CAPITULO 54

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Hace tres años...

Walter salía de Dapper Sneak demasiado mareado, para recordar lo que había pasado, el alfa maldecía al aire a una tal Garnett, le había hecho perder el tiempo, para después desaparecer de la habitación donde se encontraba. Walter se dio la vuelta para poder ver de nuevo la puerta de aquel local.

-Puta omega, te voy a matar...- limpio su nariz con enfado, seguía maldiciéndola – Te mataré lo prometo.

Comenzó a discutir con una farola que se cruzó en camino, la golpeo con fuerza, haciéndose daño en la pierna, cojeo hasta el otro lado de la acera. En su cabeza, todo el mundo se encontraba en su contra aquel día.

Discutió por la mañana con Editha, por haber llevado a uno de sus hijos a un lugar demasiado peligroso para él, Ancel se burló de él por haberla enfado y Sven escondió a su sobrino en su habitación para que no se acercará a él pequeño. Su abuelo no tardó en llegar a casa, abofeteo varias veces su mejilla por haber perdido a uno de sus nietos. Walter solo lo había llevado a una pequeña feria.

-A ti también te odio, estúpida hermana...- grito al aire, sabía que Editha no sé encontraba cerca, no había ningún peligroso – Incluso te compro globos, mocoso – apretó su puño con rabia.

La conversación consigo mismo siguió hasta llegar a un mostrador, las luces estaban apagadas, pero había alguien dentro, habían roto el cristal de la puerta con lo que creía que era una piedra, vio dicha arma cerca de la puerta, quien hubiese sido tendría muy buena puntería. Walter retuvo una arcada, cuando el alcohol volvió a subir por su garganta, estaba dispuesto a irse, cuando escucho algo caerse.

El cuerpo de un hombre se encontraba tendido en el suelo, con una herida bastante grande en su frente, delante de él, había un pequeño omega sujetando un candelabro, su respiración estaba demasiado agitada, unas gotas de sudor caían por todo su cuerpo.

Walter se olvidó de que estaba borracho al ver la escena, el pequeño omega lo observo con terror, se sujetaba de la mesa que estaba detrás de él, en la mano seguía sujetando el arma en lo alto, mientras intercalaba mirar a aquel hombre y a Walter.

-Ayuda...- su voz apenas se podía escuchar, su rostro estaba completamente descompuesto.

El omega estaba completamente desnudo, tenía varias marcas defensivas en su cuerpo, antes de golpear a aquel hombre, había intentado separarlo de él, tenía una marca horrenda en el cuello.

-Por favor – Walter lo sujeto antes de caerse al suelo, aquel chico parecía estar muerto.

Walter golpeo con cuidado su mejilla, pero este no le respondía. Su cuerpo estaba tan delgado que tenía miedo de romperlo, sus huesos se notaban bajo la delgada capa de su piel, estaba increíblemente pálido, como si no hubiese salido por años.

El hombre del suelo movió una de sus manos, se estaba despertando, aunque confundido. Llamo al pequeño omega para que lo ayude, insultándolo de paso. Walter pago su frustración del día con él, lo golpeo hasta cansarse y se llevó a aquel chico.

-Sabrás más de mí dentro de poco – lo amenazó – Le comunicaré a mi abuelo, lo que ha ocurrido está tienda, malnacido.

Gian comenzó a temblar al notar el frio de la calle, Walter lo cubrió con su chaqueta para darle calor y camino lo más rápido posible hasta su casa. Karl no podía ver al pequeño omega, le haría demasiadas preguntas que él no quería contestarle, así que lo llevo apartamento que había comprado a espalda de su familia, solo lo utilizaba cuando necesitaba huir de sus hermanos o llevaba algún amante.

-Gian, tú serás la excepción en esta ocasión...- sonrió, el omega emitía sonidos de dolor – Estás a salvo, pequeño omega.

Subió las escaleras hasta el segundo piso con algo de dificultad, el alcohol aún seguía ocupando una parte de su cuerpo, se mareo al llegar al primer piso, tuvo que abrazar con fuerza a Gian para que no se cayera, unos segundos después siguió subiendo. Gian comenzó a toser de la nada, su boca se llevó sangre, Walter tuvo que sujetarle la cabeza para que no se hiciese daño, cuando termino, limpio sus labios con la manga.

Amor en la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora