, no quiero imaginarme cuando crezcan. —Digo entre risas.

—No van a crecer.

Sí, Jake está en negación.

Comienzo a reír a carcajadas. En parte por Jake y en parte porque Elle me está haciendo cosquillas.

—Creo que estás en negación.

—Puede ser, pero ¿sabes qué podemos hacer? Cuando vayan creciendo, tenemos otro, y cuando ese crezca, tenemos otro...

Arqueo la ceja.

— ¿Crees que soy una incubadora?

—No, pero —coge a Max—, ¿has visto lo bien que nos salen?

Me río.

—Te doy la razón pero uno más y ya iremos viendo.

— ¿Quieres empezar ya a buscar? —Abre los ojos ilusionado.

Vuelvo a reír y niego con la cabeza.

—Ya te avisaré.

Me da un beso en los labios.

—Y yo te estaré esperando.


2 capítulos más y el epílogo y acabamos.
Gracias por leerme,
Besos, Lucía

Gracias por leerme, Besos, Lucía

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