La hora del almuerzo no está siendo precisamente cómoda para Jimin.
Debió haber inventado cualquier excusa para no estar ahí, pero tampoco quería que se dieran cuenta que lo hacía para evitarlos. Para evitar a alguien en especial.
Aunque al final no tuvo reparos en meterse entre Taehyung y Jungkook para quedar sentado en el medio de ellos y no al otro lado, junto a ese alguien que quería evitar a toda costa.
Ese movimiento había sido tan abrupto y para nada sutil, como había planeado si no sintiera la mirada de Yoongi siguiéndolo desde que pisó el comedor, que hasta su mejor amigo le preguntó, delante de todos en la mesa, qué rayos le pasaba.
—Solo quiero sentarme junto a mi pareja favorita —les dijo Jimin con su mejor sonrisa ensayada de media luna.
—Así que es verdad. Son novios.
La cual se fue desmoronando al escuchar de nuevo esa voz.
—Oh, buenas tardes, Suran noona. —Jungkook se inclinó hacia ella con un poco de timidez, pero mirando de reojo a Jimin a la vez—. Y sí...
—Me alegro por ti, Jungkook-ah. —La sonrisa de Suran también viajó hacia Taehyung—. Por ambos.
El de coleta azabache se sonroja ligeramente, centrándose más en ese cumplido que en la pesada aura que estaba transmitiendo Jimin a su costado, por lo que se anima a presentarla con su novio.
—Ella es Suran noona, TaeTae —le dice—, va en el mismo grado que yo, pero más la he visto en el taller de canto que en alguna clase mía. —Se ríe con suavidad—. Y él es Taehyung, noona, mi... novio.
—Mucho gusto, Suran-ssi. —El pelirrojo le sonríe con entusiasmo, el cual es causado principalmente por escuchar esa palabra de la boca de su Jungkookie.
—Igualmente.
—Y... —Es justo en ese momento que Jungkook recae en Jimin y se lamenta por dentro. A este punto jamás lograría ser su amigo—. A-a Jimin Sunbae creo que ya lo conoces.
Suran abrió la boca para contestar que sí, pero otra vez el rubio se le adelantó.
—Sí, ya tuve el placer de conocerla. —Jimin dejó sus palillos a un lado de la mesa—. Es quien perdió la gran oportunidad de cantar en el evento de Navidad, ¿cierto? —Alzó su mano derecha para apoyar su mentón en esta, mientras comenzó a mirarla con un brillo mortal saliendo de sus ojos caramelos—. Es una pena, me compadezco de ti, en verdad.
Yoongi endureció su mirada hacia él, Jungkook palideció y Taehyung le pidió que se comportara a través de una seña en su rostro.
—Eh... sí, fue... fue muy duro —le dijo Suran en un tono incómodo, pero enseguida se dirigió al chico sentado a su izquierda con una sonrisa—. ¿Yoongi-ssi, podemos hablar después de clases?
—Sí, no-
—No, no puede —lo interrumpió Jimin, anteponiéndose a ellos tras enderezar su postura en el asiento—. ¿Acaso no recuerdas nuestras prácticas de piano? ¿Las que son justo después de clases?
Yoongi apretó su mandíbula.
—Lo único que recuerdo es que dijiste que eran una pésima idea.
—Solo... solo estaba bajo mucha presión —se intentó excusar Jimin.
La confusión cruzó por el tenso rostro de Yoongi en un instante.
—¿Cuál presión? —le replicó.
«La tuya», le respondió Jimin dentro de su mente.
—De igual forma —siguió hablando con firmeza a pesar de ese brote de inseguridad—, no vas a tener tiempo después de clases.
—¿Por qué? —Yoongi se levantó de su asiento, olvidándose por completo que había gente a su alrededor. Él solo podía ver esos ojos caramelos manchados con oscuridad—. ¿Por qué tú lo dices?
—Exacto. —Jimin también se puso de pie, manteniendo su cabeza en alto e inclinándose hacia él con petulancia—. Porque yo lo digo.
—¡Minie!
—Yoongi hyung...
Esas voces fueron las primeras en volverse a mezclar en sus oídos, luego fue el lejano ruido que hacía el resto de estudiantes dentro del comedor, pero aún así sus miradas no se apartaron, continuaban fijas y penetrantes entre ellos.
Hasta que una empezó a ceder.
Increíblemente, fue la de Yoongi.
—No te entiendo, Jimin —le dijo sin una pizca de emoción en su voz, tomando a la vez su propia bandeja de comida—. Por más que trate, no logro entenderte.
Y todo ese fuego acumulado en el interior de Jimin se apagó con la sola mención de su nombre.
Aunque... hubo algo más.
La forma en que dijo esas palabras era parecida a la que últimamente usaba cuando solo eran ellos dos, cuando no había nadie alrededor.
Y mientras Yoongi se alejaba sin mirar atrás, Jimin quiso que se girara, quiso poder tener el valor de correr hacia él y demostrarle que también se sentía de esa manera.
Porque ni él mismo podía entenderse.
•••
Parece que solo quiero alargar esto, pero prometo que todo tiene una razón de ser.
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Alianza Equivocada | yoonmin
FanficLo único que unía a Yoongi con Jimin era su mutuo desagrado y que se fijaran en las personas equivocadas. ¿O... habría algo más? ••• ©Historia original. Prohibida su copia y/o adaptación. También puedes leer este fanfic a través de AO3: nexermind.