Bajo la oscuridad, caminaba entre ella, sumergiéndose más hasta tocar fondo. Ella se había vuelto una parte de el, sabía que era peligrosa y siguió con ella si con ello conseguía mantener a salvó lo que amaba y que quería proteger. Habían sacrificio...
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Finalmente el pelinegro lo soltó y pudo continuar su camino. Salto a la copa de un árbol y desapareció en un Shunshin, más adelante llevaría un ritmo constante.
(...)
Naruto observó el gran camino, los meses habían estado pasando rápido. Kisame iba a un lado, Hidan también iba con ellos.
HIDAN: - ¿A dónde vamos? - Preguntó con calma.
Naruto no dijo nada, en cambio se concentró en su camino. Estaba cansado, pero estaba seguro que solo faltaba poco para su destino.
KISAME: - Naruto es el único que sabe, pero parece que no lo dirá hasta que estemos en el lugar. - Murmuró sin darle mucha importancia de hacia dónde iban.
El cielo estaba oscuro, quizás dentro de poco empezaría a llover. El aire calmaba el ambiente caluroso que ese día traía, los árboles daban la sombra necesaria para no sentir mucho calor. Naruto suspiró silenciosamente para luego girarse para ver a sus dos compañeros.
NARUTO: - Pain dijo que podríamos tener unos días libres, así que decidí que este lugar seria mejor. Nadie nos conoce... - Murmuró sin darle mucha importancia. - Pueden hacer lo que sean, pero no llamen mucho la atención. - Aconsejo.
HIDAN: - ¿Por qué aquí? ¿Y por qué nosotros? - Pregunto con el ceño fruncido.
Naruto giró sus ojos con cansancio, no quería mencionar acerca de ello, pero parecía que ahora el destino no estaba a su favor.
NARUTO: - Tómalo como un agradecimiento. - Murmuró avanzando hacia delante.
Hidan tardó unos segundos en alcanzar a sus otros dos compañeros, no había entendido las palabras del rubio y parecía que no solo hacía, pero era mejor que el mismo rubio le explicara.
(...)
Kisame observó con curiosidad al menor, habían decidido salir a dar una vuelta. Solo tenían un par de días en ese pueblo y querían aprovecharlo al máximo. Naruto estaba charlando con una chica de extrañas ropas y rasgos muy diferentes a los que estaba acostumbrado a ver. Lo más interesante era ver la calma en el cuerpo del rubio y la comodidad que mostraba. Tal parecía que ya la conocía de antes.
HIDAN: - ¿Quién crees que sea? Es muy rara. - Murmuró cerca del de piel azulada.
Kisame estuvo de acuerdo con ello, sin embargo, no iba a juzgar las apariencias de la chica. Ella le traía tranquilidad al rubio, cosa que no había tenido en mucho tiempo.
KISAME: - Déjalo, al menos está tranquilo. El irá con nosotros cuando haya terminado de hablar con ella. - Aviso jalando de las ropas a Hidan.
