Capítulo 1

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-No beberás café- alejó el recipiente de mi.

Maldito imbecil

Idiota

-Si quieres decir algo dilo en voz alta- maldito lee mentes

-¿Sabe cuántas veces he vomitado hoy?- no espere que respondiera -Dos y no he probado siquiera agua. No se imaginara lo incómodo que es vomitar jugos gástricos y el sabor que te dejan los malditos. Ahora quiero beber un poco el maldito café y el idiota que me dejó embarazada se cree en el derecho de decidir si puedo o no beberlo.- lo vi poner los ojos en blanco.

-Carácter de mierda que te cargas

-Solo con idiotas de mierda

Arrebaté el café de sus manos y comencé a echarlo en mi taza, alejo la jarra por apenas la mitad y suspiré con enojo.

Poco después llegó la mesera con nuestro desayuno, agradecimos y se marchó.

-Me iré a Seul- dijo llevando el último trozo de huevos a su boca. Los había devorado y se veían bastante bien, desee haberlos pedido, en cambio pedí unas tortas americanas que sabían muy bien y eso, pero los huevos parecían tener algo de queso.

Se me hacía agua la boca.

Lo vi llamar a la mesera nuevamente.
-Otro plato igual por favor- pidió.

No se harta el maldito.

-No se si me escuchaste o no, pero te repito. Me iré a Seul, volveré a las oficinas por un tiempo, mientras nace el bebé y vemos que hacemos.

Asentí

-¿Lo tendrás?

-¿No quedó claro cuando se lo mandé decir?

-Quiero escucharlo de ti, tu hermana tiene tu rostro pero no es lo mismo que me griten a la cara a que me lo digan educadamente- lo miré mal. Es masoquista el idiota.

-Lo llamaré para hacerle saber lo que decida.

-Dijiste que lo tendrías- la mesera regresó y le tendió el plato en nueva cuenta, lo vi ponerlo frente a mí y sonrió -Tengo una hermana con dos hijos- se limitó a decir.

-Gracias- salió de mis labios como un susurro. -Nacerá, solo..- carraspeé -Aún no decido si quedarme con él o darlo en adopción.- lo vi reír con sorna.

-Darás a mi hijo en adopción- puse los ojos en blanco. -Disculpa, no quería ofenderte pero la mitad de la participación es mi, la mitad de la genética también. Así que si, tengo derecho a opinar.

-¿Que propones entonces? ¿Quedártelo?- dije burlona -No quiero que mis instintos decidan mi carrera militar, todo por lo que he luchado se irá a la mierda si me quedo en casa cuidando niños.

-No por el hecho tener hijos la carrera se arruina. Mi hermana tiene dos como te mencioné y se destaca.

-Si, pero ella está casada y te aseguro que no es lo mismo que para una madre soltera.

-Porque quieres, te dije que nos casáramos y te negaste.

-No viene al caso y espero que no lo mencione más.

-Bien, referente a lo de quedártelo o no es tu problema. Yo me lo quedaré

-No

-Es mi hijo, puedo criarlo.

-Trabaja

-Mi rango me permite tener un hijo, puedo masticar chicle y caminar al mismo tiempo- lo vi mirarme con impaciencia. -Te propongo algo. Piensa sobre si querrás tener contacto con él luego de que nazca o no, medítalo por los próximos meses y se hará lo que decidas. Pero algo es seguro y es que cuando ese niño nazca llevara mi apellido y yo lo llevaré a casa. Yo me haré cargo de su manutención y yo lo cuidaré si decides no hacerlo, y no me mal entiendas. Estás en todo tu derecho de hacerlo, pero yo también estoy en el mío.

-¿Que me garantiza que no irá a entregármelo luego de no se.. 2 años?

-Eso no pasará, si así lo quieres no sabrás nada más de nosotros. No te presiones, apenas tienes unas semanas falta mucho para que decidas.- dijo seguro -Come

Evité contestarle que se metiera sus mandatos por donde le quepan y volví mi vista al plato.

Al final acabé vomitando todo lo que había comido apenas terminé de comerme los malditos huevos. A Cosa no le gustaron.

-¿Tu hermana?- preguntó tendiéndome un vaso con agua apenas tomé asiento

-¿Ahora fingirá  que no me tenía vigilada?, bien que debe saber que se fue.

-Eso lo se, lo que no se es a donde

-Con saber que es fuera de la ciudad es más que suficiente.- asintió.

-¿Lo pensaste?- asentí. La verdad es que meter mi cabeza en el retrete para vomitar fue bastante revelador. -¿Y?

- Bien, si decido entregarlo se lo cederé- lo vi asentir. -Pero si no, no se- negó repetidas veces.

-No creas que arruinarás esto. Si decides quedártelo tendrá a ambos padres con él así tenga que ir a los juzgados. Y mi intención es esa, que tenga a ambos- no dije nada, la verdad es que sentí algo cuando dijo eso.

Sentí una opresión en mi pecho que no debería sentir a menos que no quisiera acabar lastimada.

-Otro punto- dijo acomodándose en la silla. -Debes comenzar con los cuidados prenatales, y lo harás en Seúl- dudó -Es decir, quiero que sea en Seúl. Ahora que tienes una licencia te será fácil mudarte allá. Quiero que vengas conmigo- suspiré con cansancio.

-Comisionado...

-SeokJin- rodé los ojos

-No puede pretender que me mude a Seul solo por ir donde esté- negó

-No, de hecho solicité mi traslado nuevamente a las oficinas por que el mejor sistema médico en obstetricia está allá, así que ambos iremos porque es lo mejor para el bebé.

-Dedo pensarlo- negó

-Nada de pensarlo, no soy paciente y lo sabes. Si me estoy conteniendo justo ahora es porque sé que debo respetar tus decisiones. No quisiste casarte, lo entendí. Querías abortar, te di espacio. Aún no decides si quedarte con él o no y te apoyo. Pero yo si quiero estar presente en la vida de mi hijo, y eso también implica el embarazo. Así que, iremos a tu hotel y recogeremos porque el vuelo sale en unas horas.

Lo vi tenderme el pasaje de avión sobre la mesa.

Maldito controlador de mierda

Regalo en la imagen, para el deleite personal

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