Capítulo 20

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-Si no van a interrogarme deberían dejarme ir a casa.

-Al parecer no entiende lo qué pasó- dijo el hombre frente a mi. Era el vicepresidente del país y parecía hablarme de manera diplomática. -Asesinó al Ministro de defensa en su propio despacho.

-¿Quien dice?- mis ojos se abrieron como platos.

-¡Estaba en el puto lugar!- gritó el canciller.

-Suelo correr a esa hora.

-Vestido con botas militar, gorra y pasa montañas- lo escuché decir con sarcasmo.

-Se respira mejor aire- dije con encogimiento de hombros.

Lo escuché respirar con cansancio antes de abrir mi expediente.

-Kim Taehyung

-Concejal- aclaré

-Concejal Kim Taehyung, 32 años, nacido el 30 de diciembre...,- bla bla bla. -Una hija, se desconoce la procedencia de la madre- me miró inquisitivo -Al parecer oculta su nombre, ¿alguna espía norcoreana?- reí.

-¿Cree que tengo tratos con el norte?

-No lo se, debería decírmelo usted. ¿Porque otra razón para acesinar al ministro de defensa?

-¿Yo lo maté?

-¿Seguirá jugando a ese juego?- asintió para si mismo. Lo vi abrir otro expediente, ahora en negro. -Fue difícil convencer al presidente, pero aquí lo tengo. Vante- lo vi reír. -Tengo cada caso en el que participó, cada uno y cada nombre implicado, supongo que a sus aliados del norte les gustara saber que usted fue quien le dio casa al canciller Kim, a la Tropa Roja y dirigió el ataque que destruyó una ciudad completa.

-Seguía órdenes, no creo que el presidente quiera verse involucrado ¿o si?

-¿Y con esto? Según dice solo sigue órdenes. ¿Alguien le ordenó hacer esto?

-¿Correr?- lo ví levantarse de la silla y golpear la mesa con ganas, estaba frustrado, si no extrañaría tanto a mis chicas incluso me divertiría.

Pero hacían 4 días no salía de aquí.

La puerta fue tocada y sonreí con satisfacción, al fin.

Este fue llamado fuera, poco después el vicepresidente quien solo se dedicaba a mirar. Cuando la sala quedó vacía me recargué sobre mi silla.

Escuchaba gritos fuera y luego un sepulcral silencio, un molesto canciller entró nuevamente.

-¡Largo!- estaba rojo, sonreí. Acomodé mi cabello en mi liguero y me puse de pie para caminar.

-Un placer, supongo que nos vemos en las cenas de estado.- toqué mi pecho como signo de respeto antes de salir por la puerta. Al final del pasillo quien me había sacado de aquí.

-Padre- saludé, este no habló hasta que estuvimos fuera del recinto en el auto.

-Deberías avisar estas cosas. Te habría sacado antes.

-Me tenían vigilado, apenas logré hacer algo.- dije cansado. -¿Donde están mis chicas?

-A salvo, los moví como pediste- asentí.

-Necesito un baño- lo vi reír.

-Eso lo noto.

...

Llegamos a un hotel de mala muerte que estaba en la carretera lejos del lugar donde me tenían. Me tendió ropa de ejercicio que supongo compró de camino ya que tenía las etiquetas y luego de haberme bañado continuamos el trayecto.

-Deberías dejar de hacer estas cosas, ya tienes una familia.

-Usted apenas las dejó hace unos 5 años.

-Eran otros tiempos- puse mis ojos en blanco.

-De todos modos lo dejé, no tenía que meterse con mi familia.- lo vi asentir.

-Mantén bajo perfil, continúa con tu licencia como hasta ahora.

-No soy un principiante- me quejé.

-Aún así fuiste con un blanco tan grande sin apoyo.

-Tuve apoyo, uno. Y el blanco no fue tan grande, con un disparo tubo.- aclaré -¿Que dijeron a los medios?

-Fuga de gas. - reí, que simples son. -Ahora dime que te hizo reaccionar de esa manera cuando podrías haber tomado decisiones más diplomáticas.

-Sabes que a Sofia la entregaron por mi relación con ella- asintió. -Aún creen que ella conoce sobre mi, sobre quien soy verdaderamente.

-¿Y lo sabe?

-Ni siquiera SeokJin lo hace.

-Ya si, le conté

-No debías

-Ya era tiempo, debía conocer que tan grave era todo. Continúa.

-Cuando eso pasó la borré de sus datos, Bella me ayudó, no saben su nombre ni tienen su rostro, quienes la secuestraron en un principio murieron.

-Pensé que estaban presos.

-Una redada- lo vi reír, lo sabía. -El punto...Me llamó, dijo que debía dar su nombre, que ellos la tomarían y que como no sabía ningún secreto de estado no le sería de peligro al país.- negué para mí mismo. -Supongo que no sabía sobre el porqué de tanto secretismo con mi identidad.

-¿Crees que él estaba vendiendo los secretos del país al norte?

-Estoy seguro de ello. Cuando fui de encubierto no conseguí prácticamente nada en el campamento de tiro. De no ser porque llegué antes del viaje que hice a casa no habría encontrado algo. Así que supongo que les avisó sobre tener cuidado. Tampoco me creo que eso de Sofia haya sido cosa solo de su antiguo jefe.

-Al que también mataste por cierto.

-Ese no fui yo, fue Min- no sé cuál de los dos. -El punto es que era obvio que todo lo movía un pez gordo.

-Hablaré con el presidente. Debemos lidiar con esto, no debió ceder tu expediente negro así como así. Esto podría traernos problemas en un futuro.

-¿Piensas matarlos?

-No, hablaré con él y él resolverá la mierda que hizo. Este país está en pie gracias al Servicio Secreto Coreano, no debe entregar a los lobos a uno de los nuestros sin pensar en tener a los demás sobre el.

-El vicepresidente estaba ahí.

-La Secretaria De Estado será buena vicepresidente.- lo sabía, lo hará ordenar la muerte de cada uno, papá es así.

-Gracias- negó

-Veamos si estarás tan agradecido con la fiera que te espera.- Sofia no es así. -Tu cuñada dijo que pateará tu trasero.- suspiré -Y que se divorciará si Seokjin trata de impedirlo. Debiste al menos llegar con un brazo roto o algo.

-Rómpelo por mi una calle antes de llegar.





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