Diez

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Sehun entró a la oficina cerrando detrás de sí luego de cerrar la reunión, la temporada navideña podía variar un poco en cuanto a clientes, al parecer estos recordaban tener familia y pasaban el tiempo con ellos. El año pasado había sido una temporada alta con ganancias elevadas para Sehun quien se encargó de cobrarle a cada chica lo que le correspondía. El hombre dobló las mangas de su camisa de botones aflojando su corbata, se sirvió un trago en el vaso añadiéndole hielo. Bellina y Lianna estaban sentadas en aquellas sillas frente al escritorio más nerviosas que nunca.

—¿Dónde estabas anoche, Lianna?

—Con los clientes. Los que tú conseguiste y acabaron haciéndome esto—se refirió a su rostro.

—Pero si eso te lo buscaste tú misma—al pasar a su lado, JooHee lo fulminó con la mirada. Tomó asiento detrás del escritorio bebiendo de su vaso—El cliente ya te conocía, al igual que conocía a Bellina.

La chica se sintió incómoda con esa revelación.

—El cliente dijo que me recomendaste, por eso me pidió con Katie...

—El cliente necesitaba una de mis chicas, tenía algunas en mente y le dije que tú eras perfecta—bebió de nuevo—Agradéceme, con ese dinero tus hijas comen.

Bellina notó a la chica convertir sus manos en puños.

—Por culpa de tu cliente casi no vivo para contarlo, no vuelvas a hacer eso.

Sehun se echó a reír sin creer lo que escuchaba. Dejó el vaso en el escritorio inclinándose hacia adelante con una repentina seriedad que le hizo temer, más aún cuando estiró su brazo tomando con brusquedad su rostro, JooHee se quejó de dolor intentando apartar su mano.

—Baja tu mano—ordenó.

—Sehun, esto no es necesa...

—Bellina, cierra la puta boca—miró de nuevo a la pelinegra—Quita tu mano, JooHee—apretó más su mandíbula duplicando el dolor por su rostro sensible, Lianna obedeció entre quejidos, estaba lastimándola—Puedes llevar dinero a casa gracias a mí, tus hijas siguen viviendo gracias a mí, tienes lo que tienes gracias a mí—repitió lo que muchas veces le decía a las demás—Sigues trabajando aquí gracias a mí, ¿Acaso olvidas que viniste a suplicarme cuando estabas embarazada?

La soltó y ella tocó su mandíbula adolorida. Sus ojos llorosos se encontraron con la mirada furiosa de él, Sehun miró a Bellina enfocándose ahora en ella.

—¿Cuántos clientes tienes en una noche?

—Ahh...no lo sé, puede...variar...—verla así de insegura sólo ocurría cuando estaba con Sehun. Todas en el club temían de él, incluso el personal de seguridad que callaba por cobardía o sobornos.

El golpe en el escritorio le hizo callar. Sehun no estaba de humor.

—Responde lo que te estoy preguntando.

—Pueden ser ocho o diez.

—A veces siempre hay un cliente que destaca, ¿No es así?—JooHee pensó en JungKook. Fue imposible no pensar en él—Eres una de las más hermosas del club junto a Lianna, ¿Ningún cliente te ha ofrecido más de lo normal, Bellina?

La chica intentaba adivinar a dónde quería llegar.

—Intento darles lo que buscan...

—Katie me dijo que te vio sacando un cliente por la puerta de atrás—ambas se tensaron e intentaron ni verse o sería delatarse—Miré las cámaras, da la coincidencia que sólo alcanzaba a ver partes de este cliente, me parece que llevaba a alguien en su espalda—su mirada fue a JooHee y luego a Bellina—¿La ayudaste a irse con ese cliente?

Exótico +18 • JJK (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora