pensar de más.

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Jimin no ha estado durmiendo bien.

Su cabeza aparentemente no quería dejar de atormentarlo con posibles escenarios que solo su yo de niño podría creer que algún día pasarían. Aunque una parte de ellos sí se estaban cumpliendo porque jamás imaginó que Yoongi, el Yoongi que siempre lo trató peor que a una plaga, ahora no era capaz de mirar otra cosa que no fuera él.

Eso lo estremecía por completo y no de una mala manera.

—Basta, Jimin —se dijo a sí mismo frente a uno de los espejos del baño de la escuela—. Solo está tratando de burlarse de ti, de jugar con tu mente.

Y pese a que esas palabras no lo hacían sentir mejor, se convenció de ellas mientras guardaba la base de maquillaje en el bolsillo derecho de la chaqueta de su uniforme. Las ojeras no hacían más que agrandarse y no podía permitir que lo vean de esa forma. Él siempre lucirá impecable, así sea todo un desastre por dentro.

Con la confianza renovada y la frente en alto, salió del baño de hombres de esa sección de la escuela, aunque apenas escuchó un par de murmullos a su alrededor se arrepintió de estar allí. Esa es el área de los del último año y no, no deseaba encontrarse a Yoongi tan temprano por la mañana.

Sin embargo, algo más lo sacó de sus pensamientos. Un silbido, el cual lo hizo detenerse de golpe al reconocer al grupo de chicos de donde había venido, ya que portaban con orgullo el uniforme del equipo de basketball.

—Así que la "ninfa" de la escuela nos hizo una visita hoy. —Uno de ellos habló con tono socarrón—. Qué honor en verdad.

Y tal vez Jimin lo hubiese ignorado sin problemas, no era la primera vez que hacía frente a ese tipo de comentarios, si no se hubiese fijado que a su costado estaba Kyusong, riéndose como si tuviera la cara de hacerlo realmente.

Hipócrita.

—¿Ninfa? —Se hizo el desentendido, mientras se acercaba a ellos a paso lento—. ¿A qué te refieres con ninfa?

—Tú sabes a qué nos referimos con eso —le dijo el mismo chico con una sonrisa torcida.

Jimin ladeó su cabeza, fingiendo quedarse pensativo por un instante.

—Si te refieres a que les parezco extremadamente atractivo y cautivador, gracias, pero no estoy interesado en ninguno de ustedes.

El tenso silencio que se formó fue llenado por las risas y expresiones del resto de estudiantes ante una posible pelea. Eso fue lo que atrajo la atención de Yoongi ni bien se dirigió a ese pasillo con su mochila sobre su espalda.

—Vete, Park. —Kyusong decidió intervenir finalmente—. No quieres problemas con nosotros.

Jimin contuvo una amarga sonrisa.

—Claro que no. —Lo miró por lo bajo—. Y menos contigo.

—Crees que todos somos un marica como tú. —Otro de los chicos habló con notable desprecio.

—No, todos no. —Los ojos caramelos de Jimin volvieron a caer en Kyusong, pero esta vez de manera contundente—. ¿O tú qué piensas, An?

Este ensanchó su nariz del enojo.

—En serio, Park, será mejor que te calles o-

—¿O qué? —Jimin le preguntó con voz afilada—. ¿Me golpearás? No, espera. —Su mirada se ensombreció—. Eso no es lo único grave que podrías hacerme.

Kyusong apretó una de sus manos hasta convertirla en un puño y Yoongi estaba listo para ir a parar lo que sea que esté cruzando por su mente, pero alguien más lo hizo por él.

Alianza Equivocada | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora