CAPITULO 45

29 11 0
                                    

El capitán sintió como su corazón se detuvo durante una milésima de segundo, al escuchar las que le había dicho su hermano antes de colgar de nuevo la llamada. Johnson estaba con él, su estómago se contrajo al pensar en aquel hombre. Nunca lo ha visto en persona, pero él era el causante de la muerte de sus padres y de millones de personas más, ahora tenía a su hermano y a dos de sus hombres.

-¿Qué vas a hacer? – Ancel observo a Wagner, tenía un mal presentimiento – Capitán.

-No lo sé, no sé qué coño podemos hacer en estos momentos y el idiota que tengo detrás no sirve de mucho... -el vice-capitán se hubiese ahogado en ese momento si no fuera porque era beta, las feromonas de Ancel lo hubieran hecho enloquecer- Estamos en esto, por culpa de este infeliz.

-Ancel, relájate...- el coche iba haciendo eses por la carretera, Wagner tenía miedo de que se chocará con algo – Mantén la mente fría, tenemos que pensar en algo para ayudarlos.

-¡Voy a matarlo! – la voz del capitán sonó feroz, haciendo que su compañero se pegará a su asiento – Lo mataré y colgaré su cabeza en lugar más alto de Drasalla, para que pueden verlo.

Johnson siguió pateando a Johann, hasta que estuvo satisfecho. Walter no podía hacer nada para ayudarlo en esos momento, el alfa estaba arrinconado por varios hombres que lo apuntaban con diferentes armas.

-Eres el juguete del pequeño Hoffman ¿verdad? – el omega escupió sangre por la boca, cuando apretó sus mejillas – Yo también tenía un juguete que me gustaba bastante, pero me lo arrebataron.

-Pobrecito ¿vas a ponerte a llorar? Johnson – Johann sonrió, cabreando aún más al alfa, el cual lo lanzó al suelo - ¿Qué le has hecho a mi hermano? – contuvo un grito de dolor cuando intento reincorporarse - ¿Qué hace Gunter contigo?

-Lo mismo que haces tú, en la cama del pequeño Hoffman...- los ojos del Johann ardieron de ira – Él me acompaña cuando tengo que atender a más de un omega.

Varios hombres sujetaron a Johann por la espalda, obligándolo a levantarse, el omega volvió a escupir sangre cuando sintió un gran dolor invadiéndole. Johnson lo miraba impasible mientras sus hombres empezaban a golpearlo de nuevo, el alfa ordeno que se detuvieran cuando estuvo satisfecho, necesitaba que estuviera vivo para hablar plácidamente con Ancel.

-Atadlo y a él también...- señalo a Carsten – De espalda, apretad bien las cuerdas, no queremos que se escapen en un descuido ¿verdad?

-No vas a conseguir nada si sigues con esto, mi abuelo te volverá a ganar...- Johnson comenzó a reírse al escuchar a Walter hablar - ¿Cuánto tiempo crees que podrás seguir con esto? Mi abuelo te mato un vez, lo volverá hacer.

Johnson camino despacio hacía Walter, el alfa intento dar unos pasos hacia atrás para alejarse de él, pero no había manera humana de moverse. El tercero empezó a darle pequeños golpecito en la mejilla al alfa, cuando estuvo lo suficientemente cerca de él, siguiendo el mismo ritmo, quería darle un mensaje a ese pequeño miserable que estaba delante de él.

-Walter Hoffman, o mejor dicho el olvidado, ni siquiera tus padres te quisieron cuando naciste, tu abuelo, al que tanto idolatras...- sonrió mostrando sus dientes de tiburón – Ni siquiera te tiene en cuenta en las misiones, y siempre tienes que inventarte uno para sentirte parte de él, pobre miserable.

-No conoces a mi abuelo, Johnson.

-Créeme lo conozco mejor que tú, yo estuvo a su lado todo el tiempo, pero a diferencia de ti, no tenía que ser la sombra de nadie para ser importante – los golpecitos, cambiaron a una suave caricia – Dime, miserable ¿con quién te comparas más? Tú hermana, la inteligente y letal Editha, secretaria del mayor Hoffman o tu hermano, el pequeño e imprudente Ancel, capitán de primera línea al mando del mayor Hoffman.

Amor en la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora