Ochenta y uno

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Penúltimo capítulo

La puerta de la casa fue abierta por el chico esperando escuchar esas voces infantiles que tanto alegraban su día. Se deshizo de sus zapatos en la entrada encontrando inusual que todo estuviera tan callado, frunció el ceño quitándose el cubrebocas, dos años habían pasado exactamente desde la boda y desde que Jeon JungKook tuvo que registrarse en el servicio militar luego de esas dos semanas de luna de miel, apenas regresaba de ese descanso con JooHee cuando recibió la notificación en su correo donde le informaban que debía registrarse antes de llegar a los 30. JungKook quien tenía 28 al casarse decidió cumplir con ese deber que era obligación de cada hombre coreano en el país, para las niñas fue triste despedirse, igual para JooHee, tuvo que recordarles a esas mujeres que el tiempo pasaba volando y que pronto estaría en casa. Ese pronto había llegado.

JungKook estaba en casa luego de acabar su servicio militar, tenía su uniforme todavía puesto con un bolso pesado en la espalda, su cabello no estaba tan largo ya que lo mantuvo corto durante el servicio, había ganado un poco de músculo con el entrenamiento, se sentía orgulloso de su rendimiento. Dejó esos pensamientos de lado caminando a la habitación matrimonial, dejó caer el bolso sobre la cama tomando asiento, en la mesa de noche estaba la foto que se tomaron con las niñas el día de la boda. JungKook la tomó con una dulce sonrisa.

—El mejor día de mi vida—susurró. Luego de admirarla la dejó en su lugar, revisó en su bolsillo tomando su teléfono, en sus contactos buscó el nombre de TaeHyung. Éste se había ido al servicio un día antes de que volvieran de la luna de miel y el año pasado lo había acabado. Nayeon lo había extrañado demasiado.

Llegaste a casa—fue la respuesta de Tae apenas contestó.

—Acabo de llegar—confirmó mirando alrededor—Todo sigue igual, las niñas y JooHee no estaban.

—¿No?, tal vez fueron a comprar a la tienda de la esquina. Desde hace unos meses JooHee suele comprar helados para ambas allí.

—¿Enserio?—se levantó dispuesto a buscarla—No le dijiste que hoy me darían de alta, ¿No?

—Claro que no, ni siquiera Nayeon lo sabe.

—¡Sí lo sé!—la escuchó de fondo—Es lindo que estés de vuelta, JungKook.

Pero...—supuso que Tae la reprochaba con la mirada—No me dejes de mentiroso, amor.

—Tranquilo. No le he dicho a JooHee.

JungKook le había hecho creer que saldría mañana. Quería sorprenderlas.

—Iré a buscarlas. Hablamos luego—y colgó guardando el teléfono en el bolsillo. Bajó las escaleras dirigiéndose a la puerta, cerró al salir caminando hacia la tienda que Tae le había dicho, mientras lo hacía recordó lo nerviosa que JooHee estaba al pensar que sus vecinos no le permitirían encajar, algo que no fue así. Los vecinos de la zona eran muy amables, la mayoría consistían en familias como ellos por lo cual los temas en las reuniones solían ser compartidos por todos. También habían muchos niños siendo costumbre que tanto HeeRan como HeeJin jugaran con ellos en el parque que quedaba cerca a la casa, siempre con un adulto vigilando.

El matrimonio de ambos tuvo que ponerse en pausa por el servicio militar. Para JungKook fue preocupante dejar a JooHee sola con las niñas, sería un ingreso menos, aunque durante su servicio militar el gobierno solía darle un pago que terminaba depositándolo a JooHee para que pudiera gastarlo en lo que necesitara. Sabía que su esposa estaba por terminar la carrera de idiomas, cuando JooHee detuvo sus estudios al saber que sería madre, estaba próxima a cumplir el año en la universidad, sólo necesitaba tres más para completarlo.

Exótico +18 • JJK (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora