estando junto a ti,

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—¿Que nosotras qué?

Yongsun acaba de soltar con los ojos desorbitados, estando en una de las esquinas menos transitadas de esa sección de la escuela, lo primero que se vino a la mente luego de escuchar tremenda barbaridad por parte de Jimin.

Ser sus novias falsas. ¿Acaso su amigo se había vuelto loco? ¿Cómo era posible que se le ocurriera-

—Pido a Jimin.

Pero por supuesto que Hyejin le seguiría el juego. Secretamente siente una debilidad por él, es como su protegido así nunca lo admitiera en voz alta. De todas formas, Yongsun rueda los ojos hacia su dirección.

—¿Qué? —Ella se pone a la defensiva—Si voy a fingir ser la novia de alguien, al menos espero que ese alguien sea de mi gusto. —Se enfocó en el otro chico delante suyo—. Lo siento, Yoongi-ssi, pero no eres mi tipo.

Este niega con la cabeza, mientras mueve sus labios para ocultar sus ganas de reírse. Ese comentario le hizo tanta gracia porque si él estuviera en su lugar también hubiera elegido a Jimin.

—Hye, esto es serio. —Yongsun retomó el tema con mayor seriedad, mirando de nuevo hacia el frente—. Y Jimin... ¿te das cuenta de lo que nos estás pidiendo?

—Sí, lo sé —suspiró él, sintiéndose realmente apenado por eso—. Y créeme que si esto no fuera una emergencia jamás hubiera venido a molestarlas de este modo, pero en serio... —Sus ojos caramelos se mostraron suplicantes hacia ellas—. Las necesito.

Yongsun dejó salir un resoplido lleno de frustración. Era injusto que Jimin las estuviera mirando de una forma que ablandaba su corazón.

—A ver, Jimin-ah, hay varios problemas. Yo- —Se fijó en Yoongi por unos instantes. No le gustaba ventilar ciertos aspectos de su vida privada a cualquier persona, así que bajó la voz para que solo Jimin sea quien la escuche—. Estoy saliendo con Byulyi, ¿recuerdas? No puedo poner en juego mis avances con ella por algo así y además- Hola, soy lesbiana, muy lesbiana, no podría fingir que Yoongi-nim me gusta por más que lo intente.

Esta vez, Yoongi no logró contener una carcajada silenciosa porque claramente había captado todo lo que dijo. Recién ahora, gracias a Jimin, había tenido la oportunidad de conocerlas un poco más a pesar de que él tiene más contacto con ellas al ser del mismo grado y al haber trabajado juntos en el taller de música.

—Esto ya son dos ataques hacia mi persona.

—Tienes que vivir con eso —intervino Hyejin con una sonrisa ladeada—. Jimin es nuestro favorito.

Yongsun luce avergonzada tras ser descubierta, lo cual se aplaca un poco al notar las mejillas ligeramente sonrojadas de Jimin.

—Lo es —se lo afirma con cariño—, pero... por más que quisiera, no puedo ayudarte con esto. —Hay una implícita disculpa en su mirada—. Byulyi-

—Lo entiendo. —Jimin se adelanta en hablar—. De verdad lo hago. Pedirte esto fue muy desconsiderado de mi parte.

—No exageres, Jimin-ah. —Yongsun lo tomó de uno de sus hombros, brindándole una pequeña sonrisa—. No pasa nada.

Pero para él no es así, se había concentrado tanto en quitarse ese peso de encima, que no había pensando en algo más que hacer todo lo posible para que Heesoo no siga juntando las piezas de su tablero y que más bien estas se vuelvan a su favor.

Jimin siempre debía tener todo previsto si quería ganar. Así sea en el mismo juego de Heesoo, tenía que estar listo para dar lo mejor de él.

Sin embargo, pasar sobre personas que desde el inicio fueron amables con él, ya no se sentía correcto.

En especial cuando podía entender a Yongsun a la perfección.

—Entonces... —Hyejin decide hablar luego de un momento—. Solo les quedo yo, aunque, Jimin —se dirigió hacia él—, tengo una amiga que podría suplir a Yongsun, solo es cuestión-

—No —dijo Jimin rotundamente—. No quiero a más chicas involucradas en esto.

«No quiero a más chicas girando alrededor de Yoongi», pensó él con recelo porque esa era la principal razón para negarse a ello.

Y evidentemente, Hyejin lo terminó notando, riéndose al instante.

—Tranquilo, niño, ya entendimos que quieres cuidar lo tuyo —se burló de él tras cruzarse de brazos en un gesto pretencioso—. Espero que tu hombre no sea igual de celoso que tú porque te tendré en mis garras a partir de este momento.

Yoongi volvió a sacudir la cabeza con la misma expresión en su rostro.

—Sabes que no tienes oportunidad. —Se alzó de hombros—. Él ya tiene un tipo.

Jimin lo regañó con la mirada, pero sus mejillas se encendieron aún más.

—¿Podemos regresar a lo importante? —sugirió con cierta exigencia en su voz—. Ahora, noona —le habló a Hyejin—, ¿vendrías a almorzar a mi casa este domingo? Sé que es demasiado pronto, pero no tenemos mucho tiempo.

—Por supuesto —le contestó ella—, allí estaré sin falta.

—Perfecto. —Jimin le sonrió, sintiendo menos presión en sus hombros—. Te lo agradezco mucho.

—No hay de qué, corazón. —Hyejin le correspondió la sonrisa—. Estoy para lo que necesites.

—Ambas lo estamos —se lo recordó Yongsun con dulzura—. Nunca lo olvides.

Y sin esperarlo, recibió un sonoro beso en sus dos mejillas. Jimin se sintió como un niño pequeño otra vez.

Tanto Yongsun como Hyejin le regalaron una última mirada repleta de cariño antes de despedirse con más besos volados y manos agitadas. Jimin se ríe avergonzado, mientras Yoongi lo coge por detrás de su espalda al verlas marcharse.

—Ellas te adoran —le dice en una cómplice sonrisa—. Ahora entiendo por qué tuviste la confianza de contarles sobre lo nuestro.

Jimin dirige toda su atención hacia él. Lo nuestro. Le encantaba la forma en que Yoongi no tenía reparos en tratarlo como su novio aunque aún no lo fuera.

—En realidad, ellas me acorralaron hasta sacarme parte de la historia.

Yoongi suelta una carcajada que es acompañada por la sutil risa del otro, la cual se queda atorada en su garganta al ser envuelto en un repentino abrazo.

—Es lindo.

—Yoongi... —Jimin se remueve en su pecho con nerviosismo—. Estamos en la escuela...

Este lo aprieta contra él, como si le costara apartarse de su lado.

—Lo sé. —Yoongi tomó una profunda respiración antes de alejarse de él y mirarlo fijamente—. Solo que... tengo miedo.

«Tengo miedo de que Heesoo me separe de ti», esas palabras murieron dentro de su boca. Yoongi se sentía tan vulnerable ante ese hecho que se terminó reflejando en toda su cara. El corazón de Jimin se apretó al contemplarlo.

Él también tenía miedo, pero no soportaba verlo de ese modo, debía hacerlo sentir mejor; así que, tras cerciorarse de que no había nadie cerca, lo tomó del rostro y le dio un corto beso en sus labios.

—Todo va a estar bien —susurró—. Me aseguraré que así sea.

Mi amor. 

Alianza Equivocada | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora