Lo único que Yoongi recuerda después de la muerte de su padre, es en lo vacío que se sintió desde ese momento.
Su madre ni siquiera dejó que faltara a la escuela luego de su funeral, aunque de todas formas era en vano que asistiera porque se la pasaba encerrado en los baños, llorando por él hasta que sus ojos se le hinchaban y las lágrimas se agotaban.
Esa situación no le agradó a Heesoo, por supuesto.
Ella decía que era una pérdida de dinero el estar gastando en una educación que no sería aprovechada en absoluto. De hecho, Yoongi se había convertido en una completa carga para ella.
Y eso también se lo hacía saber cada día que pasaba. Incluso hubo una vez que abiertamente le dijo que estaba buscando un albergue para él.
A Yoongi no le importaba, no le importaba nada en realidad, si Heesoo, ya la había dejado de llamar "mamá" para ese entonces, se quería deshacer de él, está bien, pero tendría que sacarlo junto con las cosas de su padre o no habría trato.
En especial, con su piano, el cual tocaba cuando se quedaba solo en casa. Su padre se mantendría vivo mientras pudiera reproducir sus piezas favoritas de música. Esa era una de las tantas promesas que él le había hecho cuando comprendió que su enfermedad era incurable.
Y así pasaron los meses. Con una nube gris sobre la cabeza de Yoongi que apenas le permitía levantarse de su cama para ir al baño. Ese era el único sitio al que se movía cuando llegaron las vacaciones de verano. Las últimas que pasaría en esa casa si Heesoo cumplía con su palabra de ponerlo en adopción.
Sin embargo, algo extraño sucedió.
Un día, en el que Heesoo estaba demasiado sonriente como para ser ella, lo mandó a abrir la puerta porque iban a tener visitas. Yoongi no comía desde ayer, así que no tenía las fuerzas necesarias para negarse a hacerlo.
Pero cuando finalmente la abrió, la segunda cosa extraña pasó.
Allí, al pie de la entrada, había un niño con las mejillas más rosadas que había visto en su vida. ¿Y con ojos de color... caramelo? ¿Eso era posible?
Ese niño hizo un gesto raro cuando lo miró, escondiéndose detrás del hombre que estaba a su costado. Yoongi no entendía qué estaba pasando y quiénes eran esas personas.
Hasta que ese mismo hombre habló.
—No seas tímido, Jimin. —Este apartó al niño en un solo movimiento—. Y saluda a tu futuro hermano.
¿Qué?
Yoongi se giró hacia Heesoo, la cual coincidentemente estaba acercándose hacia ellos con una sonrisa más grande que la anterior.
—Así es, pequeño —Ella se dirigió a ese niño con una dulzura que, de nuevo, era desconocida para él—. Nosotros seremos tu nueva familia.
El mundo entero se paralizó ante Yoongi. ¿Qué era todo eso? Se suponía que quién tendría una nueva familia sería él, no que alguien se añadiría a lo que quedaba de la suya. ¿O acaso los dos estaban en búsqueda de una familia?
Pero había sido un ingenuo.
Ese niño y su padre, se presentaron formalmente luego de unos minutos, también estarían en esa casa, viviendo entre sus cosas y las de su padre porque resulta que estaban relacionados con Heesoo y que dentro de poco se juntarían para siempre: Matrimonio.
Esa palabra era un chiste.
La situación en sí misma le parecía una broma de mal gusto, por lo que Yoongi los odió enseguida. Sobre todo a ese tal Jimin que no entendía que no quería verlo ni en pintura.
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Alianza Equivocada | yoonmin
FanficLo único que unía a Yoongi con Jimin era su mutuo desagrado y que se fijaran en las personas equivocadas. ¿O... habría algo más? ••• ©Historia original. Prohibida su copia y/o adaptación. También puedes leer este fanfic a través de AO3: nexermind.