Johann decide entrar en el ejército para proteger a su hermano menor.
Los omegas tienen prohibido ingresar, así que quiere hacerse pasar por beta.
Tendrá que hacer todo lo posible, para que no se den cuenta de su secreto.
Un imprevisto hace que lo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Johann se cansó de estar sentado, su capitán lo observaba desde una distancia prudencial, tenía miedo de que lo volviera a atacar. Intento levantarse para ir a por él, el alfa de Ancel estaba reaccionando, a sus feromonas de omega, él también estaba sufriendo al no hacer nada por tomarlo.
-Capitán...- lo observo con lágrimas en sus ojos, su cuerpo se estaba convirtiendo en un auténtico infierno – Por favor, ayúdame.
Comenzó a juguetear con sus manos, quería llamar su atención, pero nada estaba sirviendo. Gimió al ponerse una de su mano sobre el pecho, estaba extremadamente sensible, un simple toque lo hacía temblar. Ancel se acercó a él cuando cayó al suelo, pensaba que había perdido la conciencia, Johann sonrió al poder sentirlo de nuevo pegado a él.
-¿Por qué nos engañaste? – no le respondió, quería quitarle el cinturón de nuevo – Simons ¿Por qué estabas aquí?
-Tenía calor.
Puso la mano de Ancel sobre su pecho, al sentirla fría, se estremeció, necesitaba eso, busco desesperado su otra mano, el alfa estaba dejando que hiciera lo que quisiera. Apoyo su cabeza sobre su pecho y suspiro. Podía escuchar la respiración entrecortada de su capitán, se estaba controlando, Johann bajo una de sus manos, hasta llevarla a su pene.
-Tómame por favor, capitán...- cerró los ojos – Necesito, que me ayudes.
Ancel acostó a Johann sobre el suelo, el omega hizo una mueca de tristeza cuando se separó de su lado. El capitán estaba confundido, una parte de él le pedía irse de allí y otra le decía que quería quedarse a su lado.
Paso su mano sobre una de las piernas de Johann, haciendo que este jadeara, el pecho del omega subía y bajaba cada vez más deprisa, su perdición fue cuando se agacho a su altura. Johann lo beso con desespero, su lobo interior le pedía que ese fuera su omega, estaba extrañamente feliz a su lado. Apoyo sus manos en el suelo, cuando casi fue derribado por él.
El pene de Johann llevaba tiempo erecto, salía un líquido extraño de su interior, eso intensificaba sus feromonas, Ancel termino rodeado de ella sin darse cuenta. El capitán fue besando poco a poco el cuerpo del omega, haciendo que este jadeará a cada tacto, estaba esperando a que llegue al final.
-¿Puedo? – Johann le contesto en un gruñido – No te quejes mañana, Simons...
Rodeo la polla del omega con su lengua, haciendo que arqueara la espalda, Johann gemía cada vez más fuerte, el capitán no sé detuvo incluso después de que se viniera. El omega sentía su cuerpo como si fuera flan, no podría levantarse ni aunque quisiera.
Ancel subió una de las piernas de Johann y la dejó apoyada en su hombro, él le estaba pidiendo más, incluso en aquel estado, y sabiendo que se arrepentiría cuando volvería a ser el de siempre. El capitán metió dos de sus dedos en el interior del omega, el cual apretaba con fuerza, sentía como si sus dedos se fueran a partir ahí dentro. Comenzó a hacer pequeños círculos, fijándose en la mirada de aquel hombre.
