🔹Charla antes de la guerra🔹

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Hace unos días que su alumno y su compañera habían regresado y Uchiha Madara había declarado paso a un guerra más, medito todo lo malo que podría traer esto

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Hace unos días que su alumno y su compañera habían regresado y Uchiha Madara había declarado paso a un guerra más, medito todo lo malo que podría traer esto.

MINATO: - Así es, nos reuniremos en dos días junto con las demás aldeas. - Aviso sentándose en una de las sillas.

JIRAIYA: - Está bien, entonces necesitamos de todas las armas que tenemos. - Murmuró.

TSUNADE: - ¡Alto! - Ella paró el tren de pensamientos de Sannin. - Tu no estas en condiciones de ir a una guerra, todavía tienes que recuperarte y no están ni acostumbrado a estar sin un brazo. - Musito masajeando su frente. - Es definitivo que no iras. - Expreso.

Jiraiya formó una mueca desagradable. - Tsunade, lo menos que haré es seguir tus órdenes. - Minato intento entretenerse en algo más.

La rubia sintió un pequeño piquete por al forma en que le había hablado.

JIRAIYA: - No esperen que me quedaré aquí, al menos puedo ayudarles en algo. - Afirmó con el ceño fruncido.

MINATO: - ¿Estás seguro, sensei? - Cuestiono.

JIRAIYA: - Lo estoy. - Confesó palmeando su hombro. - Estoy viejo, pero puedo dar batalla todavía. - Dijo con gracia.

Lo menos que ahora quería era verse frágil cuando su hijo había estado luchando por años y había sacrificado tanto por la aldea, entonces él seguiría el mismo paso que Naruto y dejaría todo por ella. Naruto le demostró tanto aun si no estuviera cerca.

TSUNADE: - Veré como puedo ayudarte a mejorar, quizás podamos introducir células y que hagan una mejor recuperación y más efectiva. - Musito parándose. - No hagas mucho esfuerzo. - Aconsejo saliendo de aquella habitación.

MINATO: - ¿Sensei? - La llamo, inseguro de seguir con lo que tenía planeado.

JIRAIYA: - ¿Qué sucede? - Cuestiono.

MINATO: - Lo lamento tanto, perdón por todos los errores que he cometido. Se que me educaste de otra manera y aunque no lo digas, se que estas decepcionado de mi. Naruto no hubiera escogido el camino que tomó si yo no lo hubiera abandonado o alejado de nosotros. Cometí un gran error con el y lo lamento tanto. De verdad. Todo ha sido mi culpa. - Musito con su rostro escondido en sus manos. - Lamento no decirte que yo tenía a tu hijo, Tsunade-sama nos dijo que no te dijéramos, pero estoy seguro que si la hubieras contradicho Naruto tendría otra infancia. Él sería un ninja como nosotros. - Limpio sus lágrimas.

JIRAIYA: - El hubiera ya no existe, Minato. - Dijo.

No podía decir nada más porque no quería decirle cosas hirientes, pero dentro de él residía una pequeña espina contra su alumno por lo que le hizo a su hijo. Naruto tuvo que ser tratado diferente. Él lo había hecho con Minato, lo había acogido y le había enseñado todo a pesar de que no había sangre de por medio.

Aunque también había un sentimiento agrio contra Tsunade, ella tuvo que haberle dicho que tenían un hijo y él estaría dispuesto a cuidarlo. Simplemente espero que todo aquello pasara.

JIRAIYA: - ¿Cómo está Menma? - Cuestiono.

Durante los últimos años había observado la determinación del Uzumaki por traer de vuelta a Naruto, incluso en el entrenamiento que le brindó, su mayor deseo había sido el que Naruto volviera a ser el mismo de hace años. Pero nunca lo pudo hacer.

MINATO: - Lo está llevando lento, - Musitó casi silenciosamente. - sea alejado de Kushina y de mi; se que no lo quiere decir tan abiertamente, pero él está enojado y decepcionado de nosotros. - Confesó con una risa amarga. - Son pocas veces en que nos dirige la palabra. - Masajeo su cuello con cansancio.

JIRAIYA: - Dale tiempo, necesita espacio y meditar todo. - Suspiro observando a través de la ventana el cálido día. - Menma lo veía como un hermano y perderlo ahora ha quitado una parte de su sueño. - Aconsejo revolviendo los cabellos de Minato.

MINATO: - Gracias, sensei. - Sus ojos se toparon con el mayor, entonces no evitó que unas lágrimas traicioneras se escaparan. - Gracias por no odiarme, se que no merezco esto. - Murmuró.

El Sannin negó con una pequeña sonrisa, lo menos que quería era guardar rencor contra alguien que consideraba familia y aun si este no hizo lo mismo con su propio hijo.

JIRAIYA: - ¿Has aprendido de tu error, Minato? - Pregunto con seriedad.

MINATO: - Más que eso, sensei. - Musito con arrepentimiento.

JIRAIYA: - Está bien, porque no habrá una próxima vez para que te lamentes y no estaré más. - Soltó una carcajada al ver el rostro asustado del Hokage. - Ya estoy demasiado viejo.

Minato no lo creía así, él todavía lo veía fuerte y que podía seguir dando batalla. Pero nuevamente recordó que su sensei había pasado por mucho y no podía imponer que todavía siguiera como ninja activo. No cuando había dado más de lo que otros estarían dispuestos a dar.

MINATO: - Por cierto, Menma me dijo que esto te pertenece. - De su ropa sacó un pequeño sobre, no sabía que contenía, pero su hijo le había dado ciertas indicaciones para dárselo. - Te dejo solo. - Se levantó y empezó a caminar hacia la salida.

Debía darle espacio.

Jiraiya observó con curiosidad el sobre, creía que era algo hecho reciente; el empaque se observaba nuevo y reluciente. Pero al romper una pequeña parte pudo percatarse de la desgastada hoja arrugada, tenía pequeñas manchas de lo que creería suciedad.

La abrió delicadamente, no sabía que era lo que podía contener, pero esperaba que no fuera algo malo.

He conocido a Jiraiya...

El pequeño título estaba manchado de gotas impregnadas de suciedad.

No se como describirlo, es simplemente alguien que no le teme a nada y ahora que lo conocí es alguien realmente agradable; no se si es solo imaginación mía, pero el me transmite seguridad y confort. Es alguien como Tou-san. Aunque a veces regaña mucho. De todos modos, espero que se quede en mi vida.

Jiraiya sonrió con melancolía recordando aquel día, Naruto al principio había estado reacio, pero el chiquillo lo había pasado bien. En un principio no se imaginó que había entablado una charla con él y menos con su propio hijo, aquel que desconocía que tenía en un principio.

Durante las veces en que nos hemos encontrado siempre me trae algo, la última vez me regaló una figura ilimitada de su invocación personal. La tengo guardada temiendo que se dañe. Cada vez que veo el regalo lo recuerdo a él y no puedo evitarlo, pero una sonrisa aparece en mi rostro.

 Cada vez que veo el regalo lo recuerdo a él y no puedo evitarlo, pero una sonrisa aparece en mi rostro

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Namikaze-Uzumaki NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora