Y así pasó una semana. En la cual, Jimin practicó una vez más en el taller de música. La mejora en Yoongi fue notable en ese ensayo, ya que se mostró con mayor seguridad frente al piano y eso tranquilizó, de manera conflictiva, al de cabellos dorados.
En ese nuevo día le tocaba una clase con Jungkook, quien aprovechó en acercársele para salir juntos del salón cuando tocó la campana. Jimin le sonrió a medias, seguía sin sentirse cómodo con la extraña inclinación que tenía hacia él, pero se mantuvo a su costado de igual forma.
Sin embargo, una inesperada presencia a las afueras del aula lo detiene a mitad de camino. Y no, no se refería a la de Taehyung.
—¡Minie! —exclamó este al verlo como si no hubiesen almorzado juntos hace unas horas—. Jungkookie.
A pesar de que la efusividad en su voz no era la misma al entonar su nombre, la sonrisa que compartió con Jungkook era suficiente para hacerle saber que había ido específicamente por él.
Aunque todo ese intercambio de sentimientos, pasó desapercibido por los otros dos, ya que enseguida Yoongi caminó hacia el lado de Jimin.
—Nos toca ir al taller de música.
Porque hoy era el último ensayo de esa semana.
Jimin asintió sin mirarlo, para luego despedirse del par enamorado y doblar hacia el otro pasillo. Quería quejarse con el molesto chico que estaba a su costado, decirle que no era necesario que viniera a verlo, que sí seguiría asistiendo a sus estúpidas prácticas, pero no hizo nada de eso y solo continuó en silencio.
Una vez más, la vergüenza lo alcanzaba tras recordar lo que había pasado en el ático. Lo mejor era no dirigirle la palabra hasta que alguien se apiadara de él y fuera a borrarle la memoria.
Cuando llegaron al taller de música, el ensayo empezó junto al resto de estudiantes.
La confianza esta vez parecía desbordarse en Yoongi, quien mantuvo una pequeña sonrisa en todo el tiempo que estuvo tocando el piano para ellos.
—Hoy sí que Yoongi-nim se lució. —Ese comentario detrás de Jimin encapsuló su atención al terminar de cantar.
Porque no podía ser nadie más que Yongsun, seguramente sonriendo en grande a sus espaldas. Jimin giró de golpe hacia ella aún con el micrófono en mano.
—Hoy se lució gracias a mí, ¿lo sabías?
El tono de su voz al decírselo bordeaba el disgusto y la antipatía, por lo que Yongsun tuvo que parpadear varias veces para comprobar si era verdad lo que había escuchado. Jimin nunca le había hablado así. Pero ni siquiera tuvo la oportunidad de hacerlo porque él ya se había dado la vuelta para empezar a guardar sus cosas.
La estaba ignorando, Jimin quería ignorar a todos, en realidad.
Y así hubiera continuado si Taehyung y Jungkook no hubieran entrado al taller de música cuando ya solo quedaban unos cuantos estudiantes en ella.
El de coleta negra saludó con una sonrisa a Yongsun y a Hyejin. A ambas las conoce por el taller de canto, mientras que Taehyung también lo hace porque comparte algunas clases con ellas.
—¿Por qué aún están en la escuela?
Jimin no quiso sonar tan cortante cuando los tuvo de frente, pero solo quería llegar a casa y seguir ignorando a todos.
—Aproveché en quedarme un rato para ayudar a Jungkookie con su tarea de Matemática.
Esa respuesta hizo que su humor se desviara un poco al contener una risa.
—¿Tú? ¿Matemáticas? —le cuestionó con una clara burla en su mirada—. A las justas aprobaste el año pasado.
—Eso no- —Taehyung quiso poder decir algo para defenderse, pero dejó de intentarlo al reconocer que su mejor amigo tenía razón.
Hasta ahora no sabe cómo el menor no se ha dado cuenta que no entiende mucho de una clase que se supone ya debería manejar al ser de un grado mayor al suyo, sin sospechar que Jungkook solo asentía porque se perdía en su hermoso rostro sonrojado.
—No creí que pudiera haber alguien peor que yo en Matemáticas —comentó Yoongi casualmente al pararse junto a ellos.
Sin embargo, Jimin se alejó por reflejo al notarlo, ocultando el sobresalto que le causó esa repentina cercanía.
—¡Oh, Yoongi-ssi! Qué suerte que también sigas aquí. —Taehyung aprovechó su intervención para cambiar de tema—. Justo vine con Jungkookie para proponerles algo.
Jimin no tuvo la necesidad de que siguiera hablando para saber que era una mala idea.
—¿Qué cosa? —Pero como Yoongi todavía no lo conoce, aún se pudo ver confundido hacia él.
—¡Nos vamos de fiesta!
Sí, ahí está, una mala idea.
Jimin se abstuvo de rodar los ojos al terminar de escucharlo. Porque su plan consistía en ir a una discoteca que había abierto hace poco. Ninguno tiene la edad suficiente para entrar a una realmente, pero eso no impedía que el hijo de dos estrellas famosas se saliera con la suya.
Menos si tenía contactos. Taehyung siempre los tiene.
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Alianza Equivocada | yoonmin
FanfictionLo único que unía a Yoongi con Jimin era su mutuo desagrado y que se fijaran en las personas equivocadas. ¿O... habría algo más? ••• ©Historia original. Prohibida su copia y/o adaptación. También puedes leer este fanfic a través de AO3: nexermind.