Había recibido una llamada de Sofia más temprano avisando que no vendría, TaeMi estaba incómoda y se que es por el hecho de querer estar con ella, así que decidí llevarla y así comemos los tres juntos.Acomodé solo lo esencial en la pañalera y emprendí camino luego de colocarla en su silla.
Luego de 20 minutos por el alto tránsito llegamos al lugar, no recuerdo haber venido aquí nunca así que no sabía siquiera dónde buscar orientación.
-La oficina de portavoces- TaeMi había comenzado a llorar, estaba incómoda.
-Piso 10, ¿busca a alguien en particular?
-Si, gracias.- continué con mi camino y agradecí que había llegado justo a la hora de su salida, de esa manera podremos irnos inmediatamente pues por tanto ajetreo con Tae había dejado mi teléfono.
Las mujeres en el ascensor parecían dichosas al ver a la bebe, halagaban sus regordetas mejillas y su linda carita. Aún así esta continuaba incómoda a la vez que curiosa por su alrededor.
Cuando llegamos al piso 10 bajé de este y busqué entre el mar de cabezas a Sofía, la noté sentada en un escritorio con el sueño fruncido mientras veía a su computadora.
El tumulto por la bebe me persiguió cuando algunas féminas se acercaron para verla, eso la hizo mirarnos, su rostro cambió de inmediato y se puso de pie para venir hacia nosotros.
Bueno... más bien hacia ella.
-¡Mi amor!- la tomó y la pequeña se ancló a su cuello, abrió su boquita y se restregó a ella dando una especie de beso.
-Ha estado inquieta toda la mañana, creí conveniente tráela un rato. Salgamos a comer.
-Ohh, supongo que no nos acompañarás
-Lo siento, será en otra ocasión- se excusó con la peli castaño que le habló, Tae buscaba su pecho con desesperación. -Vamos a alimentarte- dijo a esta y la seguí hasta un cuarto cual tenía una mesa con unas tres sillas, una cafetera y algunas galletas.
Tomó asiento y decidí que el tapizado en las paredes era lo más importante, no quería acabar con una erección como la noche anterior.
Nunca en mi vida había sexualizado el hecho de una mujer amamantando, nunca y así debía ser.
Pero anoche tuve que salir huyendo prácticamente, y con una erección bajo los pantalones cual tuve que calmar en la ducha.
-¿Hay algún restaurante aquí cerca?- dije cuando la noté golpear la espalda de la bebe, sus botones aún estaban abiertos pero su sostén cubría la mayor parte de sus senos.
-No, pero dicen que la comida de la cafetería es muy buena ¿no has comido?- negué
-Vine para que comiéramos juntos.
-Ohh, vamos- asentí
Me puse de pie y tomé la pañalera, -Tu blusa- señalé y tomé a la bebe para que se acomodara, esta se removió incómoda para que su madre la tomara nuevamente.
Caminamos a la par hasta el ascensor, los escritorios se encontraban vacíos por hallarse todos almorzando y el viaje en ascensor fue silencioso y tranquilo a parte de los movimientos de Tae.
-Estás más inquieta que de costumbre- se quejó su madre pues no soltaba su cabello.
-Hizo lo mismo con el mío
-Ya veo, por eso lo ataste- asentí entre risas, me había costado soltarlo de su pequeño puño al bajarla del auto.
Llegamos a la cafetería cuál estaba llena, -Dime lo que quieres, lo traeré- TaeMi no parecía querer alejarse de ella.
-Cualquier cosa esta bien.- asentí y me dirigí al mostrador.
Pedí la comida y unos jugos y miraba a la mesa donde ambas jugaban. Cuando me entregaron las bandejas y luego de que hube pagado me dirigí a ambas.
Estas eran rodeadas por un señor cual se encontraba de espaldas, la noté incómoda a su presencia.
-Ohh no, su padre es algo reacio a que la toquen los extraños- la escuché escudarse.
Adelanté mi paso hasta llegar a la mesa.
-Buenas- dejé ambas bandejas sobre la plana superficie.
-Usted debe ser el padre de la bebe. Soy Koo Sio-han el jefe de Sofia. Un gusto- realicé un asentimiento de cabeza y tomé asiento, cosa que pareció darle luz verde a él para sentarse.
Tomé a Tae para que no hiciera manchar a su madre y esta tomó su plato.
-¡Aigo!, que tiempos modernos estos. Antes la mujer solía quedarse en casa y cuidar de los hijos. Ahora lo hace también el hombre. Supongo que tiene que ver con el que posee el mejor ingreso ¿no?
-No es así señor- se excusó esta, continuaba incómoda.
-Ya veo. Los empleos están difícil últimamente. Pero es bueno que cuide de su familia mientras encuentra algo, aún así no estén juntos.
-Consejal- escuché tras mi espalda. Giré mi rostro para mirar quien me había llamado.
-Descanse soldado- este bajó su brazo. -Parece sorprendido.
-No creí encontrarlo aquí
-Tomé una licencia. Ella es mi hija.
-Ohh si me permite señor ella es hermosa- halagó
-Lo es- reí.
-No interrumpo más, un placer verlo señor- reverenció y se marchó por donde había venido.
Luego noté a algunos cuchichear a nuestro alrededor y entendí de que en efecto quizás hasta ahora no me reconocían aquí. No suelo presentarme frente a la milicia.
Además que luego de mi cargo y de asignarse me trabajo confidencial mi rostro fue borrado de cualquier documento oficial, de esa manera evitar que se conozca mi identidad.
Si buscas al Concejal Kim Taehyung encuentras sus datos, más no su foto.
-Los dejo comer tranquilos- dijo el mayor y se puso de pie para irse a paso rápido.
Mi vista lo siguió hasta que lo vi perderse por el pasillo.
-Taehyung- la miré y está señaló mi plato. La mano de Tae apretaba mi ensalada mientras la otra la llevaba a su boca.
Un desastre, un lindo y tierno desastre.
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Solo Mía
FanficUno ha cedido toda su vida, por sus amigos, por su familia, ante sus hermanos, ante los deseos de su padre, pero ya no más. Harto de ceder, harto de no tener a alguien que vele por él como él lo hace por los demás decidió enfrentarse a su hermano po...