que tus profundos ojos negros brillen tanto

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Jimin quiere hablar con Jungkook ni bien inicia el siguiente día de escuela.

Pero en vista de que aparentemente está huyendo de él al no entrar a las materias que tienen en común pese a que presiente que sí asistió hoy a clases, tendría que ir a buscarlo él mismo.

Y no fue difícil encontrar su gran mata de cabello azabache detrás de un libro que no alcanzaba a cubrir toda su cabeza.

—La biblioteca se convierte en un mal escondite cuando quien te quiere atrapar es el número 1 de la clase —le dijo con una media sonrisa, mientras se sentaba, sin permiso alguno, sobre la mesa donde estaba.

Jungkook se tensa al instante, bajando lentamente el libro que lo resguardaba y ocultando a la vez su evidente sentimiento culpa al esquivar su mirada.

—N-no quería esconderme.

O al menos ese no había sido su plan hasta que lo vio caminando por los pasillos y le entró pánico acercarse. Porque a su lado estaba Taehyung y su corazón se hizo añicos con solo contemplarlo desde esa distancia.

—Jungkook, no voy a ir con rodeos. —Por primera vez, el rostro de Jimin se muestra implacable hacia él—. Sabes lo que esa "salida" significaba para TaeTae y lo dejaste plantado.

El dolor de sus acciones vuelve a golpear dentro del pecho de Jungkook.

—Yo no... no quería eso. —Jura por su vida que no.

—¿Entonces qué? —replicó Jimin, ahora con más dureza—. Porque hasta este punto no creo que siga siendo un secreto que ustedes dos se gustan.

Jungkook forma una línea temblorosa con sus labios, empezando a jugar con sus manos puestas sobre la mesa. Y por más que se encogiera en su silla, aún se podía vislumbrar un fuerte sonrojo en sus mejillas. No, por supuesto que ya no era un secreto; por lo que, después de un momento, niega con la cabeza.

—¿Por qué no fuiste? —Jimin estaba perdiendo la paciencia por su falta de explicaciones—. ¿Acaso no querías ser su novi-

—Sé que Yoongi hyung te gusta.

Sin embargo, su expresión de molestia se congeló por unos segundos, para luego pasar a una indescifrable. Porque ni él mismo sabía cómo reaccionar. ¿A qué diablos viene eso?

—Eso no... —De todas formas, se obligó a responderle, tomando una buena bocanada de aire para poder escucharse con la firmeza de siempre—. No es verdad. ¿De dónde lo sacaste?

Y en vez de centrarse en su pregunta, Jungkook hace otra revelación que lo deja incluso más desconcertado.

—Y también sé que yo le gusto a él.

Porque Jungkook era demasiado observador hasta para su propio bien. Las caras de incomodidad que ponía Yoongi cada vez que estaba cerca de Taehyung no hicieron más que confirmar lo que llevaba sospechando desde hace meses. Tal vez de años, pero que ni él mismo quiso afrontar antes.

Jimin, por su parte, decide volver a tomar el control. Algo en sus palabras le devolvió la molestia que sintió desde que lo vio en la biblioteca.

—Sea que lo que sea. Eso no tiene nada que ver con Taehyung.

Jungkook cambia de posición al ponerse de pie, mientras mueve los mechones que sobresalen de su frente. Hablar de él solo empeora su estado de ánimo, así que prefiere continuar siendo honesto con Jimin.

—Solo... no quería que esto interfiriera con nosotros, con los cuatro.

Aunque este arruga un poco su rostro ante lo que dice, siguiendo con su mirada la caminata nerviosa de Jungkook.

—¿A qué te refieres?

Cuando al fin el de coleta negra se detiene, es para sentarse a un costado suyo. Pero no lo mira, siente que no es capaz de hacerlo.

—No quiero lastimar a Yoongi hyung... ni lastimarte a ti en el proceso.

Si antes Jimin no sabía cómo reaccionar, ahora no sabe qué sentir. Porque su cabeza comenzó a ser un lío, susurrándole cosas que salían de su propia comprensión.

—¿No quieres estar con TaeTae solo para no lastimarnos? —le preguntó de manera lenta, como si a través de ello pudiera asegurarse de lo que estaba escuchando.

Jungkook asintió pausadamente, aún sin atreverse a mirarlo.

—Pero... —continuó Jimin—, eso no sería justo para ustedes...

Claro, no sabe con qué cara le está diciendo eso cuando todo lo que había hecho tenía el propósito de precisamente mantenerlos separados.

Jungkook ladea su cabeza.

—¿Sabes? —Y pese a que aún tiene mucha indecisión encima, se gira hacia él—. El amor siempre encuentra la forma de juntarse al final. —Le muestra una pequeña sonrisa cohibida—. Solo es cuestión de esperar.

—No te ofendas, niño, pero eres muy extraño —se lo recalcó Jimin con un ceño fruncido—. Y muy cursi.

Jungkook se ríe con cierta vergüenza, pero esta no le impide inclinarse hacia él para poder compartirle una de las historias que más le gustaba escuchar de niño.

—Supongo que es parte de venir de una mujer que no se cansó de luchar hasta que su crush le hiciera caso. —Alza sus hombros con timidez—. Si yo soy extraño, mi mamá es rarísima.

—Y muy persistente —añade Jimin con menos enojo que antes. Sus palabras son sinceras, Jungkook está siendo sincero con él.

—Eso ayuda aunque no lo creas. —Este lo mira de reojo—. Y Yoongi hyung parece ser difícil, pero no imposible.

«Al menos sé que él jamás te mantendría en secreto», piensa Jungkook ante el súbito recuerdo de esa vez que lo vio junto a Kyusong en un salón de clases. Él es un idiota, su hyung no lo es. Bueno, no de ese modo, al menos.

Sin embargo, hasta ahí había llegado la auténtica simpatía de Jimin, levantándose de golpe de la mesa e ignorando al mismo tiempo el retorcijón de su estómago.

—Oh, basta, deja eso.

Aunque también quiso alejarse de él para que no notara lo avergonzado que se sentía.

—¿Por qué? —Jungkook se está tomando muchas atribuciones ese día, lo sabe, pero no puede evitar hacerlo al ver cómo intenta reprimir sus nervios delante de él. Al igual que lo hacía con sus celos—. No lo volviste a negar

—Muy tímido y todo, pero bien que eres atrevido. —Jimin se tomó un sutil respiro para dirigirse de nuevo hacia él—. Pues escucha ahora mismo. —Se cruzó de brazos e irguió su postura—. No me gusta Yoongi.

Pero claro, era difícil lucir convincente con las mejillas repletas de rubor. Rubor natural.

—Puedo ayudarte —se ofreció enseguida Jungkook—, en serio.

Después de que pensara en una manera de explicarle a Taehyung la razón de su desplante sin involucrarlos de por medio.

—Definitivamente eres una pésima influencia para mi TaeTae.

Esta vez, Jungkook no se cansó de insistir, mientras Jimin fingía no hacerle caso al dejarlo hablar por los para que así no pudiera escuchar los propios latidos acelerados de su corazón.

Alianza Equivocada | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora