Alianza Equivocada | yoonmin

Porque es riesgoso,

—¡Esto es aburrido, Minie!

Jimin resopló, mientras volteaba la página de su libro de Matemáticas para avanzar con el próximo ejercicio. No era común que estudiara en la casa de Taehyung y ya recordaba el porqué.

—Obviamente lo es, estamos estudiando —le respondió de forma mecánica.

—No me refiero a eso —lo contradijo Taehyung al estar sentado frente a él—. Pudimos haber invitado a Jungkookie y a Yoongi-ssi para que se unan a nosotros.

El lápiz que Jimin estaba usando para escribir se quedó quieto sobre el papel tras dirigirle una incrédula mirada a su mejor amigo.

—Si Jungkook estuviera aquí, lo que menos harías sería estudiar.

Y él, por su parte, tendría que hacer el doble de esfuerzo en ignorar a Yoongi porque no podía darse el lujo de que lo vieran actuar como un idiota enamorado. Y lo decía por él mismo.

—¡Calumnias! —se quejó enseguida Taehyung—. Nosotros somos lo suficientemente maduros para- —Un estornudo lo hizo callar de golpe—. ¡Ay! —Sorbió su nariz—. Creo que me voy a enfermar...

Jimin niega con la cabeza, mientras se levanta de su asiento.

—¿Dónde tienes pañuelos? —le preguntó luego de fijarse que no había ninguno en la mesa.

—En la cajonera que está cerca a mi cama.

Jimin le sirve un poco de agua antes de empezar a caminar al sitio indicado. Abrió el primer cajón, pero no encontró lo que buscaba, por lo que se concentró en el siguiente, sin imaginar lo que habría dentro de este.

Porque lejos de tratarse de una caja de pañuelos, había una más pequeña en su lugar, resaltando con todas sus letras hasta formar una palabra que lo dejó perplejo.

Aunque no debía de sorprenderle demasiado, nadie esperaría enterarse de la vida sexual de su mejor amigo de esta manera.

—TaeTae... —Jimin se giró con una mueca en sus labios y escondiendo la pequeña caja detrás de su espalda.

Taehyung le contestó con un sonido en su garganta, llevando su mirada hacia él.

—¿Qué pasó? —le preguntó después de notar que no traía nada en sus manos—. ¿No están los pañuelos?

Jimin balanceó su cabeza a los costados, moviendo sus brazos otra vez.

—En realidad... —Le muestra la caja—. Esto me distrajo.

Taehyung saltó de su asiento, corriendo para ir a arrebatarle lo que tanto le había costado guardar por la vergüenza que le causaba el solo hecho de tocarlo. Incluso se negaba a nombrarlo en voz alta.

—¡No-no es lo que piensas! —habló de forma apresurada—. Mi papá me dio una especie de charla y a mi mamá no se le ocurrió mejor idea que lanzármelos prácticamente en la cara luego de que terminara.

Jimin reprimió una risa porque no se había imaginado que Taehyung reaccionaría así solo por una caja de condones.

—Así que... ¿ya usaste alguno?

—¡Minie! —Ese grito le sacó una irreparable carcajada al rubio—. ¡No te rías, no es gracioso!

Jimin se cubrió la boca para poder detener su risa.

—Lo siento, TaeTae... pero... debes admitir que sí es un poco gracioso.

—Claro porque tus padres jamás actuarían como los míos —suspiró él—. Juro que a veces me sobrepasan.