CAPITULO 92

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Johnson estaba molesto por sentir la piel de Helmut fría mientras lo tocaba, podía notar como respiraba y ver algunas venas por su cuerpo, su piel pálida le dejaba hacerse una idea de cuál era el recorrido de sus venas. Beso su mejilla con una extraña delicadeza, gozaba de la idea de poder disfrutar de su plenitud dentro de poco.

Sus manos pasaron por el cuello de Helmut, tenía una extraña necesidad de apretarlo, podía escuchar la voz del omega o lo que creía que era su voz, le susurro un "Eres mío, al fin", antes de seguir bajando por su cuerpo, Helmut carecía de aroma propio, algo poco característico de los omegas de su índole, aunque hubiese estado marcado, podían percibirse un leve rastro de feromonas dulces, pero él ya no contaba con eso.

-Sabes cuánto ansié este momento, Helmut...- este seguía con los ojos cerrados, tenía miedo de ver a Johnson directamente a la cara - Te quiero, eres mío.

Al quitarle la camisa pudo ver de nuevo la cicatriz del disparo, había intentado disimular la marca, pero seguía en el mismo lugar, era como si no quisiera que se fuera, apoyo su cabeza sobre el pecho del omega y sonrió. Los latidos eran débiles, pero constantes.

-Te amo...

Johann miraba de reojo la escena, aunque para él tan solo una sombra moviéndose, podía escuchar casi con claridad las palabras de Johnson, le provocaban nauseas la manera que tenía de hablar con el cuerpo de Helmut. Ni siquiera pensaba que pudiera sentir algo.

Intento mover uno de sus dedos pero estaba completamente paralizado, Johnson le había dado algo de nuevo, quiso hablar o emitir algún sonido, pero su voz no quería salir. Llamo de nuevo a Ancel, estaba desesperado, llamaba al alfa a través de su marca, todo el tiempo, pero nunca obtenía respuesta, así que se resguardo con la idea de que en realidad el capitán nunca lo había querido. En esos momentos lo necesitaba, nunca había estado tan asustado en su vida.

-No deberías poder llorar... - le recriminó Johnson cuando se acercó a él, su espectáculo había terminado al dejar completamente desnudo a Helmut - Es muy molesto tener que limpiarte porque tienes que llorar, deja de hacerlo.

Johnson le apretó el cuello a Johann, que sintió que eran sus últimos momentos, el alfa no aflojaba su mano, las llamadas a Ancel eran inútiles, Johann estaba pensando en eso, mientras las lágrimas seguían cayendo sobre sus mejillas. Johnson le grito para que se detuviera. Johann no podía controlarse, las lágrimas seguían cayendo sin control.

-Te estoy ordenado que te detengas, maldito omega... - Johann abrió la boca para gritar, al sentir que Johnson clavaba algo en su cuerpo - Aún no te he hecho nada, maldito omega.

Una descarga eléctrica le recorrió por todo el cuerpo al sentir que Johnson se subía encima de él, el alfa seguía sin quitarle las manos del cuello, pero había dejado de apretar. Johann tan solo podía una mancha negra frente a él, que le gritaba todo el tiempo.

Johnson comenzó a golpear el cuerpo de Johann con furia para que se detuviera, el omega emitía una especie de quejido que no llegaba a escuchar. Johann sintió como si le estuviera triturando todos los huesos, su cuerpo se estaba no reaccionaba a los golpes, sus manos no le hacían caso cuando les pedía que se defendiera.

-Pensaba en darte a Helmut completamente limpio, eres tu quien se está ganando esto - Johnson evitaba darle en el pecho, el estómago era su blanco fácil - Si dejases de llorar, yo dejaría de hacerte esto, eres tu quien se lo ha ganado, maldito omega.

Tan solo se detuvo al ver entrar a uno de sus hombres a la habitación, acompañado de Karl, quería que el alfa viera lo que era capaz de hacer, era una forma más de vengarse de su antiguo amigo. Karl grito de terror al ver la escena, no sé esperaba encontrarse a Johnson encima de Johann, no podía ver bien la cara del omega, eso era lo que más le asustaba, temía que Johnson ya lo hubiese matado.

Amor en la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora