Alianza Equivocada | yoonmin

sería incorrecto.

Para nadie en el taller de música fue una sorpresa que el profesor Kim le diera a Jimin una inmediata bienvenida al evento de Navidad como voz principal de la presentación que abriría el festival de la escuela.

Las chicas que le habían hecho la armonía se acercaron a él apenas el profesor Kim les avisó que ya podían irse a sus casas, ahí recién supo que se llaman Kim Yongsun y Ahn Hyejin. La primera no dejaba de llenarlo de cumplidos, mientras la otra, quien antes había lucido un rostro desafiante, trataba de calmarla, pero igual lo hicieron sentir extrañamente bien.

Incluso el único chico que había en ese grupo y que se había quedado en todo ese tiempo en una esquina del salón, además de él y de Yoongi, se atrevió a acercarse con un notable sonrojo en sus mejillas.

—Eh... hola —le mostró una pequeña sonrisa—. D-de verdad lo hiciste muy bien.

—Gracias. —Jimin le sonrió pese a que es la primera vez que lo veía.

—P-por cierto, mi nombre es Lee Taemin —se presentó él con una leve inclinación—. Me encargo de tocar el violín, así que me verás unas cuantas veces aquí.

—Oh, el violín, qué impresionante. —Pese a la constante falsedad que demostraba el de cabellos dorados, esta vez lo decía en serio—. Ese sí que es un gran instrumento no como el típico piano de siempre.

Aunque Jimin añadió ese último comentario más para molestar a Yoongi que en ese momento estaba acomodando las cosas a unos pasos de ellos. Este solo rodó los ojos, fingiendo que no lo había escuchado.

—¡N-no, para nada! —dijo al instante Taemin—. Yoongi-ssi es muy bueno con el piano también.

—Ja, eso estará por verse.

Yoongi resopló, ya terminando de cerrar la tapa del piano para ponerse la mochila a su hombro.

Taemin ladeó su cabeza, no entendiendo por qué Jimin hablaba así de él, pero al final supuso que deben ser amigos para tener esa clase de confianza entre ellos.

—Sí, estoy seguro de que te vas a lucir en el escenario. —Se sonrojó aún más por escuchar sus propias palabras—. Es decir, ustedes, ambos —se rió algo nervioso.

Jimin arqueó una de sus cejas con diversión, mientras que Yoongi empezó a negar con la cabeza, acercándose finalmente a ellos.

—Atrás, Romeo, no querrás avergonzarte más. —Este palmeó su espalda, sintiendo un poco de pena ajena hacia él.

—Bueno... —Taemin rascó su oreja con nerviosismo. «¿Tan evidente soy?», se recrimina a sí mismo—. Y-ya me despido.

—Hasta luego, Taemin... ¿Sunbae?

Jimin actuó con inocencia ante su agradable comportamiento, sospechando que ese chico debe tener la misma edad de Yoongi.

—¡Oh, dios, no! Puedes utilizar solo el "hyung", n-no es necesario lo otro.

Y si antes Taemin estaba sonrojado, ahora todo su rostro parece querer explotar de vergüenza.

—De acuerdo, Taemin hyung —le sonrió Jimin con la dulzura que siempre usaba para causar una buena impresión.

—S-sí, eh... —Este se giró hacia Yoongi, afianzándose de las tiras de su maletín—. A-adiós también a ti, Yoongi-ssi.

Yoongi solo asintió como despedida, mirando cómo ese pobre chico se estaba yendo con lo poco de dignidad que le quedaba.

—Te encanta esto, ¿verdad? —Ahora toda su atención está fija en Jimin—. Alimenta tu enorme ego.

El rubio optó por no darle importancia a lo que decía, mirando sus impecables uñas al hablar.

—Sí, bueno, yo no fui quién me rogó hasta el cansancio para que participara, ¿o sí?

Yoongi bufó. Eso le pasaba por darle más atención de la necesaria. Lo mejor sería que ambos sigan sus propios caminos como siempre.

—Como sea, me largo de aquí.

—Oh, no, aún no.

Antes de siquiera voltearse, Jimin sacó su celular para mostrarle la pantalla encendida. Aunque este lo mira sin entender por qué le está enseñando una ubicación.

—Es la casa de TaeTae. —Yoongi frunce aún más el ceño ante su explicación—. ¿Qué? ¿Acaso ya olvidaste toda la parte de nuestro trato?

Tensa sus labios. Oh, por supuesto.

—¿Cuándo es? —le pregunta de golpe.

—Hoy mismo a las 6. —Jimin hace relucir una engreída sonrisa—. Muero por verte ahí.

•••

Ahora sí, estas son todas las actualizaciones que haré por el momento, ya que tengo que ordenar bien esta historia para poderla continuar. Como verán, es muy cliché y adolescente a la vez. Me encanta, siempre quise escribir una historia así jajajaja. 

Cuídense. 💜