Estaba planeando la fiesta del sexo de Sabrina. La semana que viene acudiría al ginecólogo con ella y allí me darían el sobre en el que estaría el sexo escrito y lo más pronto posible tenía que celebrarse. Ya había encargado los coches de los dos colores, el recorrido, los globos de colores y había hablado con la pastelería para encargar dulces y la tarta. Tenía que darles la noticia nada más saberlo si quería que todo estuviera para el día siguiente.
Ahora me encontraba en una videollamada con la editorial. Intentaba prestar toda la atención posible pero las náuseas me estaban matando. Ya había ido al médico y me había dicho que era anemia, por lo tanto se supone que la pastilla surtió efecto. Aunque hasta que no me venga la regla en unas semanas, no estaré tranquila.
—Hemos pensado en adelantar el lanzamiento del libro en unos dos meses.
No era estúpida en saber que era porque mi relación con Jake era pública y la presión mediática estaba ahí.
—Si veis que el libro está bien, con todas sus correcciones, portada y demás, por mí no hay problema.
—Estamos comprobándolo y solo nos faltaría tu visto nuevo cuando vinieras, ya que no hemos visto ningún error más que corregir.
—Además revistas y programas quieren hablar de él. —Comentó el publicista.
Fruncí el ceño. Con los anteriores apenas había tenido entrevistas y ahora era diferente. Lo que tenía ser "la novia de".
—Entiendo las entrevistas pero no pienso hablar de mi vida privada o de mi pareja.
—Pero quizás algún dato, sabes que podrías aprovecharlo.
Cómo se nota que era un hombre porque hasta mi editora lo miró mal.
—Sé que lo fácil sería hacer eso, venderme como la "novia de Jake Kilian" pero he publicado dos libros, tengo una comunidad de seguidores que se leen mis libros por una aplicación y para conseguir aquello no me ha hecho falta decir quién es mi pareja o hablar de mi vida privada. No quiero que mi éxito esté ligado a él si puedo evitarlo como por ejemplo no hablando de mi vida privada.
Los dos asintieron pero no muy convencidos.
—Quizás pierda entrevistas y publicidad pero no me importa. Quiero que dejéis claro que voy a hablar de mis libros no de mi vida privada.
Dicho lo cual, quedamos en vernos en unas semanas. Salí de la conversación y me levanté para ir al baño. Me tambaleé un poco pero no era la primera vez. Me estaba tomando el hierro que me habían mandado y en unos días, seguro que volvería a la normalidad.
Cuando terminé, me fui a la terraza con el ordenador. Lo malo de estar tanto tiempo en casa era que Jake no estaba conmigo tanto como me gustaría. Tenía que buscar alguna afición más allá de ver series, leer y escribir, antes paseaba a Finn pero me siento tan débil que es Debbie, la asistenta, la que lo está paseando estos días.
Me metí en mis redes sociales, de las que no solía estar demasiado activa. Siendo honesta, solo me había metido para avisar en las nuevas actualizaciones y nada más. Me metí en las notificaciones y pude ver que un gran número de personas había comenzado a seguirme y en cómo las visualizaciones a mis libros habían aumentado también. Ahora entendía la prisa de mi editorial. Estaba en un foco y pensaba que me afectaría más de lo que realmente me estaba haciendo.
Vi que estaba etiquetada en algunas fotos de los paparazzis y club de fans de Jake. No había tenido tantas interacciones en mi vida. Pero entonces me fijé en una foto, era la que nos tomaron sin previo aviso en la cena del padre de Jake. Y precisamente la había subido mi novio a su cuenta. No sé qué era peor si el que no me hubiera dicho nada o yo no haberme dado cuenta. Decidí darle un me gusta y comentar con unos corazones. ¿Debía hacer lo mismo? No estaba segura y hasta no estarlo del todo no quería hacer nada.
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Entre nosotros
RomanceAmber siempre ha tenido muy claro lo que quiere hacer: escribir. Pero cómo es tan dificil cuando acabe la carrera será profesora. Jake es un futbolista profesional que acaba de empezar. Una noche ambos se encuentran y comienzan una relación, pero la...