Warning: first time, nipple sucking, fingering, oral sex.
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Se me podría considerar muy afortunada por tener el novio que tenía, y sí, así me sentía. Park Jaesung, el hombre que soñé que quería desde niña.
Inteligente, guapo, se preocupa por los demás, es divertido, sabe cocinar, sabe de moda, y no es por ser superficial o una cazafortunas, pero también es un chico con dinero. Lo tiene todo y ser su novia es lo mejor del mundo, excepto por una cosa, pequeñísima e insignificante... aunque tal vez no tanto, ustedes saben, el estar en pareja con alguien es lindo porque tienes con quien pasar tus días o incluso tu vida, sumándole a eso, uno no solo está ahí por el cariño, sino también por el sexo, aunque suene malo o tonto, teniendo más de un año de relación donde a lo máximo que llegan es un beso francés, decepciona un poco teniendo a un hombre como él con el cuál quieres tener tu primera vez.
No tengo la más mínima idea si es él o yo el problema. Es decir, cada que intento que lleguemos más allá del toque de lenguas, él se separa, me da un beso en la frente y me abraza con cariño, no me quejo porque me gusta sus muestras de afecto, pero no mentiré, quisiera que me tocara y me deseara como mujer, a veces pienso que solo me quiere amorosamente mas no tiene atracción sexual hacia mí y eso me hiere un poco, hasta me hace insegura por pensar que solo juega conmigo.
Estábamos en su cama besándonos intensamente, sus manos se mantenían agarrando levemente mi cintura, las mías tomándolo con fuerza por el cuello pegándolo a mí, como siempre, nuestras lenguas batallando entre ellas. Besarlo se sentía como si todo el mundo desapareciera y solo éramos nosotros dos. Decidí intentar por milésima vez que esto llegue a más, así que descendí mis manos por su torso hasta la parte final de su camiseta e intentar entrar para poder tocarle la piel, pero antes que eso suceda me agarra por las muñecas y detiene el intenso beso con picos cortos y me sonríe.
—Preciosa, recordé que tengo tarea que hacer. —se excusa, lame sus labios y me besa la frente para luego pararse de la cama y dirigirse a su escritorio. —¿Me esperarás, ¿verdad, bonita?
No esperó a que le respondiera y tampoco es que lo haría, simplemente se sentó y yo permanecí ahí, mirando el piso de la entrada de su cuarto.
Mi mente de repente se llenó de malos pensamientos sin querer, llena de inseguridad pensé que él no me quería, no me deseaba, solo era un juego, solo estaba conmigo para no sentirse solo, quién quisiera estar conmigo siendo como soy, sabiendo que su exnovia era 10 veces más bonita, más atractiva, más sexy que la ridícula de Haneul. Y sin darme cuenta, tenía lágrimas corriendo por las mejillas mientras sollozaba en silencio, pero Jae se dio cuenta y por el rabillo del ojo vi su preocupación, mientras se acercaba a mí.
—Bebé, ¿por qué lloras? —se sentó a mi lado y me abrazó. —¿Por qué lloras, linda? ¿Qué pasó? Estabas bien hace un rato. —me dijo mientras acariciaba mi cabeza.
