CAPITULO 96

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Karl amenazo al alfa que estaba gritando con el arma que había robado, mientras abrazaba a Johann, no iba a dejar que se acercarán a él, lo cubrió de nuevo cuando se acercaron nuevos soldados. Pensaba que había perdido.

Ancel apareció con el rostro desencajado, cuando escucho el nombre de Johann. Vio cómo su abuelo apuntaba a uno de sus hombres directamente en la cabeza y no le quitaba la vista. En sus brazos estaba el cuerpo de Johann cubierto, se negaba a enseñarlo. Karl estaba desesperado, no quería que le hicieran daño.

-Marx, Rolan, cubrid a mi abuelo – Karl le gruño a Ancel cuando intento acercarse a Johann – Wagner, ven aquí...

-Johann... - le tembló la voz cuando pronunció su nombre – No respira.

-Roux, trae la bombona de aire... - grito Ancel, sin apartar la mirada de su abuelo – Rápido.

Karl se rehusaba a poner a Johann en el suelo, aunque Ancel se lo estuviera pidiendo, no estaba seguro si estaba bien hacerle caso. Podía ser que Johnson lo intentará engañar de nuevo, usando a alguien parecido a su nieto, no estaba dispuesto a dejarlo ganar de nuevo.

-Johann... - Ancel toco la mejilla del omega y sonrió – Estoy aquí, despierta, vamos, despierta.

Tuvieron que ponerle la mascarilla de aire con cuidado, Karl los atacaba si se acercaban demasiado a Johann. Ancel sonreía mientras miraba a Johann, su corazón lo sentía incompleto, tenía a su omega delante, pero no lo sentía como su omega, Karl dudo en enseñarle la nuca, él había visto lo que había pasado.

-Sigue frío...- el capitán asintió, no podía hablar, no sabía que decir – Respira, pero sigue frío.

-Capitán ¿Qué hacemos ahora? – Ancel miro de reojo a Carsten – Están reteniendo a los soldados de Johnson para que no sé acerquen, no es seguro seguir aquí, la bombona no tiene tanto aire para ayudar a Johann.

-Wagner, moviliza a todos, Marx y Rolan llevaran a Johann y mi abuelo al camión, allí hay suficiente espacio para ellos – el beta no le respondió, estaba confundido, había sido demasiado fácil encontrarlos - ¿Me estás escuchando? Necesitamos llevarlos a un lugar seguro.

-Ancel ¿no está demasiado tranquilo? – Rolan miro en la misma dirección que Wagner - ¿Dónde está Johnson? Hemos visto a sus hombres, pero no a ellos, es muy raro.

-Tenemos que llevar a Johann a un lugar seguro, Wagner, no estés pensado en esas cosas ahora – el beta no sé movió de la posición que estaba – Yo buscaré a Johnson para detenerlo, pero necesito que Johann esté bien.

-Capitán, ya no están atacando, se han ido todos – avisó uno de los soldados – No queda ninguno en el pasillo ¿Qué hacemos ahora? Creemos que no nos están el camino libre, ellos también parecían confusos con la orden.

Johann abrió uno de sus ojos, las feromonas del hombre que tenía al lado, necesitaba tocarlo. Su garganta ardía tanto que no podía llamarlo, su marca le picaba, lo estaba reconociendo, pero parecía que quería rechazarlo, una lágrima cayó de sus ojos cuando Ancel lo llamó.

-Johann... - las manos del alfa le dolían en su mejilla, no le gustaba, pero le echaba de menos, quería que siguiera tocándolo, necesitaba sentirlo cerca de él - ¿Estás bien?

-Capitán, miré el suelo... - le advirtió Carsten – Esto no es bueno, parece ser mucho ¿han herido a Johann?

-Johnson lo golpeo, no sé durante cuánto tiempo, cuando llegue él estaba encima de Johann y sonría, sus manos estaban rojas – Karl no sé atrevía a mirar a su nieto en ese momento – Lleva sangrando desde hace tiempo, decía que estaba bien, pero creo que me mentía.

Amor en la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora