25- Chupetones (KSJ)

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Desperté y mi cabeza daba vueltas, cuando logré tomar una ducha y prepararme me dirigí al comedor, hacía días no comía o dormía como se debe y creo que mi cuerpo me pasa factura.

Sentía el estómago revuelto y mis extremidades dolían. -Te ves terrible hermano- reí.

-Qué hermoso buenos días- bromé

-Es en serio, ¿enfermaste?

-Creo, muero de hambre.- nos acercamos para tomar el desayuno y tomamos una mesa para comerlo cuando lo tuvimos en mano. -¿Porque asignarme a Kim anoche?

-Creí que querías verla luego de tu viaje- negué

-No es así, no lo hagas más. Lo mejor será no vernos.

-Ohh, no lo sabía. Dijiste que te gustaba enserio,- este tomó arroz con sus palillos y lo llevó a su boca expectante a espera de conversación.

-No es así- carraspeé -Pediré un traslado, debo hacer algunas cosas.

-¿Te ascenderán?- negué -¿Un encubierto?- no afirme o negué, no quería que continuara preguntando.

Terminamos el desayuno y cuando el día tocó su máximo esplendor un fuerte dolor de cabeza me golpeó.

No veía la hora para ir a dormir y talves mejorarme luego de esto.

Poco antes de la hora de salida no lo aguanté y me fui a dormir, me lancé sobre la cama apenas entré sin preocuparme siquiera de despojarme de las botas o mi ropa militar.

...

Mi cabeza estaba a reventar y quien sea que tocaba con tal rudeza acabara con mi puño contra su mandíbula. Me puse de pie mientras tocaba mi sien y cuando abrí la puerta me encontré con cierta pelinegra frente a mi.

-Le traje medicina para su malestar y algo de comer- me tendía las bolsas.

-Gracias, puede retirarse.- no escuchó, más bien se adentró como perro por su casa a mi cuarto. -Muchas confianzas ¿no?

-¿Puede dejar de actuar como un idiota?, tanto drama por haberlo bloqueado, usted hizo algo peor.

-¿Y que fue eso que hice según tu?- tomé asiento en mi cama mientras esta desataba las bolsas.

-Besarme frente a uno de mis compañeros con claras intenciones de hacerle saber que nos habíamos acostado.

-¿Le arruiné una conquista teniente?- la vi poner los ojos en blanco pero no respondió.

-Coma y luego tome la medicina para que pueda marcharme.

Me acerqué a la mesa y poco después todo estuvo vacío. -Tiene fiebre- dijo tocando mis mejillas y frente, la mire mal -¿Que?

-No seas amable conmigo

-Bien, lo dejaré morir de una fiebre alta.

-No seas dramática

-No lo soy. No sabe lo que tiene, quizás alguna de sus fulanas le pegó algo.

-¿Acaso esos fueron celos?- dije con sarcasmo.

Entonces me fijé en su ropa, pues me había obligado a evitar detallarla cómo tenía por costumbre, esta llevaba un vestido como acostumbra luego de ser hora de marcharse pero tenía un suéter cuello alto por encima haciendo parecer su vestido una falda, supongo que la noche estaba algo fría.

Sus labios estaban más rojos que de costumbre por la temperatura y sus ojos brillaban hermosamente a pesar de notarse le cansada. -¿Todo bien con tu padre?- negó -¿Que le pasa?- volvió a negar.

-Muere- carraspeó -Tome algo para la fiebre, ya me voy- cuando se disponía a alejarse tomé su mano sin siquiera notarlo.

Esta volvió a mirarme y no se si era por lo hermosa que estaba o porque en realidad la extrañaba demasiado pero me vi acercándome a ella para besarla.

Un beso lento pero necesitado que nos hizo suspirar a ambos, deseaba más. Deseaba más que eso. -Quédate a dormir- pronuncié cuando me obligué a soltar su boca, asintió en respuesta y volví a su boca.

Mis manos fueron a su suéter y lo saqué junto con su vestido, me detuve con las prendas en mis manos cuando noté las marcas en su piel, no parecían ser tan recientes pero era claro que tenían menos de una semana. Su cuello y torso tenían marcas amoratadas. Sus brazos también.

Aún así la necesitaba, la quería aquí. Conmigo.

Me acerqué al interruptor y apagué las luces para quedar en penumbras, y regresé a ella para tomarla entre mis manos nuevamente. -Está enfermo- dijo cuando mis besos tocaron tras su oreja.

-Tu eres mi medicina.

Mía, solo mía
...

Cuando desperté lo hice con un cuerpo más pequeño que el mío entre mis brazos, ambos estábamos desnudos, la cama permanecía cálida y cuando su alarma resonó la apagué con solo extender mi brazo.

Volví a dormir poco después.

Sentía leves caricias sobre mis párpados y labios, la escuchaba hablar también apenas desperté pero no abrí los ojos. -Es tan apuesto- decía como susurro -No debería gustarme tanto, acabará dañándome- dijo y luego la sentí dejar un beso sobre mis labios, poco después escuché la puerta ser cerrada.

¿Era un tonto por haberme llenado de ilusión y esperanza por solo escucharla decir algo como eso?

¿Por lo pasado la noche anterior y por cómo me permitió amarla?

¿O solo estoy buscando pretextos para mi egoísmo?

Porque ahora solo quiero ir contra todo y todos por ella, ahora solo quiero olvidarme de lo demás.

Me levante y arreglé para el trabajo y apenas me adentré a mi oficina SeoJoon pidió entrar. -¿Si?- dije con la cabeza aún metida en mis documentos, me sentía mejor pero aún sentía mi cuerpo algo débil.

-¿Me preguntaba si debía solicitar yo al nuevo comisionado o lo harás tú?- negué

-No me iré, descuida.

-Lo que hace una pelinegra con una cena y calmantes- lo escuché bromear. -¿Que?, un cadete vio y sito "a la novia del comisionado entrar a su cuarto en la noche con la cena" y otro "a la novia del comisionado salir en la mañana temprano"

-Tus cadetes son demasiado metidos, ¿debería sancionarlos acaso?- este no dijo algo, solo se despidió y yo continué en lo mío.

Taehyung

Debía hablar con él y decirle, informarle más bien que no me haría aún lado, que pelearía por ella si era necesario.


El SeokJin en modo "si no veo los chupetones no están ahí" pobrecito (cornudo consiente el) 🤭


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