estoy seguro

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—¿Estás seguro de que dormirás aquí?

Yoongi le preguntó a Jimin en tono vacilante, mientras veía cómo se acomodaba a su costado y los arropaba con una de las frazadas que se había traído de su habitación.

—Sí, hyung, sí —le respondió luego de suspirar cansinamente porque le llevaba haciendo esa misma pregunta desde que le dijo que lo haría—. ¿Qué pasa? ¿Acaso no quieres que duerma contigo?

—Jimin. —Yoongi se incorporó en la cama para mirarlo de frente—. Sabes que Heesoo podría subir en cualquier momento.

Jimin volvió a suspirar y se movió para quedar en la misma posición que él.

—Ella no está aquí y te aseguro que no vendrá hasta mañana —le dijo a Yoongi con una certeza que lo descolocó un poco—. Además, ¿desde cuándo te importa lo que ella diga o haga?

Yoongi frunció el ceño tras parpadear con confusión.

—Hoy prácticamente amenazó con echarme.

—Pero no lo hará —le afirmó al instante.

Yoongi seguía sin entender de dónde salía tanta seguridad.

—Jimin, conoces a Heesoo, ella-

—Exactamente, como dices, conozco a Heesoo —lo interrumpió de pronto con un destello en su mirada—, sé la manera en que funciona su mente. Solo hay que saber moverse en el juego que ella misma empezó para lograr obtener la victoria final.

Yoongi se quedó procesando todas sus palabras, con una expresión que no pasó desapercibida por Jimin.

—¿Qué pasa? —le preguntó luego de un momento de silencio.

—Es raro. —Yoongi ladeó su cabeza—. No sé si ahora me molesta, me asusta o me gusta verte hablar así.

Jimin se ríe ligeramente, recobrando la suavidad de su mirada al concentrarse en él. Yoongi podía cambiar su estado de ánimo con tanta facilidad.

—Probablemente sean las tres emociones juntas —le dice en voz baja al acercarse más a él.

Yoongi le sonríe, atrapando su cintura en ese mismo instante y olvidando mágicamente todas sus preocupaciones.

—Yo creo que es más de lo último —le susurró antes de inclinarse y dejarle un beso en sus labios—. Ya sabes que me encantas.

Jimin se sonrojó de golpe, bajando su mirada a sus labios para así pensar en algo más que no sea el revoltijo que tenía en su estómago, aunque su corazón no se cansaría de latir con fuerza en su pecho.

Volvieron a besarse de forma lenta y calmada, como si nada ni nadie los estuviera apresurando a que terminaran, y Jimin se había vuelto un experto en fingir que todo estaba bien, así que eso haría.

Mientras Yoongi continuara a su lado, nada malo pasaría.

—Jimin... —Yoongi se separó un poco, rozando fugazmente ambas narices a modo de caricia—. Mi amor... Sé mi novio.

Jimin se queda quieto en su lugar, agrandando sus brillantes, pero inquietantes ojos caramelos hacia los de Yoongi.

—Yo... quería pedírtelo de forma especial. —Su mirada decae un poco—. Hasta planeaba llevarte a esos sitios caros a los cuales estás acostumbrado a ir, pero con lo que pasó hoy. —Suspira—. Tengo miedo de lo que pueda pasar después de esta noche, y tal vez... más adelante sea complicado incluso pedirte algo así.

Jimin tenía tantas cosas en mente que en vez de contestarle sobre la petición de su noviazgo, se enfocó en lo último que dijo.

—Hablas como si no hubiera ninguna oportunidad para nosotros...

Alianza Equivocada | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora