Habían pasado dos semanas desde que Jake se había ido. Quería que me fuera al día siguiente de que me pidiera que me fuera con él, pero tenía que aclarar mis asuntos aquí. Renuncié en la academia donde daba clases, recogí mis cosas del piso de Alexia, doné algunas de mis pertenencias, dejé alguna que otra cosa a mi hermana y lo demás lo mandé a casa de Jake. Arreglé los papeles porque al no estar casados, tenía que explicar por qué me mudanza y no sé qué cosas más. Aunque el hecho de pertenecer a la Unión Europea ayudaba bastante en cuanto a este papeleo.
Como había mandado todo en cajas, lo único que llevaba en mi maleta era ropa para aquellos días en los que no tuviera mis pertenencias, algunas cosas de higiene, mi ordenador, libros... Vale, puede que llevara más cosas de lo que me hacía creer.
Lara me había traído al aeropuerto y lloraba.
—Si en nada estaré aquí de nuevo.
—Lo sé, es solo que me entristece que no nos veamos tan seguido pero a la vez me alegro de que hayas decidido luchar por Jake.
La abracé.
—Por cierto, sé que nos pediste que no te dijéramos nada de la prensa... pero tu culo se ha hecho viral.
— ¿Qué?
—Cuando fuisteis en barco os tomaron fotos.
—Mira que se lo dije...
—Todavía no saben quién eres pero ya se rumorea que eres la chica palomitas...
— ¿Por qué me lo dices ahora?
—Primero porque dijiste que no querías que nadie te dijera nada y segundo, porque ahora que ya es como real que te vas con él, tienes que estar lo más mentalmente preparada para saber lo que te espera.
—Y el cabrón no me dijo nada.
—Seguro que no le hizo mucha gracia.
Me despedí de mi hermana y de Eric y me fui ya para embarcar. Aún me quedaba un buen rato allí pero daba igual. Fui a una librería y no pude evitar emocionarme al ver uno de mis libros allí. Eso me recordó a que tenía que firmarle los dos que le llevaba a Jake...
Mi mente se fue a los periódicos y revistas y lo pude ver. Habían pasado dos semanas pero mis fotos desnuda estaban por todos lados. Había fotos de cuando estuvimos follando en el mar, aunque por suerte podía disimularse un poco, y parecía más que estábamos calientes a que estuviéramos acostándonos. Pero la otra... era él agarrándome y el plano entero de mi culo. Compré la revista porque pensaba echárselo en cara. Le dije que seguro que nos hacían fotos y él diciendo que no.
No estaba enfadada ni mucho menos. Pero joder, qué vergüenza. Y encima cómo sabía que había pedido que no me dijeran nada, se había aprovechado.
Me metí en el avión y saqué los dos libros para firmarlo. La dedicatoria de la novela fue bastante fácil de hacer, en cuanto al poemario... eso era otra cosa.
Era difícil ponerle una dedicatoria a la persona a la que iba dirigida los poemas. Era difícil que él fuera a leer cómo me sentí después de que rompiéramos la relación. Costaba pensar que él llegaría a saber todo lo que sentí.
Y es cierto que en ninguno de los poemas me enfado, o le echo la culpa, sino que más bien me la echo a mí. Pero la posibilidad que él pueda leer eso. Saber eso... porque es lo suficientemente inteligente para atar cabos.
Pero si no lo había leído ya, cuando descubrieran quien era yo, no tardarían en intentar descifrar algo de nuestra historia en cualquier cosa que yo haya publicado. Suspiré y después de un buen rato pensando comencé a escribir.
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Entre nosotros
RomanceAmber siempre ha tenido muy claro lo que quiere hacer: escribir. Pero cómo es tan dificil cuando acabe la carrera será profesora. Jake es un futbolista profesional que acaba de empezar. Una noche ambos se encuentran y comienzan una relación, pero la...