No me sentía nada cómodo, era incluso lo contrario, tampoco me creía capaz de nivelar mi enojo.¿Porque?
Park BoGum
El maldito Sargento Park había sido enviado sustituyendo a no se quien mierda se había largado, ahora lo veía risa y risa mientras le hablaba a Kim.
¿Por que mierda no se ríe conmigo y con él si?
-¡Comisionado Kim!
-Umm
-¿Tanto te gusta?
-¿Quien?- no entendía a lo que se refería.
-Kim, no dejas de mirarla como acosador.
-¿Porque tiene que acercarse tanto a ella para hablarle?- salió de mis labios sabiendo que nada haría con tratar de ocultar lo que pienso, no con él.
-Le gusta, eso es obvio- puse los ojos en blanco, no se debe ser un genio para saberlo. -La pregunta está en ¿ella está interesada?- me encogí de hombros, se comporta distinto conmigo y follamos. -¿Que tienen exactamente ustedes dos?
-Follamos
-Eso es bueno, ¿porque parece que quieres más?
-No se si quiero más ese es el problema. No me permite dar un paso hacia ella, si lo hago ella da dos hacia atrás, es frustrante.
-Cambia de estrategia.
-La invite a comer, a cenar y se negó. A follar si se apunta pero a lo demás es como si le hablara de la Cruz a satán.
- A ver si te entiendo, ¿te estás quejando porque una mujer quiere solo sexo y nada más?
-Ni siquiera yo me entiendo- pronuncié cansado.
-Usa el sexo a tu favor entonces- llevé mi vista a el, esta se había movido por petición de uno de los instructores y ahora estaba lo suficientemente lejos del idiota, al menos. -Dale la mejor puta follada de su vida, hazla volver a ti cada vez que quieras.- reí.
-¿Crees que no lo hice ya?, le dije que seríamos exclusivos ¿y sabes lo que me dijo?- negó -Qué no, que si alguien más me gustaba no debía sentir ataduras.
-Es perfecta- dijo con dramatismo.
-No seas idiota y quita tus ojos de ella.- lo vi reír al imbecil.
-Descuida, soy del 1% del pelotón que no la mira con morbo.
-¿Y el 99% restante?
-No se la tiraría para no acabar con la mandíbula destrozada.- lo vi reír. -¿No sabias?, se regó el rumor de que la persigues, los hombres no se le acercan para no acabar golpeados y las mujeres la envidian.
-Eso no le impide al idiota caerle encima como mosca.
-Apenas llegó, dale unos días.
-Me voy mañana
-Así supe, ¿cuando regresas?
-En poco menos de una semana
-¡Ay viejo!
-¿Que?
-La dejarás con los lobos
-No, porque tú te mantendrás al pendiente.
-¿Y que harás si te llamo a media noche para avisarte que salió con alguno por ahí?
-Puedes dispararle, yo te cubro la espalda.- me puse de pie luego de mirar la hora.
Los entrenamientos habían acabado y la mayoría iba al comedor para la cena mientras que esta se encargaba de ir por sus cosas para dirigirse a su hotel.
Me acerqué a los baños y luego de cerciorarme que esta estuviera dentro aún, cerré la puerta tras de mi.
Me deshice de mi uniforme y me acerqué a las duchas.
-¿Disponible?- esta dio un salto cuando me escuchó.
-¿Qué hace aquí?- me acerqué a la ducha contigua.
-Me doy una ducha- esta había cerrado la ducha y se dedicaba a mirarme. -Quédate conmigo esta noche- negó y volvió a encender la ducha.
Decidí cerrar la mía y acercarme para compartir la que usaba. -¿Por?- besé su hombro.
-Debo ir al hospital- asentí mientras mordía su cuello. -Sin marcas- bufé
-Me voy mañana
-Qué le vaya bien- deslicé mis manos por su cuerpo hasta colocarla sobre sus caderas. -¿Que hace?
-¿No te despedirás de mi?- adentré una de mis manos en su intimidad, -Te extraño.
-Nos acostamos ayer
-Y no me dejaste repetir- uno de mis dedos la tocaba mientras que el vecino entraba a su cavidad, mi boca se encargaba de besar su mejilla, hombro y cuello. -Espero que te portes bien cuando no esté- no respondió, gimió para mí cuando mis movimientos incrementaron.
-¡Seokjunie!
-¡Ahh, que bien se escucha preciosa!
Se zafó de mi agarre y giró su cuerpo para tomar mi boca y devorarla con hambre.
Tomé sus piernas y la hice sujetarse de mi cadera hasta que me deslicé en su interior. Acabamos recargados contra la pared de las duchas mientras empujaba en su interior, sus manos se sujetaban de mis hombros, los mordía, chupaba.
¿Porque podía ella marcarme y yo no?
Tomé su mandíbula y la hice mirarme mientras mi lengua se movía contra sus labios entreabiertos.
-Eres mía- escupí mientras la veía deshacerse entre mis manos. -Eres mía- repetí.
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-Dame tu número, ¡¿que?!- me miraba mal.
-¿Porque?
-Puedo conseguirlo en tu expediente- bufó pero acabó anotándolo en mi teléfono.
Se había vestido y yo terminaba de poner mis botas.
-Andan diciendo que conseguí ser instructora por acostarme con usted. ¿Puede no hacer algo que corrobore eso?
-No veo porque te molesta. Ambos sabemos que no es así.- me encogí de hombros.
La llamé y tomé su teléfono para guardar mi número a sabiendas que puede simplemente no guardarlo Seokjunie Oppa, volvió a mirarme mal.
-Aún así, manténgase lejos- puse los ojos en blanco, no decía eso hace unos minutos.
Cuando salía noté al sargento Park acercarse a los pasillos de los baños, esta no había salido aún por lo que decidí esperar por ella.
Creo que espantaré una mosca antes de irme.
-Creí que se había ido.- dijo apenas salía, mi cuerpo le evitaba ver algo más allá.
-Dame un beso- dije pero no esperé a que lo hiciera o se negara mi boca tomó la suya y la posicioné contra la pared mientras la besaba.
Mis manos estaban en su cintura y las suyas en mi cuello.
Nos separamos con un chasquido cuando lo escuché carraspear, sabía que era el.
-Comisionado, lo buscan en su oficina- asentí.
-Hasta luego amor.
Emprendí camino a esta siendo seguido por quien nos había interrumpido y nunca estuve más feliz de una interrupción en toda mi vida.
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Solo Mía
FanfictionUno ha cedido toda su vida, por sus amigos, por su familia, ante sus hermanos, ante los deseos de su padre, pero ya no más. Harto de ceder, harto de no tener a alguien que vele por él como él lo hace por los demás decidió enfrentarse a su hermano po...