CAPITULO 2

99 28 3
                                    

Los chicos se dirigieron a la cafetería, cuando sus superiores terminaron de hablar. Adam se tuvo que quedar unos minutos más con Ancel, el alfa no aceptaba ese comportamiento, así que le advirtió que solo tendría dos avisos más antes de ser castigado severamente, el beta tembló de miedo al ver la mirada de su capitán, segundos después encontró a sus compañeros en la cafetería, aún no se habían sentado.

-Al capitán le han metido los dedos hasta el corazón...- se quejó a Shilo, mientras ponía un plátano en su bandeja - Pensaba que los superiores de Zank eran duros, pero el pequeño de los Hoffman les gana a todos por goleada.

-No debiste enfadarlo, Peters...- el alfa hablaba en serio - Escuche que el último hombre que se enfrentó a él termino en urgencias, y ahora no puede ponerse de pie.

-Son solo leyendas, Doham - Carsten estaba muy atento a la conversación - Antes de ser capitán, el señor Hoffman era un soldado común en una de las brigadas de Ylesa, pero al ser el nieto de uno de los grandes accedió deprisa.

-No es la primera vez que es el capitán de una brigada en Ylesa - los tres se sentaron en unas mesas alejadas de los demás - Dicen que el señor Frey es el único que quedo con vida de su antiguo equipo - Shilo hizo como si tuviera miedo - Entre ellos dos terminaron con la vida de todos los del equipo.

-No digas estupideces, Doham...- Adam lo miro con miedo - Soy demasiado joven para morir, no quiero que un malhumorado como el capitán termine conmigo.

-Pues no le hagas enfadar de nuevo, Peters...- el beta asintió - Puedes terminar sin piernas.

-Prefiero eso antes que morir, la verdad - suspiro y tomo un gran trozo de carne de su bandeja - Johann ¿Qué te pasa? No hablas, ahora no está prohibido, estamos en nuestro descanso, siéntate con nosotros.

Johann pasaba por delante de ellos, quería ser invisible ante sus ojos, iba a comer deprisa para poder ir a ver a Jaziel, pero Adam lo vio. Carsten le señalo un asiento a su lado y le hizo una gran sonrisa, el pelirrojo parecía el más tranquilo de esos tres.

-Vamos, tenemos que conocernos un poco más...- puso su brazo alrededor del cuello de Johann, algo que a él no le gustó mucho - El capitán no se ha enfadado contigo, cuando has hablado.

-El señor Frey, me pregunto por nuestro compañero, en ese momento tenía permiso para hablar - aparto la mano de Carsten sin contemplaciones y limpio su hombro - Deberíais tomaros este trabajo con más seriedad.

-Aquí tenemos la versión en miniatura del capitán... - se burló Shilo, haciendo reír a los otros dos - Solo falta que pongas cara de no haber cagado en una semana, ahí serias igual que él.

-Hablo enserio, estáis aquí para proteger al país, no para hacer tonterías...- Adam bufó, al escuchar a su antiguo compañero - Te castigaron miles de veces por desobedecer, es que no has aprendido nada, Adam.

-Sigues siendo el Johann que conozco, tan aburrido y soso como siempre, te falta un poco más de vida - el beta lo provoco con el plátano - Hay algunos que son más grandes que estos, cerca de la base está ese barrio tan famoso, podríamos pedir permiso para ir allí.

Johann se levantó de allí, no quería seguir escuchando a Adam, había visto todo los castigos a los que había sido sometido, lo vio sufrir por ellos, pero no aprende. Se sentó al lado de Jire, ya que todas las mesas estaban ocupadas por las demás brigadas, pareciera que nadie quisiera acercarse a ese alfa.

-¿Puedo sentarme aquí? - el alfa asintió sin mirarle a los ojos - Perdón por molestarte, comeré rápido y me iré.

-No te preocupes, Simons...- lo vio sonreír o fue su impresión, parecía ser menos serio que antes - No me molestas, eres el menos escandaloso del grupo - le paso las servilletas que estaban a su lado - ¿Conoces a ese chico? Me refiero, al que está en la enfermería.

Amor en la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora