27- Te necesito (KTH)

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Cuarto capítulo del día 👀

Continuábamos abrazados, la sentía llorar contra mi cuerpo mientras mis brazos la rodeaban.

La sentí removerse y le di el espacio para que se aleje si así lo deseaba, sus labios fueron a mi cuello de manera tímida, dejó un beso en el lugar, luego otro. Sentía su toque cálido a pesar de las lágrimas tocar mi piel.

-Kim, está mal. Ya no estamos juntos- se alejó lo suficiente hasta hacerme mirarla, estaba roja.

-Lo se, pero necesito esto. Te quiero a ti, conmigo, justo ahora. Por favor- dijo esto y mandé todo al demonio.

La besé con tantas ganas como tenía, mi mano fue a su cuello y la mantuve en su lugar evitando que se moviera o alejada de mi boca.

La noté removerse y me alejé porque supuse que quería parar pero esta se acercó lo suficiente hasta quedar sentada sobre mi regazo en mi lado del vehículo.

Volvió a besarme mientras sus manos se abrían paso a mis pantalones para correrlos de lugar.

-Kim, espera- no paraba  -Kim, aquí no. No así- la alejé con mis manos. Aún tenía los ojos llorosos, era mala idea aprovecharme de su vulnerabilidad.

-Lo siento- negó varias veces. -Debo irme

-Te llevaré al hotel, descuida- está volvió a su sitio, se acomodó la ropa e hice lo mismo y antes de lo pensado ya estábamos aparcando en el estacionamiento del hotel.

El silencio era matador, nos absorbía.

-Gracias, pagaré lo de tu camioneta y lamento lo demás.- tomé su mano cuando trataba de bajar del vehículo.

-¿Te quieres quedar a dormir?, debo hablar sobre algo- debía decirle sobre mi verdadero nombre, al menos eso debía antes de irme.

Adelantaré mi abordaje.

Aunque.. si le digo sabrá sobre mi parentesco con SeokJin y eso podría dañarles la relación. Irónico.

Es irónico que me preocupe sobre la relación de la mujer que amo con mi hermano.

-Tienes razón, no es buena idea.- mordía su labio. -Debo irme

-Yo también me iré- dije y un sentimiento de deseo llegó a mi, de desear que me pida quedarme, que me diga que me quede con ella.

-¿Cuando?- parecia verdaderamente consternada.

-Pronto- pide que me quede contigo por favor.

-Al final de nada servía ser tuya si tu no te entregabas de verdad- pronunció por lo bajo. -Te amo- pronunció esto último y trató nuevamente de bajar del auto.

-Mi amor, no hagas esto- pedí contra su boca. -No me hagas ir contra él por ti- me obligaba a no besarla a pesar de tenerla retenida entre mis manos. -No sabes lo duro que es estar sin ti. Si me dices que me amas nada más me importará, dime que me amas solo a mí y mandaré todo a la mierda por ti.- sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas mientras sus manos arrugaban en puños mi camiseta.

-Te amo-, repitió. Besé sus labios nuevamente -Solo a ti- volví a besarla y esta vez fui yo quien unió ambos cuerpos sobre mi asiento.

Mis manos fueron a su ropa interior bajo su vestido y las deshice en mi mano, tomé uno de los condones de la guantera y luego de colocarlo entré en su interior sin siquiera separar nuestras bocas, el beso era hambriento y absorbente.

Me sentí en la gloria cuando sentí su interior.
Ese cálido interior que tanto extrañaba.

La guiaba con los movimientos sobre mí y está se apegaba cada vez más a mi cuerpo, su cara permanecía en mi cuello mientras nos movíamos y cuando al fin alcanzamos la cúspide de nuestro placer escuché un sollozo de ella. -¿Te lastimé?- estaba alarmado.

-Te amo- repitió y volvió a mi boca, ¿porque parecía despedirse? -Gracias por todo, pensé que esto me haría sentir mejor pero no es así- se bajó de mi regazo. -Prefiero que terminemos aquí a que me odies toda una vida.

Salió de mi camioneta sin siquiera dejarme asimilar lo que había pasado.

Recordé como me sentí cuando la dejé en mi cuarto y el sentimiento era el mismo, dolía como nunca antes.

Cuando logré calmarme bajé de mi camioneta, debía marcharme.

-Consejal- respondió él comandante Baek

-Organiza mi arribo para maraña en la mañana.

-Señor, eso no será posible.

-¿Porque?

-El barco salió esta tarde. Reingresa hasta dentro de una semana y si lo enviamos luego donde se encuentra tardará al menos 10 días.

-Un helicóptero entonces- necesitaba irme ya.

-Señor, estamos en las proximidades con el submarino de Korea del norte justo ahora, no podemos dar nuestra ubicación por aire.

-Diez días, en 10 putos dias necesito el barco en el puerto.- dije por último y cerré la llamada, diez días y me alejaría de todo esto para siempre.

Solo diez días



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Solo Mía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora