Capítulo 9

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Me removía incómodo en la cama, me había despertado desde temprano y debía volver a dormir pero no lo conseguía.

Tae ha estado durmiendo toda la noche desde hace algunos meses, y es una ventaja. Pero mi sueño aún no ha vuelto.

Acabé por levantarme de la cama y decidí hacer algo de café.

-Buen día- dije al notarla ya en la cocina.

-Es para la mañana, alcanza para todo el día pero vendré al medio día para estar con ella.- asentí, colocaba leche en el refrigerador. -Preparé el almuerzo junto con la cena. Lo calentaré cuando llegue.

-Dije que yo podía hacerlo, me pasaré todo el día aquí.

-Aún así, puedo hacerlo en algunas ocasiones.- salió de la cocina luego de eso.

La vi entrar al cuarto de la bebe y salir con ella en brazos rumbo a su habitación, no se como hace eso. La escucha despierta aún sin antes comenzar a llorar.

Regresó luego de una hora con ella.

Llevaba una falda de tubo, blusa sin mangas blanca y su cabello suelto. Se había vuelto a maquillar, estaba hermosa.

La bebe jugaba con su ahora corto cabello. -Ya comió y cambié su pañal, le daré un baño al medio día.- Me la tendió y se perdió con prisas por el pasillo. Luego regresó con un saco en sus manos, su bolso y teléfono.

-Te amo bebé- dijo besando la carita de Tae aún en mis brazos. -Gracias- dijo para luego salir por la puerta.

La noté hacer un puchero cuando escuchó la puerta, cosa que incrementó a lloriqueos en fracciones de segundos.

Calmé su llanto haciéndola mirar cualquier cosa y cuando lo hizo suspiré con alivio.

Regresé a la cocina notando ambos platos con el desayuno, había olvidado decirle que lo había preparado.

Últimamente he tenido la sensación de vacío que me había abandonado cuando ella llegó a mi vida.

Éramos amigos, hablábamos de lo que sea, veíamos películas, teníamos muy buen sexo. Recordaba con añoranza su cálido cuerpo pegado al mío hasta levantarme para trabajar.

De pronto me sentí un idiota por haber terminado con ella, quizás la cosas habrían sido diferentes, quizá... negué para mi mismo. Quizás Tae no estuviera con nosotros, al menos eso es bueno.

Intentar algo en esta dañada relación podría perjudicar a la bebe, es mejor seguir así, aunque recuperar a mi amiga no estaría nada mal.

Escuché mi teléfono sonar.

-Umm

-Ven, me aburro

-No se fueron ni hace media hora.

-Si, pero Seok está tranquilo. Me aburro- dijo y cerró la llamada. Tomé ambos platos y los acomodé lo mejor que pude para salir del departamento.

-Tae le metió el pie a ese.- señaló

-Será el tuyo entonces- hizo una mueca de desagrado

Acabé por cómelo yo cuando terminé de limpiar su pie. Luego la recosté al lado de Seok y me senté en el sofá.

-¿Vemos películas?

-Mejor una serie. ¿Kim vendrá más tarde?- asintió.

-Le dije que tomara medio tiempo, pero dijo que no tomaría permisos solo por estar casada con un comisionado- negó -Boberías.

-Pareces más descansado.- asintió

-Durmió toda la noche al fin- dijo entre suspiros. -No sabes lo bueno que cogí

-¿Crees que pregunté por tu vida sexual?

-Es cierto, no debería jactarme ante el hambriento.

-No soy ningún hambriento, no solo pienso en eso que es diferente.- mentí, la verdad es que últimamente si lo hago.

Hace algunos días pasé sin tocar al cuarto de la bebe, encontré a Sofia amantándola, y no debí sexualizarlo, pero lo hice.

Mierda que lo hice.

Me disculpé y salí corriendo como puberto, desde entonces mis ojos van solos a esa parte de su cuerpo, lo hago sin poder evitarlo.

Me retiré luego de ver una película, pues no conseguimos ponernos de acuerdo para una serie y comencé a preparar su biberón, luego cambié su pañal, jugué con ella y cuando ni siquiera lo noté ya su madre se adentraba por la puerta.

-¡Mi amor! ¡Te extrañé tanto!- la alzó y se perdió entre besos hasta su cuarto con ella, recordé que no me había bañado desde la noche anterior.

Así que fui a mi cuarto, me deshice de mi ropa y dejé que el agua me arropara. Por un momento esperé que ese apodo fuera dirigido a mi, era confuso esto.

Habíamos terminado, no debía sentirme así por ella.

Cuando salí del baño y con otra ropa puesta, dejando mi cabello secar al aire la encontré con la niña en brazos, la bebe traía otra ropa y ella portaba su falda y una blusa de tirantes que Tae trataba de arrancar para comer.

La vi tomar asiento y desacomodar su blusa para alimentarla, no debí.

No debí quedarme mirándola y tratar de ver más de lo que mostró a la lejanía, no debí sentirme así.

-¿Podrías calentar la comida por favor?- pidió y asentí con la mirada perdida en algún lugar.

-¿Que tal el trabajo?

-Bien- no dijo más

Comencé a calentar y preparar todo para el almuerzo cuando escuché el timbre ser tocado, solo mi hermano viene aquí y por lo general entra como si fuera su casa.

Salí a abrir encontrándolo con su hijo en brazos. -Duérmelo- dijo luego de tenderme lo y adentrarse a su departamento. Puse los ojos en blanco bajo la atenta mirada del pequeño.

-Pronto te harán un hermanito o dos.

Este era de batallar para dormir, solía darle lata a sus padres y yo no tenía experiencia más allá que con Tae, y a pesar de ser una llorona era muy rápida para dormirse.

-Tiene sueño- me dirigí a Sofía, tenía la bebe en brazos besando su carita

-Duérmelo

-No se como- la escuché resoplar.

Dejó a Tae en el sofá y abrió los brazos para el regordete de su sobrino, lo acomodó sobre sus acolchonados pechos y desee dormir ahí.

Tomé a TaeMi y luego de ir a la cocina y apagar lo ultimo al regresar ya estaba dormido entre sus brazos.








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