no me sigas mirando,

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Taehyung y Jungkook no son tontos.

Podrían mantenerse al margen de lo que sea que estuviera pasando entre sus mejores amigos, fingiendo que no veían los acercamientos y miradas de Yoongi, o la tensión y sonrojo de Jimin.

Sin embargo, no podían seguir ignorando el estado en el que están ahora. Uno luciendo más cansado que el otro, con la cabeza en las nubes y siendo distantes con ellos sin razón aparente. Hasta habían dejado de almorzar los cuatro juntos, principalmente porque Jimin se la vivía encerrado en la biblioteca.

—¿Siquiera estás comiendo?

Esa es una de las pocas preguntas que Taehyung logra hacerle al de cabellos dorados antes de que desaparezca de clase en clase.

—Sí, TaeTae. —Jimin aprieta contra su pecho los libros que está cargando al dirigirse a su próximo salón—. Como algo ligero de camino a la biblioteca.

—¿Y por qué no comes con nosotros?

—Tengo muchos trabajos por hacer —le responde él de manera automática.

—Pero-

—Ya va a empezar mi clase de Historia —lo interrumpe ni bien llega a su destino—. Hablamos en otro momento.

Y así lo deja, con la palabra en la boca en cada oportunidad que lo busca. Acto que se repite de forma parecida con el otro par de amigos.

—¿Qué es lo que sucede con Jimin Sunbae?

Aunque Jungkook prefiere ser más directo. Yoongi cierra su casillero y se pone de pie en un lento movimiento.

—Eso es algo que se lo tendrías que preguntar a él mismo, ¿no crees?

A pesar del tono plano de su voz, su hyung es incapaz de darle la cara, lo que solo refuerza las sospechas de Jungkook.

—Yoongi hyung, si te estoy preguntando es por una razón. —Arqueó una de sus cejas—. ¿No crees?

Yoongi se removió con incomodidad en su lugar.

—Debo ir a clases —se excusó tras empezar a caminar.

—¿Desde cuándo te importan las clases? —Jungkook alzó un poco la voz, mientras lo veía alejarse.

—Desde que estoy por desaprobar Matemáticas —le respondió Yoongi por encima del hombro al estar de espalda hacia él.

—¡Hyung!

Y así continuó hasta que se perdió por los pasillos entre estudiantes que no dejaban de cuchichear entre ellos al verlo. Jungkook tensó sus labios. Los chismes solo parecían aumentar y no era posible que unos extraños supieran más de la vida de su hyung que él mismo.

Taehyung pensaba igual con respecto a Jimin, por eso se alió con su novio para que todos comieran juntos de nuevo. Aunque la discreción no era una característica de la familia Kim, por lo que terminó sacando a rastras a su mejor amigo de la biblioteca.

Sobra decir que la señora Choi, la bibliotecaria, castigó a Taehyung por una semana entera.

—No puedo creer que lo hicieras —se quejó Jimin entre dientes y con su atención fija en su bandeja de comida.

—Te lo advertí —le sonrió él como si nada, llevando un trozo de pollo a su boca tras finalmente estar los cuatro sentados en el comedor.

Jimin revolvió sus fideos sin ánimo alguno. Tampoco tenía hambre, pero era mejor concentrarse en su plato que al frente. Taehyung al menos había tenido la decencia de no ponerlo junto a Yoongi porque Jungkook es quien estaba a su costado.

Alianza Equivocada | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora