Bajo la oscuridad, caminaba entre ella, sumergiéndose más hasta tocar fondo. Ella se había vuelto una parte de el, sabía que era peligrosa y siguió con ella si con ello conseguía mantener a salvó lo que amaba y que quería proteger. Habían sacrificio...
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-Lo lamento tanto...
Quizás era cobardía de su parte no enfrentar sus demonios, pero solo quería paz y encontrarse así mismo. Quitar ese peso en sus hombros, ser solo Naruto. No un ninja. No un asesino. No un criminal. No, nada... Solo un niño simple y corriente. Vivir y...
Ser libre.
(...)
Los ninjas se habían dispersado, todos con un mismo objetivo.
Itachi empezó un recorrido contrario a los demás, sentía una pequeña porción de chakra de Naruto, cada vez más bajo. Frunció el ceño ante aquello. Pronto una mala sensación abarcó en su pecho. Apresuró su paso.
TSUNADE: - ¿Sabes dónde puede estar? - La rubia le preguntó al joven distraído.
Itachi solo asintió, no emitiendo un sonido. Solo sentía que aquella sensación no le dejaría hablar.
JIRAIYA: - Entonces guíanos. - Murmuró con una sonrisa tranquila, o por lo menos, tratando de transmitir seguridad.
Él mismo había sentido como el ambiente cambiaba drásticamente en cuanto supieron que Naruto había desaparecido y no había dejado alguna pista. Solo temía que haya cometido una locura, él estaba sanando. Lo estaban ayudando y aunque sentía que no era mucho, trataba la manera de hacerlo sentir en casa. Que todo estaba bien.
Así que, cuando llegaron hasta donde Itachi los había guiado y luego de bajar unas rocas; y detenerse en lo plano, lo menos que habían esperado era ver a un Naruto tendido y solo sostenido por una madera que salía de su estómago.
Tsunade aun con el corazón en la boca y la amarga sensación intentó acercarse hasta donde estaba su niño, sin embargo, sus piernas dejaron de funcionar y cayó de rodillas. No podía apartar la vista de aquella terrible escena. Podía sentir como sus palpitaciones eran cada vez más lentas y menos frecuentes. Eran esos momentos que no deseaba ser un ninja médico, odiaba sentir y escuchar como los latidos de los corazones dejaban de ser. Odiaba esa parte. Sollozo negándose a creer que eso estaba sucediendo. ¿Por qué? ¿Qué había pasado para que tomara aquella decisión?
Podía ver como aquellos labios estaban pálidos, la sangre goteaba y el charco que se había hecho cada vez se hacía más notorio. ¿Qué había tenido que hacer para que su hijo hubiera tenido una infancia mejor? Porque estaba seguro que todos aquellos problemas se debieron a que nunca tuvo la infancia que se había merecido. Ahora sentía que el renombre de Jiraiya el Sannin no valían nada, no cuando no había podido salvar a su hijo y en cambio el si, Naruto lo había salvado de muchas formas y el de ninguna. Estaba seguro que sus lágrimas bajaban silenciosamente, no había llanto, gritos, sollozos, no había emitido ningún sonido. Eran simplemente aquellos sentimientos los que hacían que las lágrimas salieran. Con la respiración acelerada y su cuerpo temblando, lentamente se empezó a acercar. Tenía que sacarlo de ahí y... y.
