Es confuso.

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Jimin no recuerda mucho de lo hizo o sintió después de ese día, solo sabía que en ese momento estaba en uno de los almacenes de limpieza de la escuela, besándose con Kyusong, pero con su cabeza siendo un completo desastre.

Chasquidos, saliva y lenguas.

Todo iba a un ritmo acelerado, pero bajo control. O al menos eso creía hasta que sintió un tirón en la correa de su pantalón.

Eso fue como una alarma para Jimin.

—An —lo llamó apenas se separó de él, con la voz agitada, pero tensa a la vez—. Para.

Sin embargo, Kyusong solo lo ignoró, volviéndolo a besar con urgencia y juntando aún más sus cuerpos.

El corazón de Jimin empezó a zumbar en rechazo. No, ya no lo quería cerca, por lo que no le quedó otra opción que empujarlo con toda la fuerza que podía tener en un momento así.

El deportista se quejó entre dientes cuando cayó al suelo, estando dispuesto a reclamarle por lo que había hecho hasta que notó su mirada sobre él.

—Te dije que pararas. —Jimin no tuvo que levantar la voz para sonar firme, pese a cómo se sentía por dentro—. Y si no te vas en este instante, juro que gritaré.

En realidad estaba mintiendo.

Si a Kyusong no le convenía que todos se enteraran que se veían a escondidas, a él menos. Solo le faltaría eso para que su semana se arruinara por completo.

Aunque de igual forma el deportista pareció creerle porque se fue molesto luego de unos segundos.

A Jimin no le podía importar menos. Lo único que tenía en mente era que debía calmarse porque no dejaba de temblar, mientras de nuevo aguantaba sus ganas de llorar.

Era la primera vez que le pasaba algo así, por lo que no pudo evitar sentir miedo. ¿Qué hubiera sucedido si no estaba lo suficientemente consciente? ¿Kyusong se hubiera sobrepasado? ¿En plena escuela?

Ahora esas preguntas fueron las que se acumularon en su mente, aturdiéndolo enseguida. Y con esa horrible sensación palpitando por toda su piel.

Tanto así que terminó faltando a las primeras horas de clase.

Hecho que Taehyung no hubiera notado si lo hubiese visto en el comedor, pero solo se encontró con Jungkook y Yoongi en el camino. Así que, después de saludarlos, no dudó en preguntarles lo siguiente:

—Por casualidad... ¿han visto a Minie? —Su preocupación era notable—. No sé nada de él y ni siquiera me ha respondido los mensajes.

Yoongi simplemente negó con la cabeza a su pregunta, mientras que su amigo a su costado empezó a sentirse culpable de pronto.

—Tampoco lo he visto... —Jungkook mordió su labio interno—. ¿Tú crees que aún siga molesto por lo que pasó en mi casa y por eso... nos está evitando?

Taehyung estuvo a punto de reconsiderar lo que decía, hasta que intervino el mayor de los tres.

—No, no es por eso.

Esa rápida respuesta los sobresaltó.

—¿Co-cómo lo sabes? —Jungkook se atrevió a preguntarle por su inesperada reacción.

—Solo lo sé.

Aunque de lo que Yoongi no estaba seguro era si lo que le dijo anoche habría tenido algo que ver. Porque a Jimin le encantaba hacer dramas de la nada. Pero de igual forma, no tendría sentido que se molestara por eso ya que se habían dicho cosas peores antes.

•••

Sin embargo, justo en la última hora de clase, Jungkook pudo verlo finalmente.

Uno de los cursos que compartían era Biología, y por suerte, Jimin no se había saltado esa clase.

A lo lejos, su apariencia era de la de siempre, pero si le prestaras atención y te fijaras en sus ojos caramelos, podrías notar que lucían distantes de cierta forma.

Jungkook dudó en hacerlo al principio, pero finalmente se animó a acercarse a Jimin cuando la clase terminó y ya quedaban pocos estudiantes alrededor. Porque de verdad estaba empezando a preocuparse por él.

—Ho-hola, Jimin Sunbae. —Se inclinó un poco hacia su lado, más por timidez que por otra cosa—. Eh... disculpa que me acerque como si nada, pero no fuiste a comer con nosotros, así que... me preguntaba si pasó algo o-

Jimin terminó por recoger su libreta donde hacía sus apuntes y su estuche, para luego mostrarle una sonrisa.

—Tranquilo, Jungkook, no pasa nada —se lo dijo con una seguridad que le quitó un peso de encima al otro y solo lo siguió hacia la salida—. Me sentía un poco... enfermo en la mañana, así que preferí ir a la enfermería.

Jungkook volvió a estar alerta.

—¿Enfermo?

Jimin se rio de una forma que lo hizo fruncir el ceño ligeramente.

—Todo está en orden, no te preocupes.

—¡Minie!

Ese grito inesperado los hizo detenerse a medio camino por los pasillos. Era Taehyung corriendo hacia ellos, con un inexpresivo Yoongi caminando detrás suyo.

Jimin ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar ante el repentino abrazo de su mejor amigo. Aunque después de unos segundos, se permite sonreír con sinceridad. Siempre era bueno estar en los brazos de Taehyung.

—¡¿Dónde te metiste?! —Pero lo que definitivamente no disfrutaba eran sus reclamos—. Te estuve llamando y nada, ¡me tenías muy preocupado!

Jimin se separó de él, sintiéndose incómodo enseguida.

—Solo estuve en la enfermería. —Y antes de que su amigo se apresurara en preguntarle—. Y sí, estoy bien, solo me dolía la cabeza.

Él no lo vio, pero Yoongi contrajo su mirada al escucharlo. Estaba mintiendo.

—¿Estás seguro? —Sin embargo, Taehyung al parecer no podía notarlo, porque se sintió menos preocupado con esa respuesta.

—Seguro. —Jimin le mostró una sonrisa, pero esta carecía de la sinceridad de la primera, y una vez más, quien solo pudo verlo fue Yoongi—. Más bien, quiero pedirles disculpas por lo que pasó ese día, en tu casa—. Al decir eso último, miró a Jungkook—. Fue una tontería.

Este niega con la cabeza, sintiéndose avergonzado.

—N-no te preocu-

—¡¿En serio?! —Taehyung lo interrumpe, entrometiéndose en su conversación con un brillo en los ojos—. Porque justo acaban de inaugurar un Karaoke cerca a mi casa, y quería ir a ver cómo es.

Yoongi rueda los ojos. ¿Por qué quería hacerlo? ¿Acaso no todos los karaokes eran iguales? Nunca ha ido a uno, pero los ha visto en series y no le gustan. Mucho alboroto para su gusto.

Pero toda esa maraña de pensamientos se lo roba la sonrisa de Jimin. La cual parecía mostrarse más segura que antes.

—Claro, me encantaría.

—¡Perfecto! —Taehyung se aplaudió a sí mismo—. ¿Entonces el miércoles en la tarde estaría bien?

Jungkook apenas es capaz de asentir ante su emoción. Toda su atención había estado fija en Jimin, sorprendiéndose del repentino cambio en él. Mientras que Yoongi lo mira extrañado por tanta actuación innecesaria de su parte, pero no decide ahondar en ello.

—Sí, como sea. —Ni siquiera hace el intento de negarse porque sabe que si Jungkook va, él terminaría haciéndolo de todos modos—. Tengo que ir al taller de música, adiós.

A pesar de que esa información solo va dirigida a su mejor amigo, Taehyung igualmente lo despide al mover su mano hacia él.

Sin darse cuenta que Jimin lo seguiría después de unos instantes. 

Alianza Equivocada | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora