Capítulo 17

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Pov Sofia

¿Dormí?

Ni un puto minuto.

¡Que vergüenza!

Lo había empapado y lejos de haber tenido un encuentro sexy con él había acabado siendo todo lo contrario. ¿Como lo miraré a la cara siquiera?

¡Mierda!

Me levanté una hora antes porque en efecto, no haría mucho sobre la cama, Tae aún estaba dormida así que luego de extraerme lo coloqué el el frigorífico como de costumbre y preparé el desayuno y almuerzo con prisas.

No quería encontrarme con Taehyung, al menos no hasta que pueda huir como una cobarde y fingir que nunca pasó.

SeokJin vino por Seok en algún momento y apenas este se acercó a su cuna este abrió los ojos en su búsqueda.

Dejé las cosas sobre la estufa y me metí a bañar, cuando salí Tae ya estaba despierta y jugando en su cuna, la alimenté y jugué con ella en mi cuarto. Tenía algunas de sus cosas así que logré cambiarla sin salir, estaba en la sala, podía escucharlo en su computadora.

Y si... me había pegado a la puerta, me sudaban las manos.

Cuando vino siendo hora de irme me cambié con prisas y maquillaje un poco mi rostro, me coloqué los parches en los pezones y el extractor en mi bolso.

Tomé todo y a Tae en brazos y que sea lo que los cielos quieran....

-Voy tarde- dije colocándola en su pequeña mecedora, no levanté mi mirada, claro que no. La vergüenza no me dejaba mirarlo.

Salí corriendo y olvidé besar la carita de mi bebé por no esperar más. Cuándo me vi fuera del departamento respiré con normalidad.

El camino fue silencioso de mi parte mientras mi hermana me contaba sobre su cita, tenía la cabeza hecha un ocho. No se me podía culpar.

Debo ser madura y hablar con él. Pero ¿como podría?

Llegue a mi piso y el revuelo que había era de extrañar.

-¿Pasó algo?- quise saber mientras me acomodaba en mi asiento.

-Despidieron al señor Koo, por acoso.- abrí mucho lo ojos.

-¿Alguien lo acusó?- negó.

-De recursos humanos checaron las cámaras, dijeron no necesitar siquiera la denuncia. Lo llevaron a comisaría incluso.

-¡Vaya!- encendí mi computadora y comencé con el reporte que se me había pedido. La subgerente estaba en la oficina de este supongo que resolviendo todo.

El día de trabajo fue agotador, apenas había logrado darme los 20 minutos de extracción cuando regresé a prisas para continuar con mi trabajo.

Mi hermana vino por mi para el almuerzo y sentí mis nervios nuevamente.

-No dormí bien anoche. ¿Cuidas de Tae un rato mientras descanso?- asintió con algo de preocupación.

Al llegar le pedí ir por ella y que llevara los empaques de leche al frigorífico, solo lo evitaría hasta darme el valor de disculparme sin desear morir.

Me dediqué a jugar con Tae todo el rato en el departamento de mi cuñado y nos marchamos desde ahí, quedándose este con ambos niños ya dormidos.

La tarde de trabajo fue tranquila y aunque aún estaban los cuchicheos en nuestro departamento o fuera de él, fue agradable trabajar sin el nerviosismo de tenerlo cerca.

Al menos eso es bueno.

Suspiré con cansancio cuando abrí la puerta del departamento, lo divisé en la sala, parecía listo para salir.

-Hola- asintió

-Debo salir unas horas, hablaremos cuando llegue.

-¿Como sabes que diría eso?- dije por lo bajo.

-Te conozco, sé que no viniste a comer por lo mismo- asentí con algo de pena. -Ya comió y no hizo su siesta larga así que dormirá temprano.

-Gracias.

-Espérame despierta- asentí mientras salía por la puerta.

¡No lo haría!

Si puedo zafarme una vez más de esa conversación incómoda, haré cualquier cosa.

-Mami está en un lío amor- dije tomando asiento a su lado en la pequeña mecedora.

Jugué con ella, le di un baño, la alimenté y cuando el sueño la venció recordé que no había cenado.

Encontré la cena en el horno y me sentí abochornada nuevamente.

Hice lo que cualquiera hace cuando está turbado. Lave ropa sucia.

La ropa de la pequeña, las de cama. Luego me di un baño y cuando mis pechos volvieron a llenarse hasta desbordar busqué mi extractor.

No estaba.

Fui a la cocina luego de envolverme en una toalla, no lo había dejado en los cajones.

-¿Que buscas?- llegó

Llegó y aún no me escondía como ardilla.

-El extractor.- dije por lo bajo y tratando de huir.

-¿Cuando fue la última vez que lo usaste?- se posicionó frente a mi. Se había quitado los primeros botones en su camisa, los de sus mangas las cuales había doblado y estaba descalzo, olía a menta y fresas, había fumado.

-E.. en en allá- mierda, se echó a perder mi cerebro.

-¿En?

-Mi trabajo- entonces lo recordé, estaba en mi bolso pero al no tener cabeza para nada lo dejé en en auto de mi hermana. -Está en el auto de Kim, voy por el.- me encaminé a la puerta con prisas.

-Sofia- continue hasta sentir su mano apresar mi muñeca. -Sofia, estás desnuda. ¿A donde vas así?- Ohh -Yo iré por el- mis pechos dolían y no solo por estar llenos, estaba excitada por verlo regañarme, su cabello arropar su cuello y frente. -¿Me necesitas?- asentí, justo eso necesito, a él dentro de mi. -Quita tu toalla- negué -¿Porque? ¿Me quieres negar de ver a ese par?- asentí, también algunas marcas, pero si, prefiero que piense eso. -Te he comido el coño mientras estás sobre tus rodillas- dijo con la voz ronca. -¿Que quieres ocultar de mi si he visto todo lo que posees?- se acercó lo suficiente como para apresarme.

-Voy a mancharte- admití.

-¿Menstrúas?- negué y lo vi reír. -Para mi será un placer.









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