Aunque ya

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Yoongi acaba de darse una ducha, aún las gotas se deslizaban por las puntas de su cabello, pero no les dio mucha importancia. Quería alistarse lo más pronto posible para bajar hacia la habitación de Jimin.

Han estado durmiendo juntos. No eran todos los días, solo aquellas noches en las que Heesoo no se asomaba por la casa hasta la mañana siguiente. Incluso así, Jimin no parecía preocupado de que ella los pudiera atrapar estando en una misma cama.

Aunque de todas formas, Heesoo no ha vuelto a acercarse a su puerta.

De hecho, su presencia apenas se sentía durante el día y solo pasaba de él en las pocas veces que la vio caminando por los pasillos.

Era extraño. Yoongi pensó que lo primero que ella haría sería reclamar y exigir que se alejara de Jimin. Pero hasta ahora, solo ha permanecido en silencio.

Y eso lo tiene intranquilo. El silencio de Heesoo es más letal que su grito. Como si estuviera observando todo desde las sombras a la espera de su próximo ataque.

Lo que normalmente no le asustaría si Jimin no estuviera involucrado en esto. Yoongi ya sufrió por su indiferencia, quejas y egoísmo. Nada le sorprendía. Sin embargo, Jimin era diferente. Él solo ha visto lo mejor de ella y prefiere evitarle esa decepción.

A pesar de todo, Jimin la quiere como a una madre y Yoongi no es nadie para quitarle esa ilusión.

Por más que Heesoo no se lo mereciera.

—Te vas a enfermar.

Esa voz enseguida lo sacó de sus pensamientos. Había estado tan metido en ellos que no fue consciente de que había empezado a caminar de forma automática hasta llegar a su habitación y abrir la puerta sin aviso alguno.

Jimin también parecía haber tomado un baño. Estaba usando el pijama de diseñador que tanto le gustaba ponerse porque lo hacía sentir que estaba en Europa. La verdad, Yoongi no lo entendía, porque cualquier cosa que se pusiera encima lo haría destacar entre todos los demás. Hasta le podría prestar sus jeans más viejos y Jimin seguiría luciéndose con ellos.

—Has estado tejiendo.

Hace esa observación tras fijarse en los ganchos que había sobre la cama y en los ovillos de lana a medio utilizar. Jimin hace un sonido de afirmación con su garganta, mientras le hace una seña para que se siente en la cama.

Yoongi no sabe de dónde sacó una toalla con tanta rapidez, pero comenzó a secarlo con ella al estar a su alcance.

—Te hace daño que duermas con el cabello mojado. —Pese a la molestia en su voz, Jimin continuó con suaves movimientos en su cabeza—. ¿Sabías que eso facilita la aparición de hongos y bacterias? Incluso puede irritar tu cuero cabelludo. La caspa sería el menor de tus problemas.

Yoongi se ríe entre dientes. Jimin a veces hace eso, soltar información específica para reforzar la importancia de su regaño.

—Pensé que dirías que podía resfriarme. —Lo rodeó de la cintura al tenerlo de pie frente a él.

—En realidad no está comprobada científicamente la relación entre el resfriado común y la humedad de tu cabello. —La expresión seria de Jimin al hablar desentonaba un poco con el naciente sonrojo en sus mejillas—. Te enferma el virus, no el frío.

—Deberías ser médico, en vez de ingeniero. —Yoongi curvó una sonrisa al mirarlo—. Sabes mucho de estas cosas.

Jimin rodó los ojos, pero sus ganas de sonreír lo traicionaron.

—Eso lo sabe todo el mundo.

El rostro de Yoongi se contrae por un breve instante.

—Yo no lo sabía.

Alianza Equivocada | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora