-Si no van a interrogarme deberían dejarme ir a casa.-Al parecer no entiende lo qué pasó- dijo el hombre frente a mi. Era el vicepresidente del país y parecía hablarme de manera diplomática. -Asesinó al Ministro de defensa en su propio despacho.
-¿Quien dice?- mis ojos se abrieron como platos.
-¡Estaba en el puto lugar!- gritó el canciller.
-Suelo correr a esa hora.
-Vestido con botas militar, gorra y pasa montañas- lo escuché decir con sarcasmo.
-Se respira mejor aire- dije con encogimiento de hombros.
Lo escuché respirar con cansancio antes de abrir mi expediente.
-Kim Taehyung
-Concejal- aclaré
-Concejal Kim Taehyung, 32 años, nacido el 30 de diciembre...,- bla bla bla. -Una hija, se desconoce la procedencia de la madre- me miró inquisitivo -Al parecer oculta su nombre, ¿alguna espía norcoreana?- reí.
-¿Cree que tengo tratos con el norte?
-No lo se, debería decírmelo usted. ¿Porque otra razón para acesinar al ministro de defensa?
-¿Yo lo maté?
-¿Seguirá jugando a ese juego?- asintió para si mismo. Lo vi abrir otro expediente, ahora en negro. -Fue difícil convencer al presidente, pero aquí lo tengo. Vante- lo vi reír. -Tengo cada caso en el que participó, cada uno y cada nombre implicado, supongo que a sus aliados del norte les gustara saber que usted fue quien le dio casa al canciller Kim, a la Tropa Roja y dirigió el ataque que destruyó una ciudad completa.
-Seguía órdenes, no creo que el presidente quiera verse involucrado ¿o si?
-¿Y con esto? Según dice solo sigue órdenes. ¿Alguien le ordenó hacer esto?
-¿Correr?- lo ví levantarse de la silla y golpear la mesa con ganas, estaba frustrado, si no extrañaría tanto a mis chicas incluso me divertiría.
Pero hacían 4 días no salía de aquí.
La puerta fue tocada y sonreí con satisfacción, al fin.
Este fue llamado fuera, poco después el vicepresidente quien solo se dedicaba a mirar. Cuando la sala quedó vacía me recargué sobre mi silla.
Escuchaba gritos fuera y luego un sepulcral silencio, un molesto canciller entró nuevamente.
-¡Largo!- estaba rojo, sonreí. Acomodé mi cabello en mi liguero y me puse de pie para caminar.
-Un placer, supongo que nos vemos en las cenas de estado.- toqué mi pecho como signo de respeto antes de salir por la puerta. Al final del pasillo quien me había sacado de aquí.
-Padre- saludé, este no habló hasta que estuvimos fuera del recinto en el auto.
-Deberías avisar estas cosas. Te habría sacado antes.
-Me tenían vigilado, apenas logré hacer algo.- dije cansado. -¿Donde están mis chicas?
-A salvo, los moví como pediste- asentí.
-Necesito un baño- lo vi reír.
-Eso lo noto.
...
Llegamos a un hotel de mala muerte que estaba en la carretera lejos del lugar donde me tenían. Me tendió ropa de ejercicio que supongo compró de camino ya que tenía las etiquetas y luego de haberme bañado continuamos el trayecto.
-Deberías dejar de hacer estas cosas, ya tienes una familia.
-Usted apenas las dejó hace unos 5 años.
-Eran otros tiempos- puse mis ojos en blanco.
-De todos modos lo dejé, no tenía que meterse con mi familia.- lo vi asentir.
-Mantén bajo perfil, continúa con tu licencia como hasta ahora.
-No soy un principiante- me quejé.
-Aún así fuiste con un blanco tan grande sin apoyo.
-Tuve apoyo, uno. Y el blanco no fue tan grande, con un disparo tubo.- aclaré -¿Que dijeron a los medios?
-Fuga de gas. - reí, que simples son. -Ahora dime que te hizo reaccionar de esa manera cuando podrías haber tomado decisiones más diplomáticas.
-Sabes que a Sofia la entregaron por mi relación con ella- asintió. -Aún creen que ella conoce sobre mi, sobre quien soy verdaderamente.
-¿Y lo sabe?
-Ni siquiera SeokJin lo hace.
-Ya si, le conté
-No debías
-Ya era tiempo, debía conocer que tan grave era todo. Continúa.
-Cuando eso pasó la borré de sus datos, Bella me ayudó, no saben su nombre ni tienen su rostro, quienes la secuestraron en un principio murieron.
-Pensé que estaban presos.
-Una redada- lo vi reír, lo sabía. -El punto...Me llamó, dijo que debía dar su nombre, que ellos la tomarían y que como no sabía ningún secreto de estado no le sería de peligro al país.- negué para mí mismo. -Supongo que no sabía sobre el porqué de tanto secretismo con mi identidad.
-¿Crees que él estaba vendiendo los secretos del país al norte?
-Estoy seguro de ello. Cuando fui de encubierto no conseguí prácticamente nada en el campamento de tiro. De no ser porque llegué antes del viaje que hice a casa no habría encontrado algo. Así que supongo que les avisó sobre tener cuidado. Tampoco me creo que eso de Sofia haya sido cosa solo de su antiguo jefe.
-Al que también mataste por cierto.
-Ese no fui yo, fue Min- no sé cuál de los dos. -El punto es que era obvio que todo lo movía un pez gordo.
-Hablaré con el presidente. Debemos lidiar con esto, no debió ceder tu expediente negro así como así. Esto podría traernos problemas en un futuro.
-¿Piensas matarlos?
-No, hablaré con él y él resolverá la mierda que hizo. Este país está en pie gracias al Servicio Secreto Coreano, no debe entregar a los lobos a uno de los nuestros sin pensar en tener a los demás sobre el.
-El vicepresidente estaba ahí.
-La Secretaria De Estado será buena vicepresidente.- lo sabía, lo hará ordenar la muerte de cada uno, papá es así.
-Gracias- negó
-Veamos si estarás tan agradecido con la fiera que te espera.- Sofia no es así. -Tu cuñada dijo que pateará tu trasero.- suspiré -Y que se divorciará si Seokjin trata de impedirlo. Debiste al menos llegar con un brazo roto o algo.
-Rómpelo por mi una calle antes de llegar.
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Solo Mía
FanfictionUno ha cedido toda su vida, por sus amigos, por su familia, ante sus hermanos, ante los deseos de su padre, pero ya no más. Harto de ceder, harto de no tener a alguien que vele por él como él lo hace por los demás decidió enfrentarse a su hermano po...