"Su error fue caer ante la belleza de ella"
Lianna suele trabajar de dama de compañía por las noches en un club, de ella dependen dos pequeñas las cuales llegaron de una manera no deseada a su vida. Aunque intenta abandonar ese estilo de vida no pue...
La niña de cinco años abrazaba sus piernas con su cabeza apoyada en ellas, algunas lágrimas silenciosas caían complicándole el respirar teniendo que aspirar con fuerza. Sintió alguien a su lado consiguiendo alejarse más, JooHee acarició su cabello castaño notando como ella huía de su toque, la atrajo a su cuerpo abrazándola con fuerza.
—Déjame—HeeRan intentó escaparse de sus brazos molestándose más cuando la sostuvo en brazos como bebé—Omma.
—Eres mi bebé, no puedo dejarte ni aunque lo quisieras, ¿Desde cuándo rechazas a tu madre?—reprochó.
—Desde que tu amigo llegó.
—HeeRan...
—Vas a dejarnos, ¿Verdad?—sus ojos contuvieron las lágrimas por pocos minutos. Su madre secó sus mejillas sintiéndose terrible de verla así, la abrazó de nuevo permitiéndole recostar su cabeza de su pecho—Por eso te vistes así por la noche y usas ese perfume horrible—la escuchó decir—Lo quieres más que a HeeJin o a mí.
—Eso no es cierto, cariño—besó su frente—HeeJin y tú son mi mayor prioridad, HeeRan, pase lo que pase siempre serán mis hijas, siempre seré su madre, ningún hombre cambiará eso—acarició su espalda—JungKook es un extraño que nos está ayudando, es todo.
—Dijiste que no podemos confiar en los extraños.
—Lo sé, por eso también me ha costado confiar en él.
—¿No lo amas?
"¿Cómo se lo puedo explicar?"
—Para amar a alguien debes conocerlo muy bien, debes pasar más tiempo con esa persona, tengo mi mente en ustedes en este momento, no hay nada más importante—aprovechó para preguntarle—Si en el futuro...llegara a enamorarme...¿Te molestaría?
La niña no tuvo que pensarlo mucho.
—Sí.
—Cuando HeeJin y tú crezcan, hagan sus vidas, ¿No querrás que mamá tenga a alguien con ella?—su manera dulce de hablarle fue disminuyendo el enojo de ella—A veces mi corazón se siente solo, HeeRan.
—Pero HeeJin y yo estamos allí...
—Y queda espacio para alguien más. Eso no está malo, que quiera enamorarme no es malo, conozco mi deber como madre, te repito, tu hermana y tú son lo más importante para mí—acarició sus mejillas—Mami también quiere ser importante para alguien.
—Lo eres para nosotras.
JooHee sonrió de lado, estaba siendo un poco complicado que entendiera su punto.
—JungKook no es el enemigo, está ayudándonos, me ayudará a conseguir un empleo que sea más cómodo y me permita pasar la noche aquí con ambas. ¿No crees que eso hace una buena persona?
Se sentía hipócrita diciéndolo cuando tenía sus dudas. HeeRan volvió a abrazarla sintiendo su calor, ella era importante en su vida, amaba a su madre y no se veía compartiéndola con nadie.
—Te quiero, omma.
—Y yo a ti, cariño—besó su cabeza estrechándola en sus brazos.
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