HYUNSEOK | Love talk

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Warning: oral sex, fingering, unprotected, dick sucking.



Sus manos pasaban por tus muslos desnudos torturándote por lo lento de sus movimientos, acariciaba tu suave piel trazando tus extremidades hasta llegar a los tobillos para poder alzarlos hasta su rostro y besar tus pies con cariño

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Sus manos pasaban por tus muslos desnudos torturándote por lo lento de sus movimientos, acariciaba tu suave piel trazando tus extremidades hasta llegar a los tobillos para poder alzarlos hasta su rostro y besar tus pies con cariño. Sus besos comenzaron un camino por tus piernas acabando en tu centro húmedo por lo excitada que te encontrabas por estar por fin en esta situación con él.

Llevaban semanas coqueteando de lejos con miradas y ligeros roces cuando se topaban por los pasillos del hotel, cuando finalmente decidieron entablar una conversación no salió como pensaban puesto que ninguno hablaba un idioma en común para poder comunicarse como una persona normal.

—Ah~. —te sacó un gemido al momento que sus labios chuparon con fuerza tu clítoris.

Lo hacía sentir como si fuera lo último que probaría en el mundo, su lengua salió a jugar con el resto de tu vulva, lamiendo tus labios y succionándolos como loco, se sentía de maravilla como intercalaba sus lengüetadas por movimientos circulares y chupetones, a todo eso le sumó sus dígitos en tu vagina, metiéndolos y sacándolos a un compás que te debilitaba las piernas.

—Hyunseok~

Ronroneó sobre tu vulva al gemir su nombre, le encantó como sonó con tu voz excitada y solo lo alentó a continuar con su trabajo.

Te giró colocándote boca abajo, poniendo una almohada en tu pelvis para que pudiera tener mejor acceso a tu trasero. Tomó ambos cachetes y los expandió observando tu raja chorreante con una mezcla de tus fluidos y su saliva, estaba tan brillante y apetitosa que volvió a lamer tu pequeño coño.

No paraba de pensar en lo deliciosa que eras, lo bueno que era por fin tenerte en su cama, aunque sea la de su habitación del hotel. Desde que te vio no dejaba de pensar en meterse entre tus piernas y probar lo que tenías en medio de estas. Y ahora finalmente podía chupar con deleite tu clítoris obteniendo como recompensa esos lindos quejidos tuyos. Te comía el coño como un experto, altercando entre la velocidad y suavidad con la que te hacía el oral. Lo que más le fascinaba de este momento era tener su rostro enterrado entre tus nalgas mientras su lengua jugaba con tu centro hasta penetrarte con ella una y otra vez.

Hasta el momento ya te tenía con los ojos blancos suplicando por más.

Hyunseok se acomodó colocando sus piernas a los costados de tu cadera y poniendo su miembro en posición a la entrada de tu vagina. Deslizándose lentamente en tu interior dejándote completamente llena con su polla. Sus manos se posaron en tu espalda baja y empezó a arremeter contra tu centro golpeando tus nalgas con su vientre. Tus paredes lo cubrían y sentían vívidamente su piel y anatomía al estar continuamente rozando sin ningún tipo de barrera entre sus sexos. Él no dejaba de gruñir y embestirte con fuerza y rapidez, de pronto sus manos se movieron a los costados de tu espalda inclinándose ligeramente sobre ti, así yendo más profundo hasta tocar con su glande la entrada de tu cuello uterino, diste un grito lleno de placer al sentirlo golpear en ese punto, ahora tu vientre quemaba listo para soltar tu orgasmo.

Fue entonces que Hyunseok dio unas estocadas más y te tuvo corriéndote bajo su cuerpo, ocultando tu último grito entre las sábanas.

—¿Tan rápido? —preguntó sin esperar que le contestaras al no hablar el mismo idioma. —Fuiste tú quien me dijo que aguantarías todo. —dijo burlón al recordar lo que habías escrito en Google traductor.

—¿Qué tanto dices? —giraste tu cuerpo para poder verlo, encontrándolo con una sonrisa divertida en su rostro. —¿Qué tanto dices? —volviste a preguntar sabiendo que no respondería.

Él solo se limitó a sonreír inclinándose sobre ti hasta llegar a tu rostro, acariciando tu nariz con la suya y besando tus labios con suavidad.

—Ni siquiera me corrí. —rio. —Pensé que los hombres éramos los débiles.

Y tal como si le hubieras entendido, rodeaste su cuello con tus brazos presionándolo contra tus labios y sin dejar de besarlo lograste tumbarlo en la cama contigo encima suyo. Tus labios dejaron los suyos para dirigirte mediante besos húmedos a su aún erecto pene. Lo tomaste entre tus manos mirándolo con una sonrisa.

—Perdón por correrme antes, hace tiempo que no tenía sexo. —dejaste un beso en su glande y lo sentiste estremecerse. —Te lo voy a recompensar.

Y todavía manteniendo los ojos conectados a los suyos abriste la boca sacando la lengua al exterior y lamiendo su punta suavemente, descendiendo poco a poco hasta lamer desde su base hasta el glande. Escupiste en su miembro, esparciendo tu saliva con tu mano mientras chupabas su cabeza, te atreviste a ir cada vez más abajo teniendo toda su polla llenando tu boca y ahogándote a propósito con ella, la sensación de asfixia se sentía bien para ambos. Tu palma volvió a tomar el control de su longitud para dirigir tu boca a un lugar que te negabas a olvidar, lamiste sus testículos por un rato hasta meterte uno en la boca y succionarlo, Hyunseok ya no podía ocultar sus gemidos en sus gruñidos al ver lo que le hacías, era extraño para él ver a una mujer prestarle atención a esa parte suya, pero lo estaba disfrutando y demasiado. Chupabas sin cesar sus bolas mientras tu mano seguía estimulando su tronco, y como pudiste te metiste ambas en la boca presionando con tu palma su glande.

—¡Mierda! —maldijo en un gemido mientras se corría en tu mano.

Dejaste sus testículos dirigiéndote nuevamente a su longitud, bañaste su pene en su semen y lo volviste a mamar hasta dejarlo limpio de esperma.

Una vez terminado te sentaste sobre tus rodillas mirándolo con una sonrisa tal como él lo había hecho antes. Con la respiración acelerada te observó divertido cogiéndote por los brazos hasta tenerte a su lado.

—Eres increíble, bonita.

—No se lo que dijiste, pero me encantas.

—Me encantas.







—Me encantas

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