Capítulo 4

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Luego de cenar este se marchó al dichoso supermercado, entonces me dediqué a husmear en el lugar.

La amplia cocina con utensilios caros ya la había visto, y la sala de estar con una enorme televisión y amplio sofá hecho de nubes, deben ser nubes porque se siente de maravilla.

El pasillo contaba con 4 puertas, primero estaba un baño bastante lujoso, el cuarto que me había asignado con su respectivo baño, y un cuarto algo más retirado.

Entré a husmear y era la habitación donde se quedaría, era algo más grande que la que habitaba, contaba con dos puertas más por lo que supongo tiene su propio baño también.

¿Para que tantos baños?

Y la puerta del fondo del pasillo, estaba algo oscuro así que preferí dejar mi revisión de perímetro.

Cuando regresé a mi habitación le envíe un mensaje a mi hermana avisándole que había llegado bien y luego de responder con un emoji dejé mi teléfono de lado, fue poco después que se iluminó en una llamada.

-Kim2 o debería llamarte Kim3

-Muy graciosa

-¿Como va todo con tu galán?- guarde silencio -Kim

-No lo se, solo..me besó- la escuché chillar como rata. -¿Estas loca?

-No, pero tu si. Deja de resistirte a ese hombre y cómetelo todo lo que queremos.
-Yoori, puedo escucharte- oí la voz de su pareja y reí
-Como si no supieras que me tienes entre tus piernas Capitán- la escuché hablar con coquetería para luego escuchar una sonora nalgada, ¡maniáticos del sexo es lo que son! -Kim, lo amas, él te ama. Tendrán un bebé, ya deja de resistirte.

-No quiero dejarlo todo Yoo, no quiero acomodar mi vida a él y que al final se vaya a seguir con su soltería cuando tengamos dos hijos y un perro.

-Para no desear algo lo tienes bastante planeado. Escucha, solo se tu, pero sin ser tan arisca. Se que lo de ustedes era sexo pero no por falta de interés romántico de tu parte.

-No, era por qué es un puto

-Si, un puto que te encanta y te hizo un bebé, se que tienes dudas y que ahora viviendo con él será aún más complicado que seas objetiva con lo del bebé- mordí mi labio -Pero aún así solo piénsalo bien, si te lo quedarás que sea porque deseas tenerlo, porque quieres despertarte cada hora a alimentar a un ser humano que se parezca al papá o a la tía que no soportas, que te dará sustos de muerte. Que te vomitara encima y que cuando estés a punto de sacarlo al patio y cerrar la puerta se acerque y te diga mamá o te de un beso y te renueve el amor.

-Eres una perra, no me hables tan bonito que lloro con facilidad- la escuche reír.

-Si él está dispuesto a limpiar mocos contigo, es un buen hombre. No solo folla rico.- afirmé, la verdad es que folla bastante bien.

-Gracias Yoo, saludos a Park, hablamos luego. Te quiero

-Y yo, saludos al dios del sexo.

...

Escuché la puerta abrirse, había terminado de merodear y me había recostado en la cama.

-¡Ya llegué!- se cree que soy sorda.

Me acerqué al pasillo. Y me tendió una bolsa. -¿Que es?

-Pasta dental para niños

-¿Si captas que aún no nace?

-No sabe a menta genio- dijo -Para tus náuseas- Ohh

-Gracias.

-Traje varios bocadillos pero no te excedas, luego te mandan a bajar de peso- me cree una niña. -¿Quieres ver una película?

-No, pero me aburro.

-Vamos a pasear entonces- no tenía ganas, negué -Agendé una cita para obstetricia para mañana temprano.

-En ese caso me voy a dormir ¿a que hora?

-Nos vamos a las 8- asentí

Me adentré al baño y sonreí para mis adentros por los dibujitos en la pasta dental, cuando la probé sabía a fresas.

Por fin logré cepillarme los dientes sin vomitar en el acto.

Será un buen padre

Y no debería encariñarme con esa idea, con la idea la familia feliz, de criar a este bebé con el padre amoroso que será.

Cuando me disponía ir a dormir escuché toques en la puerta

-¿Si?

-Quería pedirte algo

-¿Desde cuando pide las cosas?- lo vi reír.

-Quiero documentar el embarazo- asentí, suelen hacerlo. -Me gustaría tomarte una foto cada semana. No tengo las pasadas pero..

-Se las pediré a mi hermana, ella lo hizo apenas se enteró- le hice saber. Mi hermana a pesar de apoyarme si deseaba no tenerlo se había encariñado con la idea del bebé.

-Gracias

-Qué no salga mi rostro por favor- últimamente siento que mi cara está horrible.

Me pidió colocarme frente a la puerta y levantar un poco mi camisa de pijama hasta dejar al descubierto el pequeño bultito que apenas se veía.

Con su teléfono tomó una, luego con una cámara instantánea salió otra impresa, se veía parte de mi torso y mi vientre.

-Gracias

-No hay de que- no se movió -¿Algo mas?

-Quiero tocarlo

-¿Quiere tocar que?

-El bebé, quiero poner mi mano en el- dudé. -Quiero ser un padre presente, cariñoso. ¿Si?  Tengo 34 años y aunque no  fue planeado, estoy listo. Estoy listo para él y quiero darle todo lo que esté a mi alcance.

Acabé cediendo, es un hombre rudo pero con esta situación se muestra bastante frágil, quizás no tuvo mucho cariño de niño y desea ser diferente con sus hijos.

Lindo

Su mano se sentía cálida contra mi piel, acarició con lentitud, luego lo vi tomar su teléfono y sacar una foto a su mano.

Tierno






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