Alianza Equivocada | yoonmin

pero sé que a tu lado,

Yoongi olvida rápidamente lo que sucedió esa mañana y solo se enfocó en las que vinieron después.

Aunque tuvo la prudencia de no volver a dormir en la misma cama de Jimin durante las noches, a veces se acostaba allí en las tardes mientras lo observaba estudiar. No se lo ha dicho directamente, pero sospecha que Jimin cambió su estricto horario de estudios en la biblioteca para pasar más tiempo con él en su habitación.

—¿Qué estás leyendo?

No suele interrumpirlo cuando lo ve tan concentrado en sus libros, pero no puede mantenerse callado al notar cómo su rostro se seguía arrugando de pura frustración.

—No estoy leyendo —le responde Jimin de forma automática—, estoy memorizando algunas fórmulas.

Yoongi frunce el ceño tras escucharlo, poniéndose de pie para caminar hacia él luego de bajar el volumen del parlante que tiene en su mesa de noche.

Jimin no lo había usado hasta que descubrió que se podía relajar con la voz de su mamá de fondo mientras estudiaba.

—¿Qué rayos es eso?— le preguntó Yoongi apenas se acercó a su costado y vio las dichosas fórmulas en el papel—. No lo recuerdo haber visto en la escuela, ¿o es que mi cerebro se ha quemado de tanto estudiar estas últimas semanas que ya estoy perdiendo la memoria?

Jimin se ríe entre dientes, olvidando momentáneamente su libro en el escritorio para brindarle toda su atención.

—Es Matemática Avanzada, a nivel universitario —le explica con calma—. Es normal que no recuerdes algo que nunca has visto en clase.

—¿Y entonces por qué lo estás viendo ahora?

Jimin rueda los ojos de manera jocosa. Yoongi y su manía de hacer preguntas lo volvían loco.

—Porque es el nivel que necesito para entrar a la facultad de Ingeniería.

—¿Quieres ser ingeniero? —Yoongi lucía más confundido que antes.

—O administrador, aún no estoy seguro. —Al subir de nuevo su mirada, se encontró con una llena de dudas—. ¿Qué pasa?

Yoongi removió sus labios, mientras negaba con la cabeza. Parecía estar batallando consigo mismo para no responder, pero al final se dio por vencido y lo hizo de todos modos.

—No creí que estudiarías ese tipo de carreras.

Ahora quien no entendía de lo que hablaba era Jimin.

—¿A qué te refieres? Me he preparado en todos estos años justamente para eso.

—Sí, lo entiendo —le dice Yoongi de forma conciliadora—, solo que pensé que ese no... no sería tu sueño.

—¿Sueño? —La expresión de Jimin se endurece al recaer en el trasfondo de esa palabra—. Yoongi, cantar no es mi sueño, nunca lo ha sido.

—Jimin...

—No. —Jimin se aleja de su posible toque tras levantarse de su asiento—. Hablo en serio, Yoongi, no sé que estás pensando, pero si yo-

—Jimin-

—Si yo te gusto —lo sigue interrumpiendo—, solo porque crees que soy una especie de acompañamiento musical en tu vida, desde ahora te digo que-

—¡Jimin, basta, ya hablamos de esto! —Los hombros de Yoongi cayeron al darse cuenta de que le había alzado la voz—. Lo siento, no debí gritarte. Yo solo- —Tensa sus labios—. ¿Quieres que vuelva a decirte todas las razones por las que me gustas? Lo haré si así lo quieres, pero, por favor, no sigas suponiendo cosas de mí.