CAPITULO 14

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Johann tuvo que aprender a esconder su marca, ante los ojos de sus compañeros, por suerte, aquella mujer le enseño varios trucos para cubrirlo con éxito, sin llamar la atención. Una parte de él se sentía mal al estar separado por demasiado tiempo de Ancel, su parte omega se había vuelto demasiado celosa, empezó al tercer de estar marcado, cuando vio a Wagner cerca del capitán. Estuvo a punto de reclamarlo como suyo, pero eso lo delataría. Por otra parte, estaba Johann, que no quería saberse nada de lo que paso aquella noche, le pidió a Ancel que lo olvidará, pero este le hizo caso omiso.

Ancel tampoco se libraba de los celos, al oler las feromonas de otros alfas en su omega, sentía ganas de atacarlos, sabía que era inevitable. Johann había aceptado de mala gana, ser su pareja enlazada, hasta encontrar la manera de romperlo, con la condición que no le contará nada a nadie, los dos estarían en peligro si lo hacía.

Ambos intentaban parecer impasibles, ante los ojos de sus compañeros, delante de ellos no mostraban ningún tipo de sentimiento, incluso el capitán se volvió un poco más duro con Simons. Al vice-capitán, no le extraño, actúo así con él desde el primer día en que llegaron, pero ahora solo estaba pendiente de lo que hacía Johann.

-Simons...- era la quinta vez que lo llamaba desde que habían comenzado el entrenamiento – Cambie de compañero, pónganse con el señor Peters.

Jaziel se quedó bastante confundido cuando Johann le hizo caso, antes hubiese preguntando porque debía hacerlo, pero no lo hizo. Shilo fue su compañero, la siguiente hora, el alfa era menos amigable que su fiel compañero, no dudaba en atacarlo si veía la ocasión.

-Cohem ponga atención a su rival, no mire a Simons...- le advirtió el vice-capitán – Debe atacarlo usted también, si Doham vuelve a tirarlo al suele, deberemos considerar hacer más clases extras, falta poco para el examen, recuérdalo – el alfa asintió algo triste – Marx sigue atacando a Klein, no te quedes escuchando las conversaciones de los demás.

Ancel estaba de pie al lado de Wagner, el alfa no quitaba la vista a un punto fijo, el vice-capitán se pudo fijar en que el rostro del capitán cambiaba de expresión según lo que estaba viendo, parecía enfadarse cada vez que veía que Adam golpeaba a Johann, también apretaba su mano sobre el brazo que estaba apoyado.

-¿Hay algo que este mal? – el alfa negó con la cabeza - ¿Ocurrió algo con el señor Simons?

-No...- apretó su mandíbula cuando vio al omega en el suelo – Parece que en vez de mejoras, va yendo en declive cada día.

-Eso no fue lo que le dijiste al mayor cuando hablo con usted, incluso su hermana se sorprendió cuando le escucho alagar a uno de sus hombres – Ancel lo miro de reojo – Hace unos días que usted está extraño, debería ir a la enfermería, faltan dos días para el examen.

-Me encuentro perfectamente, Wagner – el beta negó con la cabeza, resignándose – Reúnelos, tenemos que comunicarles algo importante.

Johann se puso lo más alejado que pudo de Ancel, cuando el vice-capitán les ordeno formarse delante de ellos, pudo ver la cara de disgusto que puso su capitán, y sonrió interiormente. No se iba a dejar engañar tan fácilmente y menos por un alfa.

-Antes de ir a Udreka, tendréis que pasar todos por la enfermería – hablo Wagner – Debido a que no habéis estado nunca allí, os deben poner una vacuna, existen varios insectos venenosos – Adam se iba a quejar, pero no tuvo tiempo – Revisaremos que todos os lo hayáis puesto, antes de salir, es obligatorio, nadie puede faltar a la cita, podéis pasar entre hoy y mañana, la señorita Naomi os estará esperando.

-¿Qué ocurriría si no nos pusiéramos la vacuna? – Jire se había vuelto más hablador esos últimos días.

-No se os permitirá salir de Ylesa, solo os debéis poner una – aclaro, al ver las caras que estaban poniendo – La vacuna, se pone una vez al año y si es estrictamente necesario, no haréis todas las misiones en Udreka, por eso no os tenéis que preocupar.

Amor en la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora