"Su error fue caer ante la belleza de ella"
Lianna suele trabajar de dama de compañía por las noches en un club, de ella dependen dos pequeñas las cuales llegaron de una manera no deseada a su vida. Aunque intenta abandonar ese estilo de vida no pue...
JooHee le había pedido a JungKook que dejaran las cosas así con aquel negocio de comida. Fueron a otros locales donde el chico era conocido por ir en repetidas ocasiones deteniéndose en una cafetería en la otra calle paralela al taller, era pequeña aunque acogedora, tenía un estilo minimalista que a JooHee le gustó mucho. El chico que los atendió fue muy amable, necesitaban a alguien que ayudara en las mesas, le había aconsejado a la joven traer su currículum prometiendo entregarlo personalmente a su jefe. El buen humor de JooHee surgió un poco al tener esa posibilidad.
—Ese chico te conocía—indicó caminando a su lado de regreso al taller.
—Es una cafetería conocida en esta zona, su tarta de moras es lo mejor—sonrió—Contigo trabajando aquí vendré mucho más seguido.
—Aún no es seguro.
—Es seguro, ya verás—animó. Sus manos todavía estaban juntas.
—Lo único que no me gusta mucho es el pago—se mostró dudosa—Al menos estaré en casa por la noche.
—Oye, te dije que te ayudaría con el pago, no te preocupes.
—Gracias, JungKook.
—Me has agradecido mucho.
—Me has ayudado mucho, cualquier otro chico me habría dado la espalda o simplemente se hubiera aprovechado de la situación—JungKook la miró con algo de tristeza, no quería imaginar cuantos idiotas la habían usado como su muñeca personal para sólo tener placer.
—Con esto debes dejar de ir al club, por favor.
—Lo haré—afirmó—Sehun puede escribirme lo que quiera o llamarme, aún así no saldré corriendo.
—Repítelo cuando te sientas insegura.
—Siento que debería hacerte algo como agradecimiento...
—No estoy pidiendo nada a cambio—se apresuró a decir deteniéndose—Lo hago porque quiero y puedo, en cuanto empieces a trabajar seguiremos con la ayuda a Bellina—le recordó—¿Harás algo este fin de semana?
—Por el momento no. ¿Por qué?
—Hay un cliente del taller que es corredor de carreras—retomó la caminata para añadir en voz baja—Carreras clandestinas. ¿Recuerdas al chico pelirrojo que cantó con Tae esa noche que te vi en el club?
—Creo que sí.
—Habrá una carrera este sábado por la noche, invitó a TaeHyung y él me invitó a mí.
—¿No es ilegal?
—Lo es, pero podemos mirar—se encogió de hombros—Si dices que sí iré a buscarte en la moto, no necesitamos quedarnos hasta tarde, sé que no quieres dejar a las niñas...
—Sólo si me brindas algo caliente para beber.
—Te compraré todas las bebidas calientes que quieras—la hizo sonreír. Aquello se estaba haciendo más común de lo normal...y le estaba gustando.
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