Capítulo 16

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-Quiero pizza

-Y yo helado

-¿Y el desayuno?- me encogí de hombros.

-Siempre lo boto. Quiere que coma fruta y eso me da más hambre. Dame mi teléfono, lo pediré- así lo hice.

Apenas SeokJin se fue mi hermana y yo nos metimos bajo una sabana sentadas en el sofá. Yo me descubrí poco después, me dio calor.

Cuando la pizza llego me puse de pie para ir por ella y mi teléfono sonó.

-Tómalo Sofía y ponlo en altavoz- así lo hizo.

Regresaba con mi caja y el helado cuando lo escuché

-Pizza y helado ¿es serio?- mi hermana se carcajeó, si sabía cuando uso su tarjeta.

-Tu hijo y sobrina quieren.- dije con fingida inocencia.

-¿Y el desayuno?

-Ya lo comimos, solo nos dio más hambre- mentí -¿Para que llamas?

-Mandaré un chofer para ustedes, es uniformado. Tienes cita en el médico y agendé una para Sofía también.

-Bien

-En media hora estará allá y juro que si el médico dice otra vez que estás sobre peso voy a quitarte la tarjeta y a prohibir que te suban algo.

-¡Eres un idiota!- grité contra la bocina y cerré la llamada. -Maldito imbecil, se cree que me quitará las ganas de mi pizza. ¿Segura no quieres?

-Ahora que la veo si. Pero la quiero con helado.

-¿Como salsa el helado?- asintió. La miré fijamente por unos segundos

-¿Que?

-También se me antoja así.

...

-¿Ya no te duele?- negué

-¿Vomitaste mucho?- asintió

-Un día de estos vomitaré el estómago

-Es que. ¿Como se les ocurre comer eso?, estoy seguro que fue idea tuya- me señaló

-¿Yo que idiota?- todos nos miraban -Ella lo propuso

-Pero yo no te dije que lo hicieras

-Calladas, denme algo de paz.- bufé

Este nos esperaba en el hospital apenas llegamos con el uniformado, cual nos escoltó como si fuéramos famosas, ahora esperábamos nuestro turno.

-Kim Kim- me llamó la secretaria

-Vamos los tres así no tenemos que volver- propuse pues Sofía una después de mi.

El chequeo comenzó. Y si, estaba sobre el peso, pero eso es normal.

Mi hermana según dijo él no estaba pasada pero si algo anémica. Le puso mis mismas vitaminas y otra más.

-Iremos a almorzar apenas firme unos documentos- dijo este mientras nos subíamos al auto.

-Quiero..

-No quieres nada. Comerás lo que  te mande

-Maldito imbecil me dan ganas de matarlo idiota de mierda.

-Te puedo escuchar.- Mi hermana sonrió -Sofía que ¿quieres comer?

-¿Y porque a ella si la consientes?

-Porque ella no anda haciendo lo que no le mandan. Si obedeces te consiento. - le voy a morder el pene cuando lo ponga en mi boca. -Se que quieres almorzar pastel de caramelo, por eso no te pregunté- asentí, si quería -Pero eso no es almuerzo. Así que comerás lo que te de y de postre comerás una porción como una persona normal.

Estupido mandón.

Llegamos y nos ayudó a bajar a ambas, a mi hermana la sostuvo del brazo y a mí me tomó la mano. -Pareces un jeque con dos esposas embarazadas.- dije y eso nos hizo reír.

-Hola Kim- se acercó su secretaria, la que me cae bien.

-Hola, ella es mi hermana Sofía

-Ohh, mucho gusto. Señor, Jeon vino a verlo, está en su oficina.

-Esperen aquí, al rato las llamo.- nos dejó en el pasillo.

-Quiero café- eso la hizo reír

-Vamos, ¿tu también tomas?- mi hermana negó -Hay donas también- eso si quería.

A lo lejos vimos a la peli teñida cantoneando su cintura y bufé con enojo. -¿Es ella?- asentí

-Tiene porte de perra- dijo mi hermana apenas cruzó por nuestro lado.

El intercomunicador de la joven se escuchó, SeokJin nos llamaba, a las tres. Apenas pude probar el café.

-Para la próxima, especifica cuál Jeon me espera- dijo sosteniendo su costado.

-Capitan Jeon- saludó antes de salir apenada.

-¿Esperabas a mi espeso?

-El es el Jeon divertido.- dijo sosteniendo su costado de igual forma y entonces está nos miró a ambas.

-Lo siento, ¿Cual es Kim y cual es Sofía?- levanté la mano. -Hola. Que bueno verte de nuevo. Sofía, un placer conocerte.- nos abrazo a ambas. -Lamento todo esto, el idiota este no me dijo nada.

-¡Qué lo supe hace dos días!

-Tu cállate y has lo que te mandé

-Te dije que no podía

-¿Por? Solo es pedir una cita con el Ministro de defensa para que diga dónde está metido el imbecil que falta.- me dolían los pies así que tomé asiento. Mi hermana me imitó poco después.

-Yo no..

-¿Te la tiraste? Cuando pone esa cara es porque se tiro a la secretaria- escupí con molestia. Pues la noche anterior me había dicho que trataba de ubicar a su hermano para que supiera lo de la bebe y aunque no estoy muy convencida debía saberlo.

-A su hija- admitió y vi todo rojo. Acabé lanzándole el teléfono que tenía entre mis manos.

-¿Ves lo que provocas Suran?- lo había atrapado.

-No me interesa como, pero lo encontrarás y traerás aquí o juro por Dios que me las llevaré a Busan, ambas.

-Estás de broma, no se mueven de Seúl, ninguna.- los vi regalarse una mirada matadora a ambos.

-Vamos a almorzar, mis padres vivieron a vernos.






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